Ante rindes de indiferencia muy altos
A los granos les falta precio o les sobra costo. La falta de precio es consecuente de la imposición de retenciones. Una parte de los costos altos es consecuencia del atraso cambiario.
El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sur de Córdoba sobre la base de los precios estimados a cosecha 2014, para trigo, girasol, maíz y soja. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sur de Córdoba sobre la base de los precios estimados a cosecha 2014, para trigo, girasol, maíz y soja. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
El ciclo 2013/14 presenta números proyectados más que ajustados, con quebrantos a la vista, salvo que se logren rendimientos muy altos.
Para el caso, en campo propio para "salir hecho" se requerirán no menos de 35 quintales de trigo, 17 quintales de soja de segunda, 63 quintales de maíz, 15 quintales de girasol o 23 quintales de soja de primera.
Cualquier baja de precios que se produzca en relación con los 195 u$s/tn proyectados para el trigo, 294 u$s/tn para soja, 169 u$s/tn para maíz o 300 u$s/tn para girasol llevará a que los rindes de indiferencia aumenten.
En relación con los costos no es mucho lo que puede hacerse, salvo el financiamiento a cosecha, tal como ya ocurrió en el ciclo pasado. Esto no mejora el cuadro de resultados, pero permitiría seguir adelante en aquellos casos en los cuales la situación financiera sea muy ajustada.
En campos arrendados los rindes de indiferencia son mayores: 40 qq/ha para trigo, 20 qq/ha para soja de segunda, 71 qq/ha para maíz, 20 qq/ha para girasol y 28 qq/ha para soja de primera.
La definición de los planes de siembra muy posiblemente se realice con los rindes de indiferencia en la mano, en función de las expectativas de rendimiento que se tengan para cada potrero y en función de lo que agronómicamente correspondería por rotación.
A los granos les falta precio o les sobra costo. La falta de precio es consecuente de la imposición de retenciones. Una parte de los costos altos es consecuencia del atraso cambiario.
Tal como está planteado el contexto, es poco probable que ambas cuestiones puedan resolverse en el corto plazo, de modo que los resultados dependerán casi exclusivamente de lo que ocurra en materia climática.
El ciclo 2013/14 presenta números proyectados más que ajustados, con quebrantos a la vista, salvo que se logren rendimientos muy altos.
Para el caso, en campo propio para "salir hecho" se requerirán no menos de 35 quintales de trigo, 17 quintales de soja de segunda, 63 quintales de maíz, 15 quintales de girasol o 23 quintales de soja de primera.
Cualquier baja de precios que se produzca en relación con los 195 u$s/tn proyectados para el trigo, 294 u$s/tn para soja, 169 u$s/tn para maíz o 300 u$s/tn para girasol llevará a que los rindes de indiferencia aumenten.
En relación con los costos no es mucho lo que puede hacerse, salvo el financiamiento a cosecha, tal como ya ocurrió en el ciclo pasado. Esto no mejora el cuadro de resultados, pero permitiría seguir adelante en aquellos casos en los cuales la situación financiera sea muy ajustada.
En campos arrendados los rindes de indiferencia son mayores: 40 qq/ha para trigo, 20 qq/ha para soja de segunda, 71 qq/ha para maíz, 20 qq/ha para girasol y 28 qq/ha para soja de primera.
La definición de los planes de siembra muy posiblemente se realice con los rindes de indiferencia en la mano, en función de las expectativas de rendimiento que se tengan para cada potrero y en función de lo que agronómicamente correspondería por rotación.
A los granos les falta precio o les sobra costo. La falta de precio es consecuente de la imposición de retenciones. Una parte de los costos altos es consecuencia del atraso cambiario.
Tal como está planteado el contexto, es poco probable que ambas cuestiones puedan resolverse en el corto plazo, de modo que los resultados dependerán casi exclusivamente de lo que ocurra en materia climática.
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