martes, 25 de febrero de 2014

El fracaso de la política ganadera y del doble comando




La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires  y La Pampa reitera su sorpresa y desconcierto tras las contradictorias acciones llevadas por el Gobierno Nacional en relación a la ganadería.

En enero pasado técnicos de las entidades asistieron a una reunión convocada por el Ministro de Agricultura Carlos Casamiquela en la que se planteó la voluntad de volver a lograr un 80 % de hacienda para consumo interno y de 20 % para exportación y el compromiso de trabajar al máximo para lograr una política integral de carnes para el país.

Durante la mesa de diálogo, coordinada por el subsecretario de Ganadería, Jorge Dillon, se abordaron cuestiones técnicas como el control comercial, el sistema de información, la oferta de hacienda, el peso de faena y el acceso a mercados internacionales,

También la cuestión del acceso a los mercados internacionales se discutió ampliamente y se presentaron algunas iniciativas de cara al futuro. El subsecretario Dillon dijo al respecto que "queremos cumplir con la Cuota Hilton y vamos a tratar de abrir todos los mercados que nos sean posibles".

Pasaron pocos días para que esa reunión quede en el recuerdo, ya que el Gobierno volvió a cerrar las exportaciones de carne por decisión del  Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio, enterrando toda pretensión del silencioso Ministerio de Agricultura de poder reactivar el sector ganadero, y profundizando la destrucción de la ganadería.
Algo que vienen desarrollando con persistencia y marcado éxito desde el año 2005 mediante la no emisión de ROE (permisos de exportación), con la intervención de los mercados a través de normas no escritas, de medidas que no permiten tener previsibilidad alguna y hasta con el incumplimiento de la cuota Hilton.

No solo se perdió un 20% del stock vacuno, se desincentivo la inversión y la productividad frente a un crecimiento sostenido de la oferta.  También se perdieron 22.000 puestos de trabajo y se perdió el liderazgo en el mercado mundial de carnes, pasando del 3º al 12º lugar en el ranking, de exportaciones".

Frente al desconcierto por no acertar con las políticas, se nombra al cuestionado matarife y carnicero Alberto Samid, como Director de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires, la cual ha ido dejando de tener presencia de actores prestigiosos de la producción en los últimos años para ir convirtiéndose en simple ámbito de reunión de teóricos del error, como Guillermo Moreno y ahora el cuestionado Samid.

Desde que asumió el nuevo Secretario de Comercio Interior Augusto Costa, se recostó en el matarife Samid y el creador del programa social “Carne para todos”, Carlos Bruzzese, para controlar el precio de la carne y retrotraerlo a valores de noviembre de 2013.

Lo cierto es que  aplicando las mismas medidas que su antecesor Moreno, no solo siguen poniendo en riesgo la oferta de carne en la mesa de los argentinos, sino también dejando a trabajadores de la industria frigorífica en la calle.

Costa debería saber que los precios de referencia no se pueden fijar artificialmente de un día para otro, se fijan con la libre oferta y demanda, y para que los mismos retrocedan,  hace falta producir más y mejor, cosa que el Gobierno Nacional ha impedido hacer, ya que  las medidas que adoptan no favorecen ni a la producción, ni a la estabilidad laboral, ni al consumidor.

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