El especialista en agroclimatología dialogó con Alejandro Cánepa acerca de la perspectiva climática para las próximas semanas. También comentó las condiciones físicas que estarían disipando la posibilidad de un El Niño para la primavera, aunque aún hay servicios internacionales que no lo descartan.
AC: ¿Cómo se presentan las condiciones para la próxima semana?
ES: Tenemos varios días -desde hoy hasta el miércoles- con viento que llega del sur moderadamente, esto baja las temperaturas (sobre todo desde la mañana) en algunos lugares con heladas fuertes hasta el sur de Buenos Aires y desde aquí hasta el sur de Santa Fe heladas localizadas. A partir del miércoles el viento rota al norte hasta el 17 de agosto, que habrá un incremento térmico muy fuerte: por encima de 20 grados en toda la región pampeana y el norte con máximas cercanas a 30 grados. Esto trae humedad y nubosidad ocasionando lluvias bastante importantes. Después de la racha de lluvias vuelve a bajar la temperatura pero en forma moderada. Habrá una ventana climática hasta entonces, son 8 días que se pueden aprovechar para avanzar las labores y orear los campos.
ES: Tenemos varios días -desde hoy hasta el miércoles- con viento que llega del sur moderadamente, esto baja las temperaturas (sobre todo desde la mañana) en algunos lugares con heladas fuertes hasta el sur de Buenos Aires y desde aquí hasta el sur de Santa Fe heladas localizadas. A partir del miércoles el viento rota al norte hasta el 17 de agosto, que habrá un incremento térmico muy fuerte: por encima de 20 grados en toda la región pampeana y el norte con máximas cercanas a 30 grados. Esto trae humedad y nubosidad ocasionando lluvias bastante importantes. Después de la racha de lluvias vuelve a bajar la temperatura pero en forma moderada. Habrá una ventana climática hasta entonces, son 8 días que se pueden aprovechar para avanzar las labores y orear los campos.
AC: En Buenos Aires hay una impresionante cantidad de agua ¿las lluvias llegarán también a estas zonas?
ES: Si, pero por suerte tenemos la ventana climática que mencionábamos hasta el otro domingo. En estas zonas todavía el agua de los altos está drenando a los bajos. De manera tal que, en la Cuenca del Salado, sigue con ese proceso. Probablemente, aunque agosto y septiembre están más tranquilos muchos terrenos llegarán anegados a la primavera, momento en que esperamos lluvias importantes. Esto se acentuará pero aún no hay forma de solucionarlo porque no hay un buen sistema de conducción de los excesos hídricos para todas las áreas.
ES: Si, pero por suerte tenemos la ventana climática que mencionábamos hasta el otro domingo. En estas zonas todavía el agua de los altos está drenando a los bajos. De manera tal que, en la Cuenca del Salado, sigue con ese proceso. Probablemente, aunque agosto y septiembre están más tranquilos muchos terrenos llegarán anegados a la primavera, momento en que esperamos lluvias importantes. Esto se acentuará pero aún no hay forma de solucionarlo porque no hay un buen sistema de conducción de los excesos hídricos para todas las áreas.
AC: ¿Cómo vienen los pronósticos con respecto a El niño?
ES: Ahora estamos planteando lluvias importantes para la primavera pero es levemente por encima de lo normal. Está la amenaza de que se produzca un El Niño; esto lo formuló la agencia norteamericana del océano y la atmósfera y otros servicios internacionales lo han adoptado. Sin embargo, hay otros servicios como el australiano dicen que en realidad se está disipando la posibilidad de este fenómeno. Hay dos indicadores para cuando se produce un El Niño: primero, los vientos alisios que deben estar débiles (estuvieron débiles en febrero pero últimamente se fortificaron) y el otro indicador es la temperatura del centro del Pacífico ecuatorial -lo que se denomina zona Niño 3.4- esa zona estuvo caliente hasta mayo y luego se enfrió y actualmente esta una décima de grado por debajo de lo normal. Es decir que no hay indicadores físicos que lo anuncien. No obstante, algunos servicios mantienen el alerta, no olvidemos que este fenómeno genera bajas en las cotizaciones de Chicago porque se lo relaciona con altas producciones debido a las grandes lluvias.
ES: Ahora estamos planteando lluvias importantes para la primavera pero es levemente por encima de lo normal. Está la amenaza de que se produzca un El Niño; esto lo formuló la agencia norteamericana del océano y la atmósfera y otros servicios internacionales lo han adoptado. Sin embargo, hay otros servicios como el australiano dicen que en realidad se está disipando la posibilidad de este fenómeno. Hay dos indicadores para cuando se produce un El Niño: primero, los vientos alisios que deben estar débiles (estuvieron débiles en febrero pero últimamente se fortificaron) y el otro indicador es la temperatura del centro del Pacífico ecuatorial -lo que se denomina zona Niño 3.4- esa zona estuvo caliente hasta mayo y luego se enfrió y actualmente esta una décima de grado por debajo de lo normal. Es decir que no hay indicadores físicos que lo anuncien. No obstante, algunos servicios mantienen el alerta, no olvidemos que este fenómeno genera bajas en las cotizaciones de Chicago porque se lo relaciona con altas producciones debido a las grandes lluvias.
AC: ¿Qué pasa con las napas?
ES: Tuvimos dos rachas muy fuertes de lluvias en poco tiempo: una fue en la primavera de 2012 que se inundaron 12 millones de hectáreas en la provincia de Buenos Aires y desde febrero hasta ahora. Esto mandó mucha agua a las napas. Lamentablemente no tenemos una freatimetría para analizarlo. Cuando se armó la red del INTA en 1958 se pusieron freatímetros en todas las estaciones, pero luego no se hicieron lecturas y no están los datos. Esto debería retomarse para modelizar cómo se comportan las napas porque lo único que sabemos es que suben y bajan muy rápido. En este momento hay lugares en donde se puede trabajar porque están casi a superficie.
ES: Tuvimos dos rachas muy fuertes de lluvias en poco tiempo: una fue en la primavera de 2012 que se inundaron 12 millones de hectáreas en la provincia de Buenos Aires y desde febrero hasta ahora. Esto mandó mucha agua a las napas. Lamentablemente no tenemos una freatimetría para analizarlo. Cuando se armó la red del INTA en 1958 se pusieron freatímetros en todas las estaciones, pero luego no se hicieron lecturas y no están los datos. Esto debería retomarse para modelizar cómo se comportan las napas porque lo único que sabemos es que suben y bajan muy rápido. En este momento hay lugares en donde se puede trabajar porque están casi a superficie.
Fuente: La hora del campo
Radio Continental Alejandro Cánepa
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