domingo, 3 de agosto de 2014

De frente


El discurso de Luis Miguel Etchevehere, titular de la SRA, no tuvo mayores repercusiones a pesar del calibre de sus palabras.  Julio De Vido contestó a la acusación de Etchevehere, que había señalado que la política que comenzó con Néstor Kirchner y que está llevando a cabo su esposa Cristina, concluyó en una “década depredada”.
“La verdadera década dilapidada fue la neoliberal, cuando se entregó el patrimonio del Estado con la complicidad y el aplauso permanente la Sociedad Rural Argentina", respondió el ministro de planificación. Su opinión no sorprende, tratándose de uno de los funcionarios más antiguos del kircherismo. Tampoco sorprende que De Vido defienda al gobierno al poco tiempo de escuchar las declaraciones de Etchevehere, aunque no es tan veloz para explicar por qué en la Argentina hay hogares sin gas o se pasan días sin luz en verano, hechos que competen exclusivamente a su cartera. 
Más llamativa fue la respuesta de Julián Domínguez, especialmente por su condición de exministro de agricultura.  “El pensamiento del presidente de la Sociedad Rural sólo le permite mirarse el ombligo y no puede poner luces altas para ver un futuro mejor para la Argentina”, declaró. A continuación, agregó que: “Es imperioso avanzar en un capitalismo nacional fuerte, en el que las cooperativas de productores tengan una mayor participación en el comercio de granos, para que la renta de la comercialización de alimentos quede en manos de los argentinos”.
No es extraño que el gobierno haya salido a atacar a la SRA, ni que se haya animado a refutar los nefastos números que dio Etchevehere sobre el cierre de frigoríficos, la disminución del rodeo y la salida de productores de la actividad. A la realidad no se le hace frente, ni siquiera con soluciones.
El sueño de Domínguez de cooperativas de productores es también un deseo de los tamberos, que están convocando a una nueva asamblea para lanzar un plan de lucha y definir la creación de un grupo sólido que funcione como “formador de precios”, según reconoció a La Hora del Campo Daniel el Oggero, referente tambero de la Federación Agraria.
La idea es nuclearse para hacerle frente a la medida del gobierno, que pisa el precio del litro de leche en $3, un valor que deja en situación de quebranto al productor. Es decir, que lo que pretende Domínguez es algo que, sin quererlo, está fomentado el mismo kirchnerismo: la unión entre productores y entidades. Es paradójico que su anhelo de comunión para  aumentar la productividad, se concrete bajo otro mandato: resistir a las políticas destructivas de su propio gobierno.
Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa

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