martes, 17 de septiembre de 2013

Massa empezó a sumar aliados para coparticipar el impuesto al cheque


Es la propuesta que estudian los diputados del Frente Renovador, que debutará formalmente en el debate del presupuesto y las prórrogas impositivas. El radical Vaquié coincidió con esa propuesta. Mañana se reúnen los economistas de Massa y sigue el debate en comisión, pero la sesión es el 25.
La idea de Sergio Massa es aprovechar la discusión en el Congreso del presupuesto y las prórrogas impositivas, para dar un debate central sobre la necesidad de ampliar el porcentaje de coparticipación a las provincias del impuesto al cheque -creado por Domingo cavallo- que hoy se reduce a un 15%, mientras que la Nación se queda con el restante 85%.
Cristina Kirchner quiere prorrogar otro año este tributo, cuando el miércoles 25 intente sancionar el presupuesto 2014. Massa decidió que esta iniciativa, que mete una cuña entre la Casa Rosada y los gobernadores, será una de sus nuevas banderas de campaña para mantener la iniciativa política, como ya lo logró con el pedido del aumento del mínimo no imponible de ganancias o la necesidad de hacerse cargo de la problemática de la inseguridad.
En el massismo todavía no quieren dar a conocer su propuesta para modificar la coparticipación del impuesto al cheque, porque confían en atraer a diputados de otros bloques y por ello la iniciativa está abierta a modificaciones y consensos. Massa delegó esta tarea en la diputada Graciela Camaño, una de las dirigentes de mayor confianza del ex jefe de Gabinete.
La iniciativa ya impactó en sectores opositores, en los que crece la idea que la Argentina tiene que ir a una regimen impositivo más federal, que permita a las provincias aligerar la dependencia extrema del gobierno central que sufren actualmente.
“El impuesto al cheque debe coparticiparse”, sostuvo el diputado radical Enrique Vaquié, el encargado de estudiar los temas impositivos de su bloque. El radical explicó además que la necesidad del Gobierno de prorrogarlo un año más con los porcentajes actuales, es la oportunidad ideal para plantear la necesidad de modificar esos porcentajes. “Este proyecto necesita de los votos de la mayoría absoluta de las Cámaras. Me gustaría ver qué legisladores, que vuelven a sus provincias y le dicen a las personas que defienden sus intereses, ayudan al oficialismo a conseguir la mitad más uno de los votos que necesita para aprobarlo y así reforzar su sistema unitario de gobierno”, agregó.
El flamante bloque de Massa se reunió esta tarde para avanzar con el tema y mañana al mediodía lo harán los economistas del espacio, liderados por Miguel Peirano y Martín Redrado.
Se trata de una pelea central que cruza las provincias y deja a la Casa Rosada en una situación muy incómoda frente a sus propios gobernadores. Hasta ahora el kirchnerismo no tiene la mayoría asegurada, porque en caso de abroquelarse, la oposición podría marcarle la agenda.
“Nosotros estamos en contra de todo. Pero si el impuesto al cheque lo reparten con las provincias, podemos acompañar”, anticipó a LPO Eduardo Amadeo, miembro del bloque del Frente Renovador.
En el Frente Amplio Progresista las posiciones pueden ser dispares: mientras al socialismo no le vendría mal habilitarle más dinero a Santa Fe, en el Gen y el juecismo prima la idea de que el impuesto al cheque es “distorsivo” y regresivo, por lo tanto no corresponde prorrogarlo.

Cavallo, Kirchner y Cristina 
El impuesto al cheque forma parte de la “ley de competitividad” hecha a la medida de Domingo Cavallo en 2001. Surgió como un atajo para engrosar las alicaídas arcas estatales, pero fue creciendo y ahora representa el cuarto impuesto en importancia, según los estudios que manejan los diputados del Frente Renovador.
Consiste en una alícuota de hasta un seis por mil sobre créditos y débitos en cuenta corriente bancaria. El artículo 3 de aquella ley, todavía vigente, aclara que los tributos que surjan de la ley irán a un fondo de emergencia pública. Es decir, quedan por fuera del régimen de coparticipación de impuestos. El kirchnerismo aprovechó esta ley de Cavallo y sólo reparte un 15% a las provincias.
En 2010, el pampeano Carlos Verna logró imponer en el Senado un proyecto de ley para derogar el artículo 3 de la ley de competitividad y que la recaudación de este triibuto entre así en el reparto automático a las provincias. Fue con 35 votos contra 33 del kirchnerismo, que votó en contra pese a que se trata de dinero fresco para los gobernadores.
Pero la presión del debate se hizo sentir en la Casa Rosada: De inmediato, Cristina dispuso la refinanciación de las deudas de provinciales a 10 años. Eran épocas en que Néstor Kirchner solía reunirse con los gobernadores cuando amagaban a rebelarse.
Ahora Cristina casi no se comunica con ellos y cuando lo hace se limita a indicales qué camino tienen que seguir. Lo hizo la semana pasada: Los llamó, les pidió “un esfuerzo más” para enfrentar la elección de octrubre, pero no los dejó hablar ni permitió sugerencias.
La posibilidad de girar más recursos de este tributo a las provincias, llega justo cuando los gobernadores enfrentan delicadas situaciones fiscales. En 2012 la mayoría de los gobernadores tuvo que aplicar fuertes aumentos en los tributos provinciales para no entrar en déficit y hasta el entrerriano Sergio Urribarri, protegido por Cristina, llegó a desdoblar el pago de los sueldos. Sin margen para nuevas subas, una mejora de la coparticipacion les pérmitiria méjorar su situación fiscal.
Es en este marco que el massismo pretender retomar el proyecto de Verna, justo cuando el kirchnerismo puntea los votos para conseguir aprobar el presupuesto, como también la prórroga de este impuesto, del que grava los cigarrillos y la emergencia económica.

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