Las nuevas variedades de patatas se abren paso entre los consumidores, que van solicitando más de nuevos productos, dejando en algunos momentos otra variedades de lado. Es lo que ocurrió el año pasado, que “en el resto de Europa hubo una fuerte demanda y el 70% de nuestra producción fue exportada bajo programa”, explica David Sánchez de PepSur Marketing. Portugal, Francia, Bélgica y Holanda son los principales consumidores de estas patatas que destacan por su “bonito acabado de piel roja con alto rendimiento, y adaptada para climas mediterráneos”, señala.
Como consecuencia, esta campaña se ha plantado más producto en previsión de un aumento de peticiones. Sin embargo, “hay una sobreoferta y esto está afectando a los precios, siendo totalmente diferentes a los del año pasado”. Esta situación hace que se estén dando en el mercado distintos valores, “aunque también depende de la calidad que se busque”, aclara Sánchez.
A día de hoy, hay otros países que también producen las Red Valentine y que pueden suponer en un momento dado una competencia a la producción española. Entre ellos, destaca Israel, Hungría, Macedonia o Marruecos.
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