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¿Por qué es necesario hablar de los precios de los lácteos en nuestro país?
Los precios de los lácteos experimentan en la Argentina constantes aumentos en las góndolas de los supermercados que terminan pagando diariamente los consumidores.
Un análisis realizado por CRA muestra que por algunos productos lácteos de consumo diario y masivo como la leche fresca, el queso pate grass, el queso reggiannito y el yogurt, el consumidor termina pagando en las góndolas entre tres y cuatro veces más de lo que recibe el productor por la materia prima para producirlos.
Los precios de los lácteos experimentan en la Argentina aumentos crecientes y distorsivos del valor primario de la cadena, reflejados en las góndolas de los supermercados. Por el litro de leche fresca el consumidor paga más del doble de lo que se le paga al productor; también se duplica el precio entre lo que se paga por los quesos pate grass y reggiannito en las góndolas y lo que recibe el productor por la leche necesaria para su producción. La brecha en el yogurt es aún más amplia y llega a superar el 900%.
La amplia y creciente brecha de precios presenta dos grandes perdedores: los productores tamberos, por un lado, que reciben muy bajos precios por la leche que producen diariamente y, por el otro, los consumidores, que pagan en las góndolas precios cada vez más altos al compás de una inflación que cuanto menos llega al 25% anual.
Más allá de las cuestiones climáticas que padeció el sector (sequías e inundaciones), los tamberos también sufrieron precios congelados desde principios de 2012 y una inflación que impacta en los costos para producir y en el costo de vida del tambero.
El resultado: los productores y sus empresas tamberas en particular trabajan al límite del quebranto sin la rentabilidad que les permita mantenerse, mientras se acentúa el proceso de descapitalización.
Para recomponer los ingresos de los empresarios tamberos e incrementar la oferta de productos lácteos a los consumidores, para este 2013 es necesaria una rápida recomposición de precios de la leche a salida de tambo, eliminando todo tipo de distorsiones y acuerdos que deprimen el precio recibido por los tamberos.
Alguna vez el Gobierno, debiera reemplazar “el estamos trabajando” por resultados concretos.
La amplia y creciente brecha de precios presenta dos grandes perdedores: los productores tamberos, por un lado, que reciben muy bajos precios por la leche que producen diariamente y, por el otro, los consumidores, que pagan en las góndolas precios cada vez más altos al compás de una inflación que cuanto menos llega al 25% anual.
Más allá de las cuestiones climáticas que padeció el sector (sequías e inundaciones), los tamberos también sufrieron precios congelados desde principios de 2012 y una inflación que impacta en los costos para producir y en el costo de vida del tambero.
El resultado: los productores y sus empresas tamberas en particular trabajan al límite del quebranto sin la rentabilidad que les permita mantenerse, mientras se acentúa el proceso de descapitalización.
Para recomponer los ingresos de los empresarios tamberos e incrementar la oferta de productos lácteos a los consumidores, para este 2013 es necesaria una rápida recomposición de precios de la leche a salida de tambo, eliminando todo tipo de distorsiones y acuerdos que deprimen el precio recibido por los tamberos.
Alguna vez el Gobierno, debiera reemplazar “el estamos trabajando” por resultados concretos.
24/02/2013
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