El actual asesor legal de CARBAP había pronosticado la declaración de inconstitucionalidad que la Corte Suprema dictaminó ayer en el fallo contra la reforma del Consejo de la Magistratura.

El fallo parecía caer de maduro y se dio. Seis de los siete jueces que integran la Corte Suprema de Justicia de la Nación (la única excepción fue Eugenio Zaffaroni) fallaron en contra de la elección popular de la totalidad de los integrantes del Consejo de la Magistratura. Este fallo va en la misma línea que sostuvo desde un principio el asesor y ex presidente de CARBAP, Juan Pedro Merbilhaa.
“El fallo de la Corte es exactamente lo que dije”, afirmó Merbilhaa, tras recordar el análisis de las leyes que realizó cuando estos proyectos fueron presentados. Para el jurista, la Corte “ha hecho un manual de derecho constitucional muy prolijo. Diría que lo que ha dicho la Corte, con menos altura, podría ser objeto de una clase de instrucción cívica”.
Luego, Merbilhaa se dedicó a responder a las reacciones de los funcionarios públicos contra el fallo que pone fin a la elección de consejeros. “Aníbal Fernández no vale la pena, ya bastante daño hacen estando en funciones, con opiniones arbitrarias, sin legitimidad más que el voto masivo que no reivindican con sus acciones. No tiene entidad”.
De la respuesta de la presidente, dijo: “Como profesional del derecho, la presidente no puede decir estas cosas. Han denigrado a la Nación argentina, haciendo cosas en contra de la estructura jurídica válida y legítima del Estado argentino”.
“No vale la pena rebatir argumentos. Si una presidente, un senador y el ministro de Justicia Alak dicen lo contrario, no son dignos de estar en los cargos que están. No tienen idoneidad para el cargo o son mentirosos”, añadió.
Merbilhaa dio por cerrado la disputa judicial, pero pone la lupa en la lucha política: “Las razones jurídicas se terminaron. El máximo tribunal de la Nación ha aplicado en forma estricta el alcance de la máxima ley que es la Constitución. No hay más nada que decir. Esto desnuda otra cosa, que esta gente no tiene un proyecto democrático republicano, sino un proyecto totalitario. Nunca creyeron en la Constitución”.
“En la Argentina, no existe otra forma de democracia que no sea la que está reglamentada en la Constitución. Aquel que impulse otro tipo de representación está afuera del régimen constitucional argentino. Quieren anular la constitución. Lo que hay que marcar a la sociedad es que estamos en manos de gente que no quiere el régimen institucional argentino. En derecho político está definido como un totalitarismo”, finalizó.
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