viernes, 29 de agosto de 2014

CHILE: Abejas


Plantación de árboles y flores ricos en néctar, un banco de semen de zánganos, colmenas urbanas y zonas de reserva, son algunos métodos que se están instaurando.
En primavera los árboles y arbustos comienzan a florecer y soltar sus aromas y pólenes. Esta, es la época perfecta del año para las abejas. Ellas vuelan de un lado a otro absorbiendo néctar de las flores y captando el polen en sus cuerpos peludos para llevarlos de una a otra, siendo los principales polinizadores del planeta.
En Chile hay 450.000 colmenas aproximadamente y cada año la población disminuye en un 8%. La agrónoma de la ONG Plan Bee, Paula Pedreros, afirmó a hoyxhoy que esto “puede generar la desaparición de las abejas, a nivel mundial, en aproximadamente 15 años si no se hacen cambios radicales hoy”. Chile por sus condiciones climáticas podría ser un refugio para ellas.


Causas de la desaparición
La población de abejas sucumbe por una sumatoria de factores ambientales y humanos. Por ejemplo, el uso indiscriminado de pesticidas por parte de la agricultura industrial las enferma con sus químicos. Los monocultivos o las plantaciones de una sola variedad de especie vegetal conlleva a que se alimenten de la floración de un solo árbol, generando nutrientes solo de un polen. Esto, explicó Pedreros, “es como si estuvieras alimentándote todos los días de té. Te alimenta y te sostiene, pero no te formas como corresponde. Lo mismo pasa con las abejas, por ejemplo, el polen del palto tiene poco nivel proteico y consumir solo su polen las hace más propensas a enfermedades”.
También su bienestar es afectado por las torres de alta tensión y las antenas de celular, ya que varían el comportamiento de las abejas, haciendo que se desorienten de su colmena, y las estresa hasta la muerte. Además, las chaquetas amarillas se comen sus larvas, y las abejas suelen defenderse en grupo, pero si están débiles, están más expuestas a ser atacadas.


Sin ellas todo cambia

Se calcula que más de la mitad de los cultivos frutales y vegetales que el hombre consume, son gracias a la polinización de las abejas. Por ejemplo, en el mundo polinizan el 80% de zapallos y duraznos, el 90% de melones, sandías y limones, y el 100% de las paltas y almendras, según gráficos de Plan Bee.
Ahora, si se piensa en la cadena alimenticia, gracias a ellas se obtienen muchos alimentos. Por ejemplo, las semillas de los pastos que alimentan a las vacas se originan de plantas polinizadas por abejas, sin pasto no hay vacas, y sin vacas no hay leche. Si las abejas desaparecen, en primer lugar habría una escasez de alimentos, que conllevaría a enfermedades por falta de los nutrientes de frutas y verduras; y luego vendría una gran pérdida de empleos relacionados al área agricultora.


Métodos de salvación
Chile podría ser un santuario para estos importantes insectos porque según Pedreros, “gracias a las condiciones geográficas que funcionan como barreras naturales en Chile somos un país mucho más libre de enfermedades, virus e insectos que afectan al bienestar de las abejas”. Pero hay que protegerlas de los factores mencionados anteriormente. ¿Cómo? Plantando árboles y flores ricas en néctar y aromas, como romero, tomillo, margaritas, menta, lavanda, manzanilla, limón, mango y albahaca, entre otras.
Plan Bee instaló la primera zona de reserva para ellas en Los Molles, donde junto a otros insectos polinizadores (abejorros y mariposas) viven en un lugar aislado de los factores que las afectan. Además, han establecido colmenas urbanas en jardines de diferentes comunas de Santiago para su preservación y para que las que viajan entre ciudades tengan un espacio de recuperación, descanso y alimento.

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