jueves, 13 de julio de 2017

Gripe aviar : La tranquilidad futura es la bioseguridad presente


La bioseguridad son las barreras que se oponen a la transmisión y la propagación del patógeno.
Si los programas de bioseguridad no están integrados en la rutina de la granja y de sus trabajadores, el virus de la gripe aviar aprovechará la ocasión para propagarse.
La tranquilidad futura es la bioseguridad presente
La bioseguridad es el conjunto de prácticas de manejo diseñadas y correctamente implementadas para prevenir la entrada y posterior propagación de agentes patógenos que puedan afectar al rendimiento de los animales y la sanidad en las granjas animales. Esta es una definición relativamente canónica que se puede encontrar en muchos artículos y libros [1, 2].
La seguridad o protección se opone a la entrada de aquello que puede perturbar. Para el patógeno, la bioseguridad son las barreras, ya sean físicas o procedimentales, que el ganadero opone a su transmisión y posterior propagación. En este artículo se va a adoptar la visión del patógeno y se va a hablar de bioseguridad desde “el otro lado”. En España la gripe aviar ha sido protagonista los últimos meses, por lo que se centrará en este patógeno.

Granjas abiertas

El virus de la gripe aviar se transmite por las secreciones y excreciones aviares [3, 4]. Su reservorio natural son las aves silvestres [5, 6, 7]. Por lo tanto, granjas localizadas en zonas de nidificación o de tránsito migratorio pueden contar con un aporte continuado de secreciones, algunas de las cuales pueden ser infecciosas. Esta situación es peligrosa per se en granjas de régimen abierto y más soslayable en granjas cerradas. Todo aquello expuesto al medio ambiente es susceptible de contaminarse por heces o secreciones aviares. Pienso no guardado correctamente (si coge humedad esto puede favorecer la persistencia de las deyecciones contaminadas) o descubierto; suministros de agua tomados directamente de lagos o estanques que no han sido adecuadamente tratados/desinfectados (más si son utilizados por aves silvestres) en lugar de cisternas o depósitos tapados, son vías de entrada del patógeno, cuya resistencia a la desecación no es muy elevada pero sí es capaz de persistir días e incluso semanas en aguas a temperatura ambiente.
Esta problemática de las granjas en abierto y la interminable sucesión de focos de la cepa H5N8 en esta tipología de granjas en Francia está generando una fuerte corriente en el estado vecino para prohibir o regular de forma muy estricta estas explotaciones por su potencial multiplicador de amenazas biológicas. En cierto sentido, es un vector de fuerza opuesto a la presión creciente de los consumidores de avicultura ecológica que demandan a los productores aves y productos derivados generados en unas condiciones lo más naturales posibles. Una medida que se podría contemplar para poder mantener este tipo de producción es la vacunación de los animales frente a la gripe, aunque esta opción de momento no se considera por parte de las instituciones europeas.

Instalaciones

Al virus influenza no le afecta que la granja esté vallada en su perímetro porque el peligro básicamente es aéreo, pero no deja de ser una buena medida, junto con caminos de acceso bien asfaltados. Los caminos de tierra con baches generan multitud de charcos que pueden ser utilizados como bebederos y donde el virus puede persistir y pasar a las ruedas y bajos de los vehículos (lo que favorece la propagación dentro de la granja, pero también entre explotaciones) o al calzado de los operarios. El asfalto reduce la persistencia del virus, ya que se seca más y aumenta la temperatura más rápido. Además, el asfalto no levanta polvo, que puede contener heces, así que el polvo no se transporta y es más fácil desinfectar, por lo que se reduce la propagación del virus.
El virus aprovechará todo resquicio en la instalación, y no solo hablamos de grietas o agujeros que pueden taparse o cubrir con tela pajarera, sino que ventanas o puertas son elementos necesarios para la actividad pero, a la vez, críticos. Sin descartar una entrada en forma de aerosol, lo más probable es que el virus aproveche la entrada de utensilios o del propio personal en la nave para hacerlo él también. Por tanto, los utensilios no deberían guardarse en el exterior sino a cubierto, y ser rutinariamente desinfectados, ya que el virus influenza se puede inactivar fácilmente [8, 9, 10].
La propagación es función inversa de la distancia
Que las granjas estén demasiado próximas entre sí o que las naves de una misma granja lo estén también favorece la dispersión del virus. La granja más segura, topográficamente hablando, sería una aislada, alejada de otras granjas y con zonas húmedas y bosques a cierta distancia (mejor a muchos kilómetros). La separación de las granjas de potenciales focos (estanques u otras granjas que pueden actuar de potenciadores o multiplicadores) es una buena medida.

Operarios

El virus influenza, transportado por el polvo o en el suelo, puede adherirse a los operarios. Este punto es crucial, por lo que es necesario que se desprendan de la capa exterior de ropa y del calzado (hasta en el 90 % de las contaminaciones microbianas el transmisor es el ser humano) [11] y se vistan con ropa de trabajo especifica de la nave o granja para realizar su actividad (que no puede llevarse en otras naves o granjas). A la entrada de la nave se ubicará un pediluvio, para la desinfección del calzado, que contendrá solución desinfectante a la que no le afecten los rayos solares y que se renovará al menos con una periodicidad semanal o de la forma que paute el fabricante.
Lavarse las manos y las uñas, mediante el procedimiento adecuado [12], antes de entrar y después de salir debería ser una regla obligatoria. El lavado puede extenderse a todo el cuerpo, para tratar otras áreas expuestas, en forma de ducha de agua.
Al virus le favorece que los operarios no sean específicos de la granja, sino que circulen entre diferentes granjas, arrastrando polvo o heces entre ellas a través del calzado, la ropa o los medios de transporte. Por este motivo, los vehículos deben ser desinfectados (ruedas, bajos, etc.) al entrar y al salir de la explotación, bien manualmente o utilizando rodoluvios con solución desinfectante adecuada y activa. Como se ha mencionado, el acceso del personal debe estar limitado al estrictamente necesario y esto también se aplica a personal externo o servicios de mantenimiento que deberán seguir estrictamente las mismas normas que los operarios de la granja. Es importante llevar un registro de todas las entradas y salidas en cada nave y en la granja, así como de dónde vienen y adónde van, para mayor trazabilidad en futuras contingencias, y para bloquear aquellos accesos que se consideren de riesgo.

Alrededores

Un foco de atención para aves silvestres que transportan el virus son alrededores de la nave descuidados, con malas hierbas, con agua estancada y restos de comida potencial (pienso vertido, restos de comida de los trabajadores, etc.). Los cadáveres y las deyecciones pueden contener virus de influenza aviar de baja patogenicidad, por lo que si estos elementos alcanzan el agua el virus podría propagarse. Por este motivo, los cadáveres deben descartarse en un contenedor cubierto y hermético, y los residuos biológicos como plumas, pieles, huevos rotos, etc. también deben mantenerse fuera del alcance de las aves silvestres.
El virus persiste mejor si hay materia orgánica, por ejemplo en superficies contaminadas con material fecal, secreciones orgánicas o con restos biológicos, por lo que limpiando asiduamente una instalación reduciremos la presión infecciosa. Se debe tener un programa de limpieza en función de la especie y aprovechar los vacíos entre lotes para hacer limpiezas y desinfecciones completas que implican desmontaje de bebederos, comederos y utillaje, a los que se les aplican detergentes, que arrastran buena parte de la suciedad sin eliminarla y desinfectantes (amonio cuaternario, hipoclorito, peróxidos, etc.) [13, 14].

Diferentes especies

No es recomendable que diferentes especies convivan en el mismo espacio, beban la misma agua y coman el mismo pienso en el mismo sitio, ya que el virus puede aprovechar estos elementos para saltar de unos a otros. Así, conviene separar los patos y los gansos domésticos del resto de las aves de corral; si en la granja también hay ganado porcino se ha de asegurar una estricta segregación. El virus de la gripe aviar infecta a aves pero no puede descartarse que infecte a cerdos o a humanos, o que dos cepas diferentes infecten a la vez a la misma ave, y que se den fenómenos de coinfección con aparición de cepas más patogénicas o más transmisibles como son los últimos casos, la cepa de baja patogenicidad (Low Pathogenic Avian Influenza, LPAI) H7N9 y la cepa de alta patogenicidad (Highly Pathogenic Avian Influenza, HPAI) H5N8 [15, 16]. Esta última ha alcanzado multitud de países europeos, entre ellos España, por ahora con focos localizados en Cataluña.
La importancia del programa de bioseguridad
El virus de la influenza aprovechará para propagarse entre aquellas granjas avícolas que no dispongan de un programa de bioseguridad, con un programa de bioseguridad incompleto o que no se cumpla completamente [17]. Si los programas de bioseguridad no están integrados en la rutina de la granja y de sus trabajadores, el virus aprovechará su ocasión. Es cuestión de probabilidades, y el virus tiene todo el tiempo y las oportunidades que se le concedan

Bibliografía

1. Medidas de bioseguridad en las granjas avícolas. 2003. Albéitar. Acceso en: http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/3375/articulos-aves-archivo/medidas-de-bioseguridad-en-las-granjas-av&iacu tecolas.html
2. ¿Qué es bioseguridad? FAO. Acceso en: http://www.fao.org/3/a-ai005s/AI005s03.pdf.
3. Avian Influenza. General Disease Information Sheets. OIE. Acceso en: http://www.oie.int/doc/ged/D13947.PDF
4. Avian Influenza. Chapter 2.3.4 of OIE Terrestrial manual 2015. Acceso en: http://www.oie.int/fileadmin/Home/eng/Health_standards/tahm/2.03.04_AI.pdf
5. Olsen B, Munster VJ, Wallensten A, Waldenstrom J, Osterhaus AD, Fouchier RA. Global patterns of influenza A virus in wild birds. Science. 2006;5772:384–388. doi: 10.1126/science.1122438.
6. Alexander DJ. An overview of the epidemiology of avian influenza. Vaccine. 2007;30:5637–5644. doi: 10.1016/j.vaccine.2006.10.051. [PubMed] [Cross Ref].
7. Verhagen, J.H., Herfst, S., y Fouchier, R.A.M. 2015. How a virus travels the world. Science 347 (6222), 616-617. [doi: 10.1126/science.aaa6724].
8. H. Lu, A. E. Castro, K. Pennick, J. Liu, Q. Yang, P. Dunn, D. Weinstock, and D. Henzler. 2003. Survival of Avian Gripe Virus H7N2 in SPF Chickens and Their Environments. Avian Diseases 47(s3):1015-1021. doi: http://dx.doi.org/10.1637/0005-2086-47.s3.1015.
9. De Benedetis, P.D., Beato, M.S., y Capua, I. 2007. Inactivation of Avian Gripe Viruses by Chemical Agents and Physical Conditions: A Review. Zoonoses and Public Health, 54: 51-68. DOI: 10.1111/j.1863-2378.2007.01029.x
10. Segal, Y. Cleaning and disifection of poultry farm. FAO. Acceso en: http://www.fao.org/docrep/014/al876e/al87600.pdf
11. Medidas de bioseguridad en las granjas avícolas. 2003. Albéitar. Acceso en: http://albeitar.portalveterinaria.com/noticia/3375/articulos-aves-archivo/medidas-de-bioseguridad-en-las-granjas-av&iacutecolas.html
12. Las manos limpias protegen de las infecciones. OMS. 2017. Poster. Acceso en: http://www.who.int/csr/resources/publications/swineflu/gpsc_5may_How_To_HandWash_Poster_es.pdf?ua=1.
13. Disinfectants Approved for use in England, Scotland and Wales. Acceso en: http://disinfectants.defra.gov.uk/DisinfectantsExternal/Default.aspx?Module=ApprovalsList_SI
14. Frame, D.D. 2015.Disinfectants Against Avian Gripe Viruses. Utah State University. Acceso en: https://poultry.usu.edu/files/036_AG_Poultry_2015-01pr.pdf
15. Chen, Y., Liang, W., Yang, S., et al.et al. 2013. Human infections with the emerging avian influenza A H7N9 virus from wet market poultry: clinical analysis and characterisation of viral genome. The Lancet. Volume 381, Issue 9881: 1916–1925. Acceso en: http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0140673613609034.
16. Ku, K., Park, E., Yum, J., Kim, J., Oh, S., & Seo, S. 2014. Highly Pathogenic Avian Gripe A (H5N8) Virus from Waterfowl, South Korea, 2014. Emerging Infectious Diseases, 20(9), 1587-1588. https://dx.doi.org/10.3201/eid2009.140390.
17. Guía de buenas prácticas de higiene en granjas avícolas de puesta. Acceso en: http://www.mapama.gob.es/es/ganaderia/publicaciones/practicas-granjas-avicolas-puesta.aspx.
18. Bioseguridad avícola: http://www.mapama.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/sanidad-animal/bioseguridad-buenas-practicas/aves_bioseguridad.aspx.

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