jueves, 31 de enero de 2013


Argentina pierde terreno en la región por “falta de una política” ganadera

Argentina exportará sólo un 7 por ciento de la carne vacuna que produce; mientras Brasil, Uruguay y Paraguay venderán al exterior, cada uno por su cuenta, más carne que el país. La noticia sorprendió a todos en el inicio de 2013.
Para Arturo Navarro, especialista en política agropecuaria, sin embargo, la caída de la comercialización de carne no generó desconcierto en el sector, ya que este fue el resultado de la falta de una estructura estatal de producción de carne actualizada y moderna.
“Estamos regalando una marca registrada en el mundo, como es la carne argentina por su calidad, por la falta de una política de Estado moderna de producciones de carnes, que nos permitiría adaptarnos a los nuevos escenarios para poder abastecer mejor los mercados internos y externos con proteínas animales”, comentó el experto.
Navarro aseguró que la performance argentina es totalmente negativa y que está relacionada a las políticas económicas macro, que le han quitado competitividad a todas las actividades para producir y exportar.
El estado de situación del sector ganadero se ve agravada, según el especialista, al tener un 15 por ciento de derecho de exportación y soportar hace años intervenciones discrecionales en el negocio empresario, que “terminaron limitando las inversiones en la cadena pecuaria que necesita invertir a cinco años como mínimo”.
“Se ha cumplido otra vez la premisa peronista de darle de comer carne barata al pueblo, aunque dejemos de exporta al mundo. Culturalmente, la mayoría de nuestra dirigencia sigue pensando que el país tiene que ser exportador de saldo. Mientras nosotros implementamos estas políticas, Brasil, Uruguay y Paraguay, nos superaron como exportadores confiables en cantidad”, enfatizó.
¿Cuál sería la alternativa para cambiar nuestro sistema de producción? “La dirigencia debe cambiar lo que viene haciendo hace 60 años y promover las políticas de Estado que necesita el mercado para dar previsibilidad a quien invierte. La base principal de dichas políticas será definir el marco institucional mínimo que permita aumentar la producción y exportación de proteínas animales en forma sostenible, para poder abastecer simultáneamente el mercado interno y la creciente demanda global”, respondió el referente, quien planteó como desafío político una mayor presencia de expertos para torcer el camino y lograr abastecer el mercado internos en calidad y en precio.
“No se tiene que seguir defendiendo una propuesta de producción de carne vacuna aislada de las otras producciones. Hay que ver que los grandes exportadores de carne vacuna son también importantes productores y exportadores de carnes de ave y de cerdo, que transforman los granos en proteína animal en los clusters regionales para optimizar los costos de producción y de comercialización. Esta acción se completaría (granos-carnes) si se generalizara: es la base fundamental para promover un desarrollo moderno en cada región del país, por medio del complejo agroindustrial, junto con los otros sectores de la economía”, finalizó Navarro.

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