jueves, 27 de febrero de 2014

El Norte, mejor campaña, pero con las cuentas complicadas


Corolario de un año en donde la lucha contra las malezas se hizo difícil y de altos costos.

En términos climáticos, mejor, pero con las cuentas complicadas. Después de dos campañas de sequía, situación que amenazaba repetirse también en este ciclo, en el Norte el carril productivo se encaminó. Se hicieron rogar, pero llegaron las lluvias y, aunque en varias zonas se sembró tarde y hubo reducciones de superficie, lo que se implantó ya sea de soja, maíz u otros cultivos regionales se encuentra en una condición aceptable.
Esto pese a que el final sigue abierto y haber sembrado tarde podría reducir el rinde potencial. Además, detrás del actual escenario asoma, como en Salta, la preocupación por los números. Por la presión impositiva y la incidencia de los fletes, producir en campos alquilados dejó de ser rentable incluso para la soja, según los productores.
Con 4,9 millones de hectáreas y 7,2 millones de toneladas, en el ciclo 2012/2013 el Norte representó el 14,1% del área total sembrada a nivel país y el 7,2% de la cosecha, según la consultora Agritrend.
En Salta se sembraron 450.000 hectáreas con soja y 180.000 de maíz. Esto representa, según un informe de Prograno, una merma de 100.000 hectáreas en soja y, paradójicamente, una suba del 20% en maíz.
“En soja se observa una caída de alrededor de 100.000 hectáreas con relación a la campaña anterior, especialmente en los departamentos del norte de la provincia, donde se sembró entre un 60 y 70% menos. Esto se debe a que en esta región el margen de rentabilidad es negativo debido a la altísima presión impositiva, a través de las retenciones y a la incidencia del flete [entre US$ 60 y US$ 80 por tonelada]“, expresó Lisandro de los Ríos, gerente de Prograno.
Un cálculo: a valores de la soja nueva y con 2500 kilos, allí en campo alquilado el margen bruto da una pérdida de US$ 113 por hectárea.
La superficie con maíz es 20% mayor. De los Ríos explicó esto que parece contradictorio, ya que la rentabilidad también es negativa. “El productor prefiere perder con maíz y no con soja, puesto que con el maíz se logra un efecto positivo sobre los suelos”, apuntó.
Los productores tienen el consuelo de que los cultivos están mejor que los años anteriores que sufrieron con la sequía.
“Se encuentran con buen desarrollo. No les sobra nada y dependen de que llueva cada 10 días, debido a que las temperaturas son altas y las reservas son buenas pero no excelentes”, señaló Ignacio Pisani, productor.
Allí la soja y el maíz están ingresando en su etapa reproductiva.
Pisani indicó que se aguardan rindes inferiores por el atraso en la siembra. “Los rindes que se esperan serán un 10 a un 15% inferiores a lo normal, debido a que se sembraron en promedio 20 días tarde y sufrieron en sus inicios una alta temperatura y momentánea sequía que dejaron a casi todos los lotes sin sus cabeceras”, dijo. En tanto, para De los Ríos, los rindes serán normales, pero no se alcanzarán los máximos potenciales, de entre 25 y 28 quintales de promedio histórico en soja, y de entre 50 y 55 quintales en maíz.
Daniel Rossi, coordinador de los grupos CREA del NOA, brindó un panorama más general que abarca no sólo a Salta, sino a Jujuy, Tucumán, el oeste de Santiago del estero y el este de Catamarca. Destacó que la situación en general es de “buena a regular” y que se pudieron cumplir los planes de siembra. No obstante, acecharon amenazas.
“Es un año en donde la lucha contra las malezas se hizo difícil y de altos costos. Las plagas en general se controlaron bien en soja, pero en algunos lotes de maíz fueron necesario aplicar con insecticidas a pesar de contar con eventos genéticos tolerantes a estas plagas”, graficó.
Marcelo Zucal, coordinador de la región Chaco Santiagueño de Aacrea, contó que se sembró entre 90 y 100% de lo planificado, aunque hubo demoras. “En el Este y el Norte las lluvias empezaron temprano y en muchos casos a principio de febrero teníamos zonas, como Pampa del Infierno, Juramento (Chaco), Sacháyoj (Santiago del Estero), con más de 500 mm acumulados desde octubre. En tanto, la zona donde más se retrasó la siembra fue en Quimilí y Otumpa (Santiago del Estero), en el oeste de la región. Allí la soja se atrasó unos 15 a 20 días de la fecha buscada y el maíz, de 10 a 15 días”, indicó.
“Hay zonas con fecha de siembra casi ideal, otras con siembras bien entrado el mes de enero, pero la merma potencial de rendimiento (sobre 3500 a 3700 kilos) puede oscilar entre el 5 al 20%, siempre y cuando acompañen las buenas condiciones climáticas hasta principios de abril”, agregó.
En este contexto, Zucal advirtió que ante la suba de costos sólo con rindes muy por encima de los promedios históricos los resultados económicos pueden ser positivos.
Por su parte, Diego Sánchez Granel, director de Managro, que trabaja campos en el oeste de Santiago del Estero, desde Otumpa a Quimilí, y Gancedo, Chaco, graficó que allí hoy tienen los cultivos con un estado excelente. “Logramos sembrar 100% de los cultivos previstos. Hoy están en un estado excelente, con maíces con dos metros de agua en el perfil, y soja con 1,3 metros de agua en los perfiles”, dijo.
Con la demora en llegar las lluvias, sembraron más tarde. “Nos llovió después de año nuevo y sembramos la soja los primeros 10 días de enero. Habíamos sembrado un 30% el 20 de diciembre, pero perdimos un 30% de plántulas por estrés calórico. Al maíz lo sembramos del 10 al 20 enero, con solo una semana de atraso. Creo que estamos en carrera de los 30 quintales para soja y los 75/80 quintales de maíz”, proyectó el directivo de Managro.
En el norte de Santa Fe, la campaña tuvo un comienzo complejo primero por la sequía, luego los excesos de lluvias en noviembre y más tarde las altas temperaturas de diciembre. Pero en enero se estabilizó con las lluvias. Hoy los cultivos están, según Edgardo Dutto, coordinador CREA de la región Norte de Santa Fe, en un estado “optimo”.
“En soja de primera hubo algún retraso en la siembra, sin embargo el estado es muy bueno. Si las lluvias continúan acompañando se espera una excelente campaña. En cuanto a los maíces tardíos están muy buenos”, afirmó Dutto. Allí se sembró poco de maíz de primera por la falta de lluvias en agosto y el que se hizo en septiembre se recolectó con rindes bajos, de 20 a 50 quintales.

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