domingo, 3 de noviembre de 2013

Moreno y Kicillof ahora boicotean el corte con biodiesel


El gobierno se opone al aumento del corte interno del biocombustible con gasoil. Esta posición está terminando de liquidar a las fábricas locales que ya venían muy golpeadas por el bloqueo europeo. En menos de un año en el sector se estima una pérdida de divisas de u$s 800 millones.
La industria argentina de biodiesel no sólo debe afrontar el bloqueo comercial impuesto por la Unión Europea, sino también una serie de problemas internos producidos a partir de la intervención del Gobierno nacional en el mercado local.
Esto porque el kirchnerismo –por orden de Guillermo Moreno y Axel Kicillof- desarmó un novedoso sistema de mezcla de biodiesel con gasoil cuyo objetivo era llegar a un 10 por ciento durante el presente año 2013.
El plan era que en junio pasado dicho cupo llegara a representar casi 100.000 toneladas de biodiesel. Sin embargo, ambos funcionarios dispusieron que en julio el corte de biodiesel se reduzca a menos de 80.000 toneladas mensuales.
De esta manera, las plantas elaboradoras de biodiesel –ubicadas en la zona de influencia de Rosario- podrían haber afrontado de mejor manera el bloqueo dispuesto por las autoridades de la UE en represalia por la expropiación de YPF.
Las razones del giro
Pero, ¿por qué el Gobierno ahora decide atentar contra una industria creada en 2007 por impulso de la propia gestión kirchnerista?, fue lo que intentó averiguar La Política Online con varios referentes del sector.
Para Claudio Molina, director de la Asociación Argentina de Biocombustibles, “a las compañías petroleras les conviene más importar gasoil porque está desgravado que incorporar biodiesel en el mercado local que tributa un 41% de impuestos”.
“Se está atentando contra la compra de un producto nacional otorgando un tratamiento impositivo diferencial a un producto importado, mientras la industria local de biodiesel presenta un alto porcentaje de capacidad ociosa”, explicó Molina.
El especialista advirtió que “al demorarse o abortarse los planes de expansión del uso de biodiesel en la matriz energética, sumado a las sanciones que está aplicando Europa a nuestro país, la industria local está al borde del cierre”.
Moreno y Kicillof parecen decididos a impedir que el corte de biodiesel con gasoil supere el actual 7 por ciento.
El problema es esta política –también promovida por los directivos de las compañías que integran la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA)- comenzó a afectar el nivel de empleo en las firmas locales.
“Ya hay un fuerte impacto en la capacidad ociosa y en las fuentes de trabajo. Actualmente, el aprovechamiento de la capacidad instalada en las industrias se encuentra en un 40 por ciento”, comentó Luis Zubizarreta, vicepresidente de ACSOJA.
“En nuestro país hemos hecho importantes inversiones para alcanzar mayor producción, con más tecnología, conocimiento, y estas medidas indudablemente afectan al conjunto del sector”, añadió Zubizarreta.
En este contexto, según datos de la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), durante el primer semestre de 2013 la producción de biodiesel cayó un 42 por ciento, mientras las exportaciones lo hicieron a un ritmo aún mayor del 52 por ciento.
Como sea, por el bloqueo europeo y por la imposibilidad de aumentar el porcentaje de corte interno, entre septiembre de 2012 y junio de 2013 se estima una pérdida de divisas del orden de los 800 millones de dólares.
Por último, cabe recordar que en 2011 las exportaciones de biodiesel pasaron de apenas 168.000 toneladas en 2007 a 1,7 millones de toneladas en 2011 (todo antes de la aparición de estos factores internos y externos).

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