Los servicios veterinarios uruguayos ya se están preparando para una nueva evaluación de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), una herramienta que apunta a brindar mayor transparencia y confiabilidad a los mercados
Los expertos del organismo internacional rector de las normas sanitarias que son refrendadas por la Organización Mundial de Comercio (OMC), trabajarán del 28 de abril al 9 de mayo de 2014.
Todos los países de la región que no han tenido una evaluación de la OIE deberán hacerlo; están faltando Argentina y Brasil. A la vez, aquellos que ya la tienen, deberán tener una segunda evaluación de seguimiento.
“Para el caso de Uruguay, como la herramienta cambió desde el 2007 hasta el momento y tiene 47 competencias críticas, vamos a trabajar sobre las nuevas competencias críticas y sobre aquellas competencias que Uruguay entendió que mejoró”, explicó el secretario técnico de la Dirección General de Servicios Ganaderos, José Gallero a El País.
Una competencia crítica es por ejemplo, la capacitación continua de los veterinarios, del personal científico y técnico de los servicios veterinarios, así como la vigilancia epidemiológica (las acciones de monitoreo de enfermedades y las acciones de prevención para evitarlas).
Brasil hará la evaluación este año, pero Uruguay, como tenía la agenda muy cargada, la pidió para el año que viene. Como jefa de equipo trabajará una experta de la OIE de Costa Rica, Sabine Kuther, junto a Cristina Ramírez (Chile) y Marta Martínez (Estados Unidos).
El total de 47 “competencias críticas” que se evalúan se distribuyen en cuatro capítulos. Entre esas competencias están los recursos humanos y financieros, la autoridad y competencia técnica, la interacción con las partes interesadas (ganaderos, ciudadanos y veterinarios privados) y el cuarto capítulo es acceso a los mercados.
Según Gallero, la evaluación de la OIE es una herramienta que fue diseñada con una base técnica para los países miembros, está consensuada, es independiente y es de alguna forma, confidencial.
En caso de Uruguay, la primera evaluación que se hizo en 2007 se aceptó que fuera divulgada y figura entre las 15 evaluaciones de países que publicadas en la página web de la OIE.
Se trata básicamente de una evaluación técnica independiente, a diferencia de las evaluaciones que hacen los países que quieren comprar un producto producido por Uruguay y “esa es una de las fortalezas más grandes”, aseguró Gallero.
La transparencia siempre fue para Uruguay una de las mejores armas y así lo demostró en los tiempos más difíciles, cuando en 2.000 la fiebre aftosa golpeó al departamento de Artigas y, posteriormente, cuando en 2001 se extendió en 2.020 casos clínicos informados que abarcaron a todo el territorio.
Esto ha sido reconocido y compensado por los mercados más exigentes que abrieron las puertas a la carne, los animales en pie y los subproductos de origen animal, aún cambiando normativas por más que Uruguay fuera libre con vacuna.
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