lunes, 31 de julio de 2017

La crisis avícola, dos posiciones con los trabajadores en el medio


Complicado. La difícil situación que denuncian los empresarios, impacta de forma directa en las fuentes laborales de cada uno de los miles de empleados que dependen de este importante sector industrial entrerriano
En Concepción del Uruguay la mayor empresa del rubro avícola, Granja Tres Arroyos, sigue generando polémica en torno a la situación de muchos trabajadores que han dejado de prestar servicios en la empresa en lo que va de 2017.
Por un lado los representantes gremiales del Sindicato de la Alimentación, espacio donde están nucleados los trabajadores del frigorífico, denuncian despidos, tratos inhumanos y arbitrariedad en el trato con los empleados de parte de los empresarios.
Por su parte, Joaquín De Grazia, propietario del frigorífico avícola más grande del país, hace su descargo al respecto y vuelve a arremeter contra el desempeño de los gremialistas defendiendo el manejo de su empresa en lo que respecta a la gestión de los cientos de empleados que se desempeñan en el lugar.
De un tiempo a esta parte, desde sectores gremiales se dio a conocer sobre una serie de despidos a lo largo de este 2017 entre el personal de Granja Tres Arroyos, que ya llegarían a 75 personas, atribuible aparentemente a conflictos que se iniciaron en diciembre de 2016.
“Hace un mes teníamos 35 despidos de parte efectiva, más 35 contratados y esta semana tuvimos ocho restricciones más de compañeros. Hace mucho tiempo que venimos denunciando el mal manejo de la Aseguradora de Riesgo de Trabajo (ART). Tenemos compañeros que están transitando tratamientos de salud, la situación llegó a que uno de ellos, al que aún le quedan 20 sesiones de kinesiología, por ejemplo, pidió el alta porque tiene miedo que lo echen”, denunció esta semana, el secretario adjunto del Sindicato de la Alimentación en Concepción del Uruguay, Fabián Jurado.
“Estamos en una instancia donde el diálogo que tratamos de entablar es insostenible. Tratamos de hablar con intermediarios de la ART para que agilicen los trámites porque tenemos a compañeros que están rotos e igual quieren estar en planta para no perder la fuente de trabajo. Estamos desbordados, siempre pensamos en el total de la gente pero lamentablemente granja Tres Arroyos no tiene ni un cachito de piedad ni de corazón, hoy puedo decirlo, donde vamos a parar ni a terminar, no lo sabemos”, agregó Jurado.
 
Desde la empresa
Por su parte, Joaquín De Grazia, propietario de Tres Arroyos, fue contundente al desmentir lo que se está diciendo respecto a los despidos, asegurando que en la empresa trabajan más de 1.000 personas y que cuando el personal comienza con las vacaciones, se debe recurrir al contrato temporario de personal por el plazo de 90 días, de manera de mantener el trabajo de planta.
“Cuando estos contratos llegan a su fin, se los da de baja y esto es normal, ya que son empleados temporarios. Lamentablemente desde el gremio se los incluye entre los despidos, algo que no es real y además, si bien no desmiento que hubo algunos despidos, como empresa tenemos derecho a realizarlos con causa, pagando lo que corresponda si es que hay que hacerlo, pero de ninguna manera se está actuando como se dice”, recalcó De Grazia.
Según señala el titular de Granja Tres Arroyos, es lamentable lo que le sucede a la empresa, donde se registra un ausentismo del 12%, con lo que eso representa, de los cuales un 20% están bajo ART y los restantes por simple ausentismo, considerándose que lo hacen sin justificativo y a sabiendas de que el trabajo que tiene es seguro.
De Grazia, aseguró, en diálogo con 03442, que hay mucha gente que desea cuidar su trabajo, pero agregó: “Hay quienes luchan por mantener el privilegio que les dio su posición sindical, generando un enfrentamiento innecesario y son tres personas que manejan el sindicato”.
Por otra parte lamentó que se esté viviendo este momento ya que la situación de la avicultura no es buena y esto no lleva a nada.
“Yo cumplo con la Ley y respeto los convenios. Estas personas como representantes gremiales tienen su derecho a disponer del tiempo para desarrollar esa actividad, pero también deben trabajar como el resto del personal, dando el ejemplo y no lo hacen. Que se les exija que trabajen los molesta, pero es su deber, más allá de su función sindical. Yo no tengo inconvenientes de reconocer cuando me equivoco y dar marcha atrás en mis ideas, pero no es el caso”, recalcó Joaquín De Grazia.

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