sábado, 30 de noviembre de 2013

La ganadería entra en otra fase de liquidación de hembras


El valor crítico se ubica en 43% del total de animales que van a sacrificio y en octubre pasado superó el 44%, un claro indicador del desaliento que atraviesa el sector.
Con el mandato de Guillermo Moreno al frente de la Secretaría de Comercio Interior prácticamente finalizado ya que se va a Italia el próximo lunes como agregado comercial, distintos sectores de la economía argentina continuarán soportando por largo tiempo las consecuencias de las erróneas medidas que implementó el polémico funcionario.
Aún resuena entre los industriales ganaderos, por ejemplo, la frase de Moreno que aludía a que “las carnes no sufrieron aumentos de precios en los últimos años”, una afirmación que fue tajantemente descartada a partir de los números presentados por el sector.
En el último informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) se destaca en la parte editorial que los precios al público para la carne aumentaron más del doble de la variación de precios que sufrió el ganado en pie en los últimos dos años. Teniendo en cuenta un índice de base 100, el precio de la hacienda medido desde octubre del 2011 a la fecha apenas se movió hacia arriba un 10,7%. En tanto el valor de la carne vacuna en el mostrador mostró un aumento paulatino y sostenido en similar período de tiempo, que lo llevó a una variación cercana al 30%.
Entonces para Ciccra cabe la pregunta de ¿por qué si la materia prima (el ganado en pie) no modifica su valor, el precio de venta al público sí lo hace? Para que ocurra esta distorsión en el precio de un mismo producto hay que buscar el origen en el reacomodamiento de otras variables, entre ellas el aumento de los costos industriales, laborales y comerciales, es decir la incidencia de la inflación sobre todos los ítems mencionados. Esta evolución al alza no fue privativa del ganado vacuno, ya que también avanzaron en igual sentido la carne de pollo y la de cerdo. La de pollo se encareció 24,7% en los últimos dos años, mientras que la de cerdo lo hizo un 22,6%.
En nuestra región, una de las principales superficies comerciales aplicó incrementos en el valor de los distintos cortes cárnicos vacunos de entre un 1,4% en el mejor de los casos, hasta un 49% en el que más se encareció en apenas ocho meses de este año. El bife ancho con hueso que en marzo de este año se podía conseguir en los locales por 46,90 pesos el kilo trepó hasta los 69,90 pesos a mediados de noviembre pasado.
El matambre fue otro de los cortes que aumentaron bastante su valor de venta al público, un 44,7%, desde los 46,90 pesos que valía en marzo del 2013 a los 67,90 pesos que cuesta en la actualidad.
Pero estos incrementos no sólo se dieron en aquellos cortes más caros sino que también abarcaron a algunos otros más tradicionales o populares de la cocina argentina. La aguja con hueso, por ejemplo, muy utilizada para la elaboración de tucos para acompañar pastas o en estofado, se encareció en ocho meses de este año un 27% hasta casi 47 pesos por kilo. La picada especial pasó de 44,90 pesos el kilo a 54,90 pesos, con una variación positiva de 22,2% en ocho meses.
Y la lista continúa con el osobuco, que se encareció un 18% y llegó a 40 pesos el kilo, o la paleta que hoy se vende a 50 pesos el kilo, un 20% más que el valor que tenía en marzo de este año.
Curiosamente, el precio de venta del lomo se mantuvo prácticamente sin cambios en el tramo mencionado, con un avance de dos pesos al igual que la colita de cuadril, que se incrementó en igual proporción.
Dejando de lado el mercado doméstico, a nivel nacional lo que más preocupa por estos días al sector industrial cárnico es el incremento del número de hembras en el nivel de faena. Éste es un claro indicador de hacia dónde marcha por ahora la ganadería y en este sentido las señales no son muy alentadoras. Si un sector comienza a desprenderse de lo que le permite crecer o mantener su inversión, entonces allí se está generando un problema y hay una pérdida de credibilidad en que el negocio pueda llegar a tener una evolución favorable en un futuro a mediano o largo plazo. Esto ocurre actualmente en la ganadería argentina, se está liquidando lo que año a año permite generar la materia prima para seguir funcionando, se están vendiendo las vacas a un nivel superior al recomendable para mantener el negocio en pie.
Faena y producción
En octubre pasado la industria frigorífica vacuna alcanzó el nivel de actividad más alto de los últimos 46 meses, superando en casi 5% la marca establecida en julio del corriente año. Según estimaciones realizadas por Ciccra se habrían faenado casi 1.190.000 cabezas de ganado vacuno, es decir casi 150.000 más que en octubre del 2012 (+14,3%). Y una vez más la mayor parte del crecimiento de la actividad sectorial se explicó por un aumento mayor de la faena de hembras en relación con la de machos (67,5% vs. 32,5%). Asimismo, es importante resaltar que por primera vez desde abril del 2010 la participación de las hembras en la faena total fue superior al valor crítico de 43%. Finalmente el ciclo ganadero pareciera querer ingresar en una nueva fase de liquidación de existencias, tras un cuatrimestre en el cual se observó con claridad que la fase de retención de vientres iniciada en la primavera del 2009 había llegado a su fin.
En el décimo mes del año la faena de hembras subió 23,8% anual, en tanto que la de machos hizo lo propio en 7,8% anual. De esta forma, se cumplieron 19 meses en los cuales el crecimiento de la actividad sectorial se explicó principalmente por el incremento más rápido de la faena de hembras en relación con la de machos. En términos absolutos, se faenaron 100.549 hembras más que en octubre del 2012, mientras que se sacrificaron sólo 48.305 machos más que un año atrás.
La participación de las hembras llegó a 44,1% en octubre de este año, guarismo que resultó 3,4% mayor al verificado en igual mes del 2012. Tras cuatro meses en los cuales se observó con claridad que la fase de retención de vientres iniciada en la primavera del 2009 había llegado a su fin, finalmente en octubre del 2013 el ciclo ganadero pareciera querer ingresar en una nueva fase de liquidación de existencias.
Y cuando se consideran los primeros diez meses del año, la faena total se ubicó en 10,5 millones de cabezas de hacienda vacuna, es decir 12% por encima del registro enero-octubre del 2012. Y del referido total, 42,7% correspondió a la categoría hembras, lo que arrojó un alza de 2,5% interanual. En términos absolutos se faenaron 1,136 millones de cabezas más que en los primeros diez meses del año anterior, 63,4% de las cuales fueron hembras y sólo 36,6% machos. En términos interanuales la faena de hembras creció en 720.000 cabezas y la de machos en 416.000 cabezas.
Por último, en lo que respecta a la producción de carne vacuna, y partiendo de un peso promedio de 224 kg/res/gancho, en octubre alcanzó un nivel de 266.000 toneladas res con hueso (tn r/c/h), volumen un 13,2% mayor al registrado un año atrás. En términos absolutos, se produjeron 31.100 tn r/c/h más que en octubre del 2012. Y con estos guarismos, en los primeros diez meses del año la producción de carne vacuna ascendió a 2,380 millones de tn r/c/h, lo que significó un crecimiento de 10,5% interanual. En términos absolutos, la producción aumentó en 226.900 tn r/c/h. Así como en relación con el piso de enero-octubre de 2011, la producción de carne vacuna acumuló un alza del 14,8%, respecto del ‘máximo’ alcanzado en el mismo lapso del 2009 mantuvo una caída de 15,9%.

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