Se trata del producto más representativo del país centroamericano y más producido por sus agricultores. Empresas como Rancho Chacxul, llevan años comercializando esta fruta que a día de hoy se consume tanto en Europa, como en el resto de América y empieza a ser enviada a Japón. “Somos una empresa familiar que comenzó desde cero, pasamos a tener una empacadora y, a día de hoy, contamos con tres”, explica Ramón Bartolomé, gerente en Rancho Chacxul.
A día de hoy, esta empresa mexicana con oficina central en Miami, es miembro de una asociación de agricultores para poder trabajar en equipo y poder así ofrecer una mayor cantidad de producto a sus clientes internacionales, además de precios más competitivos.
“Tratamos de tener lima durante todo el año, aunque dependiendo de las producciones de otros países, nuestros destinos van rotando a lo largo del año”, explica Bartolomé. De esta forma, en estos momentos México comienza la temporada fuerte de producción de lima, enviándola a Europa y Asia. Sin embargo, cuando la producción de lima brasileña comienza en diciembre, México pasa al continente Americano, ya que “el producto está mejor pagado y hay demanda”, explican desde Rancho Chacxul, aclarando que la caja puede llegar a costar 40 dólares.
“Tratamos de tener lima durante todo el año, aunque dependiendo de las producciones de otros países, nuestros destinos van rotando a lo largo del año”, explica Bartolomé. De esta forma, en estos momentos México comienza la temporada fuerte de producción de lima, enviándola a Europa y Asia. Sin embargo, cuando la producción de lima brasileña comienza en diciembre, México pasa al continente Americano, ya que “el producto está mejor pagado y hay demanda”, explican desde Rancho Chacxul, aclarando que la caja puede llegar a costar 40 dólares.
En estos momentos, el valor de la lima mexicana está en 1.53 euros el kilo aproximadamente en el mercado de exportación. En esta época, la lima de México, debido a las condiciones climáticas, se adelanta a otros países.
“Esto siempre nos da ventaja ya que se pueden obtener precios atractivos porque no hay producción en el mercado”, explica Bartolomé. “Estamos tranquilos en cuanto a los precios, ya que se van manteniendo estables más o menos. A lo que debemos prestar atención es al clima, que es contra lo que no podemos hacer nada. De todas formas, por eso tuvimos la idea de tener las tres empacadoras en diferentes lugares, para asegurarnos de tener producción todo el año en el caso de que una de las zonas se vea afectada por algo”, comentan.
“Esto siempre nos da ventaja ya que se pueden obtener precios atractivos porque no hay producción en el mercado”, explica Bartolomé. “Estamos tranquilos en cuanto a los precios, ya que se van manteniendo estables más o menos. A lo que debemos prestar atención es al clima, que es contra lo que no podemos hacer nada. De todas formas, por eso tuvimos la idea de tener las tres empacadoras en diferentes lugares, para asegurarnos de tener producción todo el año en el caso de que una de las zonas se vea afectada por algo”, comentan.
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