lunes, 11 de agosto de 2014

¿Cuál es la estrategia de Cristina Kirchner frente a los holdouts y el caso Boudou?


Argentina ante la crisis de los fondos buitre y el caso Boudou
Resistir, numantinamente, es vencer. Esa es la estrategia de Cristina Kirchner en la actual coyuntura tanto en el caso de “los fondos buitre” como en lo que se refiere a los dos procesamiento que lleva a cuestas su vicepresidenteAmado Boudou.
La razón de esa resistencia presidencial es transformarse en el referente de futuro (por el deseo de volver a la presidencia en 2019) para la izquierda argentina. Resistir a los “fondos buitre” y enfrentarse al gobierno deBarack Obama la convierte en símbolo de la lucha contra los poderosos en el terreno financiero (los holdouts) y frente a la gran potencia mundial (los Estados Unidos).
A la vez que mantiene su negativa a pagar a los “fondos buitre” y a acatar las resoluciones del juez Thomas Griesa, Argentina inició procedimientos contra EEUU ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por considerar que las decisiones adoptadas por los tribunales estadounidenses sobre la reestructuración de su deuda violan su soberanía.


Es viable la estrategia de Cristina Kirchner
La pregunta es si toda esta estrategia es viable. A corto plazo, y hasta enero, parece que sí. Lo es electoralmente y en la cuestión de la imagen.
La imagen positiva de la gestión de Cristina Kirchner subió un 7% en relación a junio de este mismo año, según un informe difundido por la consultora Management & Fit.

Cristina Fernandez fondos
Cristina Kirchner afronta la recta final de su mandato que acaba en 2015

Y la percepción positiva de la gestión de la mandataria ha crecido: en junio había una aprobación del 25,8%, mientras que en julio fue del 32,4%.
La presidenta se esfuerza en mostrarse a sí misma como una heroica defensora de la nación frente a las acometidas de los enemigos exteriores.
Todo lo cual refuerza aún más su imagen y la catapulta como líder de la izquierda para 2019.
“Cada vez que la Argentina se torna viable y ha tomado una autonomía razonable comienzan los misiles y bombardeos permanentes. Estamos para poner el pecho a las balas en los momentos difíciles, con mucha tranquilidad”, es la imagen simbólica que Cristina Kirchner está cultivando para convertirse en caudillo de la izquierda rebelde y nacionalista.
Argentina sola contra el mundo, Argentina sola frente a los poderosos trae a la mente momentos históricos como el del enfrentamiento de Juan Manuel de Rosas contra el Imperio británico en 1845 o el de Perón contra los EEUU del embajador Braden en 1945.
El historiador Luis Alberto Romero señala que “el Gobierno se ha movido muy bien en su terreno favorito: el discurso (que se) ubica en la conocida saga de la lucha entre la nación y el imperio. Sumando los dos motivos, el triunfo del Gobierno fue completo, como lo ha sido casi siempre. Hasta los más decididos opositores adoptaron con naturalidad una denominación que conduce inexorablemente a la antinomia “patria o buitres”….No hubo cuestionamientos frente a esta manipulación del nacionalismo, que coloca una cuestión contractual en el ámbito de la moral y de los sagrados intereses de la patria”.
Además, el gobierno argentino, la propia presidenta y Áxel Kicillof creen que económica y financieramente no va a ocurrir nada en Argentina a causa del default.


Cristina Kirchner: “Algunos intentan decir que se viene el mundo abajo y que todo va a ser horrible y espantoso. Nosotros vamos a seguir trabajando como lo hicimos siempre, que es lo que mejor sabemos hacer. Por ahí nos equivocamos ¿Pero saben qué? Nos equivocamos porque laburamos, nunca nos equivocamos por no hacer nada”.


La idea es que a diferencia de lo que fue la suspensión de pagos del 2001, no es probable ningún cambio brusco en la economía o una crisis como aquella. Sobre todo porque los niveles de deuda son relativamente bajos y no es un problema de insostenibilidad de la deuda como la de 2001. Por lo tanto, los efectos que va a tener la economía van a ser mucho más moderados.
El mensaje del ejecutivo va en esa línea y es el siguiente: “Algunos intentan decir que se viene el mundo abajo y que todo va a ser horrible y espantoso. Nosotros vamos a seguir trabajando como lo hicimos siempre, que es lo que mejor sabemos hacer. Por ahí nos equivocamos ¿Pero saben qué? Nos equivocamos porque laburamos, nunca nos equivocamos por no hacer nada”.
De todas formas, sí va a tener consecuencias: el principal efecto es que al país se le dificulta tener acceso a los mercados internacionales. Si bien es cierto que desde hace cinco años que Argentina no accede a esos mercados, desde este año el gobierno había dado algunos pasos para normalizar su relación con los mercados. Todo ello en un contexto de necesidades tanto del gobierno nacional por su creciente déficit y  necesidades de financiamiento.

 BUENOS AIRES (ARGENTINA), 09/06/2014.-EFE/David Fernández
Dos procesamientos penden sobre el vicepresidente Amado Boudou

Al no tener financiamiento, eso impacta el crecimiento de la economía y se estima que la caída rondaría el 1,5 por ciento del PIB para 2014 y, en caso de que el país no pueda acceder a los mercados este año, la caída podría profundizarse hasta 2 o un 2,5 por ciento.
También podría tener efecto en una mayor inflación, que podría llegar al 37 o 38 por ciento.

Standards & Poors cree que “otro tema importante es el nivel de reservas internacionales que, si bien en los últimos meses ha estado estable, al no tener acceso a los mercados internacionales no se generan ingresos de divisas y, probablemente, las pocas inversiones directas que se tenían proyectadas para la segunda parte del año no lleguen. Eso genera que no ingresen divisas y las compras de éstas presionan el tipo de cambio”.
En el caso Boudou la dinámica es similar. El vicepresidente acumula ya dos procesamientos y su mera presencia institucional provoca un gran desgaste político por el boicot de la oposición a sesionar cuando él preside el Senado.
En este caso, Cristina Kirchner lidera un apoyo irrestricto a su vicepresidente. En primer lugar porque dejar caer a Boudou en estos momentos delataría una señal de debilidad que no se puede permitir la presidenta.
Y en segundo lugar porque abandonar al vicepresidente podría tener consecuencias poco mensurables en este momento. Sobre todo por el temor a que Boudou tirara de la manta llevándose por medio a otros ministros y altos cargos argentinos.


Qué pasará en el futuro
Otra de las dudas es qué pasará en enero cuando, en teoría, el gobierno argentino ya puede pagar a los “fondos buitre” sin el riesgo a que los otros tenedores de deuda exijan el pago del 100%.

"... Fernández dice que su país no caería en suspensión de pagos este miércoles porque ya depositó los más de 500 millones que debe abonar por la deuda reestructurada"
“… Fernández dice que su país no caería en suspensión de pagos porque ya depositó los más de 500 millones que debe abonar por la deuda reestructurada” 


Cada vez es más factible que Cristina Kirchner decida en enero pagar a quienes aceptaron las quitas de 2005 y 2010 y hacerlo fuera de EEUU.
Carlos Pagni, uno de los columnistas mejor informados de Argentina, recuerda unas palabras muy esclarecedoras de la presidenta en 2013: “Hemos tomado -dijo- una decisión (.): para los que tienen bonos argentinos, el 93 por ciento, vamos a reemplazar esos títulos por otros similares, por moneda extranjera, por los mismos plazos, únicamente que serán pagaderos aquí, en la República Argentina, en la Caja de Valores.”.
Para Pagni “en el mar de hipótesis en el que está navegando la economía, la del cambio de sede para el pago de los títulos es la más verosímil y segura. Y la agitación internacional que lleva adelante el kirchnerismo para denunciar el “fallo injusto” serviría de marco a esa decisión”.
Además, esto iría acompañado del mantenimiento de la negativa a pagar a los holdouts.
El analista del diario La Nación apunta que existen “otros indicios según los cuales el Gobierno seguirá en rebeldía frente a Griesa con independencia de la cláusula RUFO. Uno de ellos es que Kicillof insiste en que no pagará la sentencia porque el monto es excesivo. Los holdouts deben aceptar US$ 300 millones en lugar de los US$ 1680 millones que les asignó Griesa”.
“Hay -prosigue Pagni- una señal más poderosa a favor de que la Presidenta desobedecerá la sentencia de Griesa… en agosto del año pasado, Cristina Kirchner hizo aprobar por el Congreso la ley 26.886, que reabría el cerrojo que impedía negociar con los holdouts. En su artículo 4º, el texto estableció que los acreedores que quisieran cobrar debían renunciar no sólo a los derechos estipulados en sus bonos, sino también a sentencias judiciales como la de Griesa”
“La cláusula es determinante porque desalienta cualquier negociación al final de la cual un grupo de bancos compre la sentencia de los holdouts“, concluye Pagni.
En resumen, Cristina Kirchner aspira a resistir a los “fondos buitre” y a EEUU con la esperanza de que, aguantando tan solo un año, quede su figura en la memoria colectiva como la de una heroína que resistió al imperialismo económico y político y una líder de la “izquierda nacional” para 2019

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