sábado, 29 de junio de 2013

Qué dicen los economistas sobre el “Plan Cuatro P” del Gobierno para ganar en octubre

El economista Carlos Melconian plantea que Cristina buscará hasta octubre controlar “las cuatro P”: precios congelados, pesos en la calle, paralelo contenido y plata fresca del blanqueo. Los pronósticos de los especialistas consultados por LPO sobre como evolucionarán los indicadores claves
El economista Carlos Melconian publicó hoy un informe en donde resume las cuatro variables que el gobierno deberá mantener controladas hasta octubre si quiere ganar las elecciones. Las llama “las cuatro P” y consisten en: Precios congelados, Pesos en la calle, Paralelo contenido y Plata fresca del blanqueo.
Desde su estudio sostienen que el kirchnerismo no dará ningún viraje en la política económica y solamente tratará de “salir del paso” con medidas que apunten a que la situación macro no empeore.
En primer lugar, descuenta que el descongelamiento de los precios provocará una inflación más alta que la de los últimos meses, cuando estuvo vigente el acuerdo entre Guillermo Moreno y las grandes cadenas de supermercados.
Sin embargo, se espera que el precio del grupo de productos que conforman “los 500 congelados” del Secretario de Comercio Interior suban con más moderación que el resto, como así también el de los servicios que regula Moreno: prepagas, colegios, tarifas públicas, medicamentos, etc. Según Melconian, “la premisa es que el poder adquisitivo no se resienta más de la cuenta”.
En cuanto a la emisión, el documento plantea que “a partir de junio – julio y hasta fin de año la ‘maquinita’ fiscal va a funcionar a pleno”. Es que luego de la feroz expansión monetaria de fines de 2012, el Banco Central optó por una política más ortodoxa, restringiendo la base monetaria y subiendo las tasas de interés cuando el blue se disparó a $10. Pero esa situación se revertiría en la segunda parte del año.
“Probablemente, también esté el complemento inyector de no esterilizar pesos (o incluso desesterilizar no renovando el total de las letras al vencimiento para no convalidar subas de la tasa de interés)”, acotan desde Carlos Melconian y Asociados.
Por su parte, el dólar paralelo parece estar pasando por un momento de relativa calma, pero que es sólo cuestión de tiempo para que el blue vuelva a reactivarse. “Los meses previos a la elección seguramente serán de tensión por más que el gobierno intente suavizar las subas”, reza el informe.
“El panorama de mediano plazo es de menos reservas y más emisión de moneda: esto implicará un recorrido del paralelo alcista”, argumenta Melconian.
LPO conversó con dos analistas, quienes dieron sus impresiones sobre el movimiento que tendrán estas variables en lo que queda del año.
Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad, advirtió que “hay un tema estacional con la emisión; la mayor parte se da en el segundo semestre”.
Para Laspina, la fuerte emisión del Central de fines del año pasado fue lo que hizo disparar la cotización del dólar paralelo y que eso podría volver a suceder durante estos meses previos a las elecciones. De todas formas, explicó que la entrada en circulación de los Cedin, que funcionará como una cuasimoneda, “va a pinchar un poco” el precio de la moneda norteamericana.
Rodrigo Álvarez, de la consultora Analytica, consideró que el gobierno “va a tratar de mantener el blue en los niveles actuales para no generar dudas”. Para ello, pronosticó que seguirá la intervención sobre las cuevas que realiza Moreno y la venta de bonos baratos por parte de la Anses. “No veo que vayan a hacer algo distinto”, afirmó.
Además, también proyecta que el Cedin “va a entretener a mucha gente, va a servir como válvula de escape del blue”.
Laspina recordó que el año pasado el déficit fiscal fue de 55 mil millones de pesos y este año se espera que el rojo llegue a los 80 mil millones. “Si se tiran esa cantidad de pesos al mercado va a haber presiones sobre variables nominales”, contó, refiriéndose a los precios y el dólar blue.
Álvarez coincidió en que el gasto público se incrementará durante la segunda mitad del año. Sin embargo, no cree que la presión de los precios se incremente, porque, según su análisis, “el consumo sigue frío” y los empresarios no tienen tanto margen como otros años para trasladar las subas.
“Con el congelamiento el gobierno ganó unos meses, pudo planchar las expectativas de inflación de un 25-30 por ciento a un 20-25 por ciento”, destacó el economista, que dirige Analytica con Ricardo Delgado. “No hubo un cambio estructural, pero consiguió bajar la inflación en dos o tres puntos en el año”, subrayó.
Álvarez apuntó que las grandes empresas de consumo masivo vienen de un semestre que no fue bueno, que había comenzado a dinamizarse con las paritarias de mayo pero que justo en ese momento se descongelaron los precios.
Cedin y Reservas
La última variable clave que destaca Melconian son las reservas del Banco Central. Pero este es el único factor de los cuatro que no tiene relevancia para el electorado.
El stock de divisas de la entidad presidida por Mercedes Marcó del Pont viene cayendo ininterrumpidamente desde que se implementó el cepo cambiario, en parte por la fuga que se da vía turismo e importaciones, sobre todo de energía.
Para Álvarez, “el gobierno fue relajando el control a las importaciones para que no se frene la economía como en el 2012, pero a costa de un drenaje mayor de reservas, en el período en donde debería estar acumulándolas”.
La película que muestran las reservas es siempre declinante, porque en septiembre deberán afrontarse compromisos de deuda por U$S2000 millones que tendrán un impacto negativo.
“Las reservas son el indicador más importante”, comentó Laspina, para quien la merma “está yendo a velocidad crucero”, un ritmo insostenible en el largo plazo.
“Con los Cedines ganaron tiempo antes de que se acaben las reservas”, concluyó.

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