El retraso ha sido respaldado por el Partido Popular Europeo y da un respiro a España
El Parlamento Europeo (PE) ha decidido retrasar un mes el voto de la nueva directiva sobre tabaco, inicialmente previsto para el próximo martes 10 de septiembre, lo que ha suscitado las críticas de varios partidos y de organizaciones sanitarias, que consideran que la decisión se debe a presiones del sector tabaquero, pero también un aivio temporal al sector en España. El voto de la nueva normativa estaba inicialmente previsto el día 10 en la sesión plenaria de la Eurocámara que se celebra en Estrasburgo (Francia), pero esta fecha ha sido modificada por el 8 de octubre, ampliando así el plazo para la introducción de nuevas modificaciones en el texto. Esta decisión ha sido criticada por la eurodiputada socialista británica Linda McAvan, autora del informe sobre la directiva, quien señaló que el retraso ha sido respaldado por el Partido Popular Europeo (PPE), el grupo mayoritario en la Eurocámara y por otras formaciones liberales (ALDE) y conservadoras (ECR y EFD).
McAvan afirmó en un comunicado que se trata de un retraso “decepcionante”, ya que “se habían respetado todos los plazos y procedimientos puestos en marcha desde enero”. La eurodiputada destacó la importancia de garantizar “que el voto salga adelante el 8 de octubre, y de que no habrá más tácticas de retraso”.
Previamente, el presidente del grupo parlamentario de los socialistas y los demócratas, Hannes Swoboda, denunció que el retraso se debió a que el Partido Popular Europeo “había cedido a las presiones del lobby del tabaco”.
El grupo de los verdes también apuntó a la responsabilidad del “lobbismo” del sector, que, a su juicio, “ha logrado una nueva victoria en la carrera contrarreloj para que la directiva salga adelante antes del fin de la legislatura”, según dijo en un comunicado la vicepresidenta de la formación, Michèle Rivasi.
“Esto no es sorprendente, sabemos que la industria tabaquera emplea un ejército de lobbistas en Bruselas”, afirmó la eurodiputada francesa, quien recordó que el tabaco es la primera causa de muerte evitable en la UE.
En la misma línea, la plataforma Smoke Free Partnership (SFP), que agrupa a organizaciones de pacientes, personal sanitario e investigadores de la UE, señaló su “profunda preocupación” por la modificación de la fecha, así como sus “sospechas sobre una nueva interferencia del sector del tabaco”, en un comunicado.
La elaboración de una nueva directiva para la regulación del tabaco y otros productos derivados estuvo marcada por las críticas del sector tabaquero y por la dimisión del anterior comisario de Sanidad y Consumo, John Dalli, debido a un supuesto caso de tráfico de influencias.
El pasado mes de junio, los Veintisiete lograron cerrar un acuerdo sobre el nuevo texto legislativo, aunque para ello tuvieron que suavizar de forma significativa la propuesta inicial del Ejecutivo comunitario.
En particular, redujeron el tamaño de los mensajes disuasorios que llevarán las cajetillas e introdujeron un período transitorio para la prohibición del mentol y otros aromas. El grupo popular apoya ahora la introducción de nuevas modificaciones como reducir aún más los mensajes disuasorios (hasta el 50% del tamaño de las cajetillas, mientras que la propuesta actual establece un 75%), permitir la venta de cigarrillos “slim” (delgados) o posponer la prohibición del uso de mentol.
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