En 1996 Ciro Rodríguez comenzó a criar cabras de razas criollas, basadas en las cruzas genéticas existentes en el país. Con el correr de los años se crea la cabaña Cerro Negro y se dedican a industrializar la leche. En la actualidad Cerro Negro –Villa Rodríguez, San José- trabaja con unas ochenta cabras de las […]
En 1996 Ciro Rodríguez comenzó a criar cabras de razas criollas, basadas en las cruzas genéticas existentes en el país. Con el correr de los años se crea la cabaña Cerro Negro y se dedican a industrializar la leche.
En la actualidad Cerro Negro –Villa Rodríguez, San José- trabaja con unas ochenta cabras de las razas de origen suizo Saanen y Toggenburg.
Según Ciro Rodríguez, la utilización de queso de cabra en algunos restaurantes y en recetas de canales gourmet, generalizó el producto hasta llegar a las grandes cadenas de supermercados. La planta industrializadora de Cerro Negro también compra leche remitida por otros productores, por lo cual la producción de sus ochenta caprinos es mínima.
Se estima que el rodeo nacional está compuesto por unos sesenta productores y que por día, las cabras en promedio producen dos litros cada una. Explicó que hay casos en los cuales se llega a cuatro litros, todo depende de las condiciones de cada productor.
En la actualidad, Cerro Negro es proveedor de restaurantes y cadenas de supermercados, pero en su comienzo, apenas un par de restaurantes requerían del queso de cabra.
El incremento de la demanda quedó de manifiesta este año cuando, por problemas de zafralidad y manejo de la leche, hubo un desabastecimiento del productor.
Según Rodríguez ya están trabajando para que ello no suceda en el futuro porque aclaró que la avidez por los productos caprinos sigue y es muy grande.
Lo catalogó como un negocio rentable si se hace un buen manejo del mismo y lo definió como ideal para explotaciones familiares.
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