La cadena británica de supermercados Sainsbury ha dado un importante paso para reducir su huella de carbono participando en el ensayo del primer camión del mundo de transporte refrigerado naturalmente.
El sistema de refrigeración utilizará dióxido de carbono en lugar de hydrofluorcarbono sintético, también conocido como HFC, para el transporte de alimentos refrigerados y congelados.
Sainsbury trabajó con Carrier Transicold durante dos años en la nueva tecnología de refrigeración libre de HFC, utilizando una versión modificada de NaturaLINE, sistema de refrigeración que fue desarrollado inicialmente para los contenedores marítimos. Esta incorporación en el transporte refrigerado puede no parecer relevante pero es porque muchos consumidores no están conscientes de cuán perjudicial son para nuestro entorno los estándares actuales de refrigeración.
Dentro de los pasillos de un supermercado no se piensa nunca en los sistemas que mantienen congelados los helados y la leche fría. Los HFC son un conjunto de gases muy perjudiciales y son la fuente más rápida de crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo.
La refrigeración para el transporte de alimentos en camiones es aún más problemática. La Environmental Investigation Agency (EIA) afirma en su informe anual de 2012, los sistemas de refrigeración utilizados en los medios de transporte son más susceptibles a pérdidas de gas y con la creciente popularidad de la entrega a domicilio, esta es un área que debe ser abordada con la mayor urgencia.
Es cierto que el dióxido de carbono no es la solución perfecta pero es una alternativa mucho mejor al potente HFC actualmente usado en las unidades de refrigeración. Las actividades humanas están alterando el ciclo del carbono, añadiendo más CO2 a la atmósfera e influyendo en la capacidad natural de la atmósfera para eliminar el CO2. Es por eso que cabe esperar que se encuentren nuevas formas más sustentables y menos dañinas para el medio ambiente para mantener la cadena de frio en los alimentos.
Por otra parte, Sainsbury también ha incorporado a 51 vehículos de su flota el combustible Dual con un ahorro de hasta un 25 % en emisiones de carbono (más de 2.090 toneladas de CO2) que se suma al cambio de refrigerante para lograr una mayor reducción de emisiones de CO2.
La flota ecológica, una de las más grandes en el Reino Unido, opera con una combinación de bio-metano producido a partir de la descomposición de material orgánico en vertedero y diesel. Cada vehículo de combustible Dual evitará la emisión de unas 41 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.
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