Tanques de hormigón con forma de ánforas o huevos, para que el contenido se mantenga en movimiento; piletas de cemento sin epoxi, para posibilitar la oxigenación; plantación de cereales entre las vides, para ayudar a la tierra; viñedos cerca de la Costa Atlántica; experimentación con nuevos blends y varietales… La industria vitivinícola argentina decidió apostar [...]
Tanques de hormigón con forma de ánforas o huevos, para que el contenido se mantenga en movimiento; piletas de cemento sin epoxi, para posibilitar la oxigenación; plantación de cereales entre las vides, para ayudar a la tierra; viñedos cerca de la Costa Atlántica; experimentación con nuevos blends y varietales… La industria vitivinícola argentina decidió apostar a la innovación para ganar espacio en el mercado internacional y extender la fama alcanzada con el Malbec, de la mano de una nueva generación de bodegueros y enólogos que avanzan en el camino de la elaboración de productos de alta calidad.
Prueba de ello fue el resultado de la octava edición del Argentina Wine Awards, que se llevó a cabo días atrás en la ciudad de Mendoza, con la participación de 12 especialistas internacionales y 6 destacados enólogos nacionales que distinguieron con 16 trophies, 58 medallas de oro, 256 medallas de plata y 276 de bronce a las más de 650 muestras de 150 bodegas que debieron catar.
Organizado por Wines of Argentina y enmarcado en el Plan Estratégico Vitivinícola 2020 que coordina la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el certamen tuvo como corolario a un seminario en el que los principales comunicadores del vino del mercado internacional presentaron vinos de otros mercados y analizaron la realidad de la industria en el país.
?En términos enológicos, la Argentina lo logró. Se cuenta con el vino argentino en el mercado internacional. El futuro está asegurado si se mantiene la calidad, sobre todo en el mercado masivo, que consume lo que entiende y tiene la palabra Malbec asociada a la Argentina. Pero hay una generación de argentinos que está arriesgando. Hay un nuevo estilo de vinos en el país y es importante que se tomen esos riesgos?, sostuvo el periodista chileno Patricio Tapia, palabra autorizada en el mundo del vino como especialista de la revistas Wine & Spirits de Nueva York y Decanter de Londres.
A su cargo, estuvo la presentación de uno de los varietales estrellas del certamen: el Cabernet Franc, que en su versión nacional atrajo la atención de los jurados y los participantes del evento como una de las alternativas al Malbec con las que el país puede ganar mercado.
?Este es un país vitivinícola y nosotros queremos lo que ustedes hacen bien, lo que ustedes beben?, señaló al respecto el estadounidense Bruce Schoenfeld, editor de la revista Travel+Leisure y ex editor colaborador de Wine Spectator. ?Argentina elabora vinos que tienen una razón de ser. Si el vino es bueno, va a encontrar un lugar en el mercado?, agregó.
Y en esa búsqueda de los vinos con identidad nacional, los AWA incorporaron este año un trophy especial para cada una de las principales regiones vitivinícolas del país ?Norte, Mendoza, San Juan y Patagonia?, que destacó tanto a dos Malbec (Lindaflor 2009 y Serie Fincas Notables 2011), como a un blend (Paz 2012) y un Cabernet Franc (Fin Single Vineyard 2010). Muestra del nuevo camino por el que transita la industria vitivinícola argentina.
Prueba de ello fue el resultado de la octava edición del Argentina Wine Awards, que se llevó a cabo días atrás en la ciudad de Mendoza, con la participación de 12 especialistas internacionales y 6 destacados enólogos nacionales que distinguieron con 16 trophies, 58 medallas de oro, 256 medallas de plata y 276 de bronce a las más de 650 muestras de 150 bodegas que debieron catar.
Organizado por Wines of Argentina y enmarcado en el Plan Estratégico Vitivinícola 2020 que coordina la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), el certamen tuvo como corolario a un seminario en el que los principales comunicadores del vino del mercado internacional presentaron vinos de otros mercados y analizaron la realidad de la industria en el país.
?En términos enológicos, la Argentina lo logró. Se cuenta con el vino argentino en el mercado internacional. El futuro está asegurado si se mantiene la calidad, sobre todo en el mercado masivo, que consume lo que entiende y tiene la palabra Malbec asociada a la Argentina. Pero hay una generación de argentinos que está arriesgando. Hay un nuevo estilo de vinos en el país y es importante que se tomen esos riesgos?, sostuvo el periodista chileno Patricio Tapia, palabra autorizada en el mundo del vino como especialista de la revistas Wine & Spirits de Nueva York y Decanter de Londres.
A su cargo, estuvo la presentación de uno de los varietales estrellas del certamen: el Cabernet Franc, que en su versión nacional atrajo la atención de los jurados y los participantes del evento como una de las alternativas al Malbec con las que el país puede ganar mercado.
?Este es un país vitivinícola y nosotros queremos lo que ustedes hacen bien, lo que ustedes beben?, señaló al respecto el estadounidense Bruce Schoenfeld, editor de la revista Travel+Leisure y ex editor colaborador de Wine Spectator. ?Argentina elabora vinos que tienen una razón de ser. Si el vino es bueno, va a encontrar un lugar en el mercado?, agregó.
Y en esa búsqueda de los vinos con identidad nacional, los AWA incorporaron este año un trophy especial para cada una de las principales regiones vitivinícolas del país ?Norte, Mendoza, San Juan y Patagonia?, que destacó tanto a dos Malbec (Lindaflor 2009 y Serie Fincas Notables 2011), como a un blend (Paz 2012) y un Cabernet Franc (Fin Single Vineyard 2010). Muestra del nuevo camino por el que transita la industria vitivinícola argentina.
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