El milagro electoral

A pesar de estar concentrado en optimizar la producción y los negocios a través de herramientas como el Congreso CREA 2013 y toda clase de eventos de capacitación, el sector mantiene en pie sus acciones de reclamos. La semana entrante se expresará en una concentración frente al Ministerio de Agricultura de la Nación, en Buenos Aires.

El motivo podría ser cualquiera de  las actividades que están heridas de muerte por las políticas del Gobierno, pero en este caso convoca la crítica situación de los tamberos. En el marco del Congreso realizado en Río Cuarto, Eduardo Buzzi señaló que “así no se puede seguir”, y explicó que los tamberos reciben el mismo precio que hace dos años y que se produce la misma cantidad que en los últimos tres.

El dirigente fue muy explícito cuando alertó que “el productor no aguanta más” y destacó que la situación se agrava por la sequía en el NOA y en la Pampa Húmeda. Y agregó: “O nos ponen adicionales por litro de leche o se paga más. El productor no puede seguir así. Ya era hora de que esta protesta que se viene realizando en cuencas lecheras y pueblos del interior se vea en Buenos Aires”.

Nadie puede acusar a los tamberos de impacientes. Después de varias reuniones con el ministro Yahuar, desde hace más de un año que no tienen respuestas, aun cuando en el último encuentro la pelota había quedado del lado del funcionario: había prometido un análisis de competitividad del sector que los productores nunca recibieron.

Pero la falta de soluciones no es problema exclusivo de los tamberos. El presidente de la Asociación de Productores Centro Chaqueños,  Daniel Karban manifestó su preocupación por la fuerte sequía que está aquejando a su provincia y que también afecta al NOA, Norte de Santa Fe, Norte de Buenos Aires y todo el corredor de la Costa Atlántica. 

Karban explicó que “va a ser la tercera campaña que venimos fracasando. Hay una tristeza y una impotencia tremenda de los productores, porque al que tiene ganadería se le están muriendo los animales. Falta pasto y lo poco que se sembró de girasol está desapareciendo. Llevamos dos campañas totalmente nulas en rendimiento ocasionando pérdidas para los productores y para el Estado provincial”.

El escenario es triste, pero más desolador es ser consciente que los productores que han pasado por lo mismo el año pasado no han recibido ninguna ayuda, aun cuando los funcionarios acordaron declarar la ley de emergencia agropecuaria. Está visto que a las palabras – aunque escritas y firmadas- se las lleva el viento.

Los magros resultados electorales pusieron en alerta al Gobierno de la necesidad de implementar cambios. Hasta el momento éstos se anunciaron en temas como seguridad y salarios, pero no sería extraño que el campo reciba algún guiño en estos días. De todas maneras, no hay que confundir gestos con hechos.  

Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa