martes, 25 de julio de 2017

Gobierno sigue de cerca el conflicto gremial en la avícola Cresta Roja


Los ministerios de la Producción, Agroindustria y Trabajo están en alerta y acelerando el paso para dictaminar una conciliación obligatoria en un conflicto en la avícola Cresta Roja, que tras la cesantía de medio centenar de empleados, ayer cerró las puertas de una de sus plantas. Unos mil empleados de la firma no pudieron ingresar […]
Los ministerios de la Producción, Agroindustria y Trabajo están en alerta y acelerando el paso para dictaminar una conciliación obligatoria en un conflicto en la avícola Cresta Roja, que tras la cesantía de medio centenar de empleados, ayer cerró las puertas de una de sus plantas. Unos mil empleados de la firma no pudieron ingresar al establecimiento de faena, en el municipio de Esteban Echeverría, después de que las autoridades decidieran cerrarlo preventivamente.
Las otras dos sedes, de Monte Grande y El Jagüel, operaban con normalidad.
Ayer, trabajadores de Cresta Roja cortaron parcialmente el tránsito en la Autopista Jorge Newbery. El gerente general de la Ovoprot Argentina, propietaria de la empresa, Santiago Perea, le dijo a Télam que cerraron las puertas “porque el sindicato no acató la conciliación obligatoria y si la gente no va trabajar, no podemos cargar pollos que se mueran en los camiones”.
“Con los 51 despedidos no hay vuelta atrás, porque no son trabajadores, son barrabravas que tienen amenazados a toda la planta”, afirmó. En su interpretación, quienes generaron el conflicto “perdieron las elecciones gremiales y tomaron el poder por la fuerza”.
“No hay un problema laboral”, insistió el ejecutivo al afirmar que “no hay solución a los despidos, porque los despidos no tienen solución”.
Para hoy a las 15:00 está prevista una nueva audiencia entre las partes en la sede del Ministerio de Trabajo con el fin de hallar una solución al conflicto.
Además de ser un conflicto sindical en medio de la campaña, el caso es relevante para el Gobierno, habida cuenta de que la firma fue la primera que Cambiemos, desde el entonces flamante Ministerio de la Producción, operó para solucionar una aguda crisis que padecía desde que Daniel Scioli gobernaba la provincia de Buenos Aires.
Luego, la firma fue transferida, en un concurso en el cual se desprendió la familia Rasic, a los actuales propietarios, el consorcio Proteinsa, integrado por Ovoprot Internacional, Tanacorsa y Grupo Laclau, que pagó u$s 121 millones.-

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