La semana estuvo teñida por el movimiento que trajo el regreso de Cristina Fernández, luego de casi 50 días de licencia por su intervención. Entre otras cuestiones, uno de los cambios impacta fundamentalmente en el sector: la salida de Norberto Yahuar del Ministerio de Agricultura y la asunción de Carlos Casamiquela, el nuevo hombre al frente de la cartera. Hay muchos temas por resolver y mucha expectativa sobre sus hombros fundamentalmente por su perfil técnico (ex director del INTA). El mandatario está muy cerca de las entidades, porque la mesa del INTA venía articulando de alguna manera con representantes de las entidades. Hay que ver si finalmente se acciona la posibilidad de recibir en una mesa de diálogo a los representantes del sector aunados y no por separado como pretendía el ex ministro.
Casamiquela ha transitado casi toda su carrera en el INTA y, en principio se ha mostrado abierto al diálogo, entre otras cosas dijo que la incorporación de ciencia y tecnología es clave para incrementar la producción y afirmó en cuanto a las directivas que recibió por parte de la Presidenta: “me dijo que haga lo que soy capaz de hacer”
También asumió como Ministro de Economía Axel Kiciloff quien designó a Augusto Costa, como reemplazo de Guillermo Moreno a partir del 2 de diciembre. Costa es un hombre joven, muy técnico también y que venía acompañando la gestión anterior. En su figura recaen varios de los temas que reclaman sectores que están más allá del agropecuario. Hasta el momento se bosquejaron algunas intenciones que aun no fueron formalizadas en medidas: la intención de trabajar en el recupero de reservas el eje conductor. Más allá de estos cambios de guías, no serán giros bruscos los que se produzcan, como bien dijo el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, también recién asumido.
El flamante jefe de Gabinete concretó su primera reunión con empresarios y sindicalistas afines al gobierno: se hablo de inflación, presión tributaria y financiamiento, algo que piden urgentemente para incrementar la producción y la rentabilidad. El pedido en lo concreto es que se brinde un marco de previsibilidad, reglas claras y un horizonte medianamente certero hasta el término de la gestión actual.
Así y todo, todavía inquieta ver qué lectura terminará de hacer el gobierno de la derrota electoral de octubre y cómo se terminan de acomodar las cosas; todavía hay cambios en el gabinete que pueden llegar a producirse.
Uno de los signos de pregunta de la reunión de ayer –cierta continuidad del llamado del diálogo social- es que por ahora el campo estuvo ausente y nuevamente en la sala de espera. Es muy reciente, es cierto, si se toma otro rumbo frente al sector las cosas podrían lucir muy diferentes. Por el momento, el signo está abierto a la espera.
Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa
Alejandro Cánepa
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