domingo, 20 de enero de 2013


Buenos vecinos y protagonistas de la campaña agrícola




A contramano de la tendencia de los últimos años, los chacareros chicos y medianos se quedaron con los campos que dejaron los pools de siembra más grandes.

Lo que se insinuaba tímidamente a comienzos de la campaña 2012/2013 terminó convirtiéndose en realidad: grandes pools y empresas que trabajaban en tierras de terceros achicaron su superficie de una manera considerable. Las secuelas económicas de la sequía de la campaña pasada, la decisión de hacer menos trigo en algunos casos y los altos precios de los alquileres les pusieron un freno. Algunos aprovecharon el año para redefinir su negocio.
Y a la par de esto se dio otro fenómeno: productores de medianos a chicos, con escalas más flexibles y vecinos de los campos que quedaban sin alquilar, se hicieron cargo en muchos casos de las hectáreas que ocupaban los grandes pools. Fueron, de algún modo, los ganadores de este año. Por lo visto, no siempre los más grandes se devoran siempre a los de menor escala.
Por el lado de las grandes empresas, que tienen una escala de siembra nacional, El Tejar bajó de 180.000 a 100.000 sus hectáreas alquiladas. Aumento de costos, alquileres y una "carga impositiva muy alta", como contó una fuente de la firma, contribuyeron a la poda. Apuntaron a que el arrendamiento tuviera un costo razonable. Si antes la mayor parte se hacía en quintales fijos, ahora se trató de bajar más los riesgos con arrendamientos a porcentaje, integraciones con otros productores y con una metodología para corregir los valores de los alquileres donde por el clima se atrasaba la siembra.
Otra compañía de gran escala, Grupo Los Grobo, experimentó cambios importantes. Bajó las hectáreas alquiladas de manera directa y aumentó las de siembras asociadas con administración compartida o a cargo del productor.
En resumen, disminuyó de 85.000 a 60.000 las hectáreas propias sobre tierras alquiladas en las que arrienda a porcentaje o aparcería. Por otro lado, aumentó el área de siembra asociada con productores locales de 60.000 a 90.000 hectáreas. El concepto que le imprimieron a esto es crecer con riesgos compartidos.
Con estos cambios, en el fondo la firma está trabajando la misma cantidad de hectáreas, pero cambiando la forma de arrendar la tierra, reduciendo la inversión, minimizando riesgos y maximizando el retorno.
La firma Man Agro trabajó 60.000 hectáreas en la campaña pasada y ahora lo hace sobre 50.000, todas en tierras de terceros. Se financia con inversores y en una parte menor con créditos de proveedores. Hace el management de sus inversiones y de otras firmas asociadas.
"En esta campaña, en el paquete global que manejamos de nuestras inversiones y la de nuestros socios bajamos un 15% las hectáreas sembradas. Caímos en superficie alquilada y en dobles cultivos, sobre todo en trigo, donde bajamos un 35%. Sin embargo, Man Agro creció un 20% en su participación del paquete con respecto a la campaña pasada (de 30.000 a 38.000 hectáreas)", expresó Diego Sánchez Granel, director de la empresa.
"Hemos priorizado crecer en la zona central argentina, oeste de Buenos Aires, núcleo y Entre Ríos. Los excesos hídricos de la zona centro de Buenos Aires nos impidieron completar el total del área sembrada. Decrecimos en el NEA porque tuvimos una campaña pasada extremadamente seca y en el sudeste bonaerense porque los alquileres tuvieron nula o escasa baja, en un contexto de precios bajos de trigo y una intervención en el mercado al cual le han quitado la transparencia", agregó. Un punto no menor es que la firma pudo en este contexto captar más fondos. "Por cada peso que algún inversor retiró, recibimos 6 pesos nuevos en inversión", señaló Sánchez Granel.
A todo esto, desde Cresud informaron que mantendrán la superficie alquilada respecto del ciclo anterior, que, no obstante, tiene una leve suba de 39.100 a 41.600 hectáreas. Pudieron diferir en mayor proporción los pagos por esas hectáreas y el valor de referencia fue la soja de cosecha.

CAMBIO DE MANOS

 
Varios pools de siembra redujeron la superficie alquilada y buscaron asociaciones con los dueños de campo. Foto: LA NACION 
Mitikile sembró 42.000 hectáreas en la provincia de Buenos Aires el ciclo pasado y en esta campaña hizo 25.000, todas en campos de terceros. La baja obedece a factores climáticos, necesidad de reducir riesgos y a una disminución en las hectáreas con trigo. "Este año nuestra decisión fue arriesgar menos y asegurarnos un ingreso por hectárea. Buscamos disminuir la variabilidad de nuestros resultados alquilando o tomando negocios más acotados, pero más seguros", indicó Rafael Llorente, presidente de la firma y ex presidente de Aacrea.
Llorente reconoció: "Este año hubo una retirada bastante generalizada de quienes sembrábamos muchas hectáreas".
¿Quiénes tomaron esas hectáreas? Según el presidente de Mitikile, "los productores más chicos, que eran vecinos de esos campos que quedaban sueltos, aprovechaban y tomaban un campo que antes no habían tenido la oportunidad de entrar a terciar". Para Llorente, hubo además "medianos y algunos grandes" productores que se quedaron las tierras.
"Esos productores convalidaron un precio igual o muy parecido al de la campaña anterior; quienes estábamos pretendíamos una baja de los valores de los alquileres", contó.
Guillermo Villagra, socio de Openagro, observó ese mismo fenómeno. "Las tierras que dejaban los grandes grupos las fueron tomando productores más chicos, en algunos casos asociados entre ellos. Hay una nueva forma de pools entre productores zonales más chicos", analizó.
Openagro mismo, una empresa nacional con un promedio de 20.000 hectáreas, redujo su superficie. "Año a año venimos achicando la superficie, alrededor de un 10/15% anual. El motivo es el costo de los alquileres, que ya representan más del 55% de los costos de producción (promedio de sus diversas zonas). Además, la inflación, las reglas poco claras, los mercados intervenidos, la falta de políticas para apoyar al sector hacen que busquemos otros horizontes", indicó Villagra.
Al parecer, en esta campaña, la diferencia con los años anteriores estuvo en que los pequeños y medianos productores que tomaron las hectáreas que dejaron los grandes pools de siembra las gestionan y trabajan con estructuras más simples y menos costosas.

OTROS ACTORES DE LA CAMPAÑA

ESCENARIO
A crecer
Según Raúl Pérez San Martín, director de la Maestría en Agronegocios y Alimentos de la Fauba, "no hubo grandes cambios en lo que respecta al crecimiento de pools más grandes a expensas de otros más chicos". De todos modos, dijo que "la concentración hacia empresas más grandes es una tendencia que se está manifestando con el correr del tiempo, pero no es exclusivo de 2011/12 a 2012/13". Para Diego Sánchez Granel, de Man Agro, entre los actores que tomaron campos que quedaban sin alquilar estuvieron la industria limonera en el Norte, aceiteras, contratistas locales, nuevos pools, exportadores asociados a productores y firmas de servicios masivos o industriales con exceso de pesos buscando "dolarizar" esos pesos
  • 55% del costo de producción
    es lo que representa para el caso de la firma Openagro el alquiler de la tierra, considerando un promedio entre las diferentes zonas de producción que trabajan en la pampa húmeda

DIXIT

  • "Este año nuestra decisión fue arriesgar menos y asegurarnos un ingreso por hectárea"
    Rafael Llorente
    Presidente de Mitikile
  • "El negocio de producir en campo arrendado está teniendo un deterioro constante"
    Alberto Marchionni
    Presidente ALM SA
  • "El costo de fletes y combustibles y los gastos comerciales impactan sobre los alquileres"
    Guillermo Villagra
    Socio Openagro

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