lunes, 23 de septiembre de 2013

MÉXICO: Problemática por el uso del Clenbuterol en animales destinados a la producción de carne en México


Los agonistas B-adrenérgicos (también conocidos como B-agonistas) tienen efectos, estructura química y propiedades farmacológicas similares a las catecolaminas epinefrina y norepinefrina (también llamadas adrenalina y noradrenalina, respectivamente, de aquí la raíz de la palabra adrenérgico) (Figura 1). Las sustancias adrenérgicas pueden estimular una respuesta (agonistas) o inhibir una respuesta (antagonistas) a nivel de los receptores que se encuentran en las células. Así, los agonistas B-adrenérgicos estimulan una respuesta de los receptores celulares B, mimetizando la actividad de la adrenalina (FAO/WHO, 1997; Lueso y Gómez, 1990).
Entre los B-agonistas, el grupo de los agonistas B2-adrenérgicos es el más importante. La actividad biológica de este grupo se atribuye al anillo aromático, que puede ser sustituido con grupos hidroxi, halógenos, aminas, hidroximetilos, ciano o sus diferentes combinaciones. La sustitución química (especialmente halógenos) conectado al anillo aromático afecta significativamente la magnitud promedio de excreción de los agonistas B2-adrenérgicos en mamíferos, así como su afinidad por unirse al receptor, por ejemplo el cloro en la estructura del clenbuterol (CLB). Con el paso del tiempo, se desarrollaron generaciones posteriores de B-agonistas con diferencias estructurales que resultan en vida media de eliminación más corta, es decir, actividad más corta y baja acción oral potencial en animales para la producción cárnica, como zilpaterol, ractopamina, salbutamol, cimaterol, terbutalina, mabuterol ,entre otros (Pleadin et al., 2012).

Respecto a la aplicación de B-agonistas sintéticos en animales para la producción de carne (zilpaterol y ractopamina, específicamente), así como también las posibles consecuencias adversas que pueden resultar del uso de estas sustancias, las opiniones de los científicos y de la legislación establecida en algunos países difieren significativamente, por ejemplo la Unión Europea, China y Rusia prohíben su uso, mientras que Japón, Corea del Sur, EUA, Canadá y México, entre otros, se permite su empleo. El nuestro es de los pocos países que permiten el uso de esas dos sustancias en la engorda de ganado bovino y porcino, respectivamente. De acuerdo a estudios toxicológicos individuales, no se han dado a conocer efectos nocivos significantes en la salud humana y animal, siempre y cuando se respeten las dosis anabólicas prescritas y los respectivos tiempos de retiro antes del sacrificio. El zilpaterol puede ser usado con propósitos anabólicos en ganado vacuno en África del Norte y México, y el uso de ractopamina se permite en 21 países durante la engorda de cerdos. Los B-agonistas aparecen en el mercado bajo diversos nombres comerciales, como Spiropent/Ventipulmin (clenbuterol), Paylean (ractopamina) y Zilmax (zilpaterol).
Generalidades y efectos fisiológicos del clenbuterol
El clenbuterol (CLB) (4-amino-B[(tert-butilamino)metil]-3,5 alcohol diclorobenzil) es un agonista B2-adrenérgico sintético. Posee efectos fisiológicos similares a los esteroides anabólicos, que promueven el crecimiento de tejido muscular y la reducción de la grasa corporal, por lo que es usado ilegalmente en dosis superiores al recomendado para uso terapéutico, actuando como agente de repartición para ganar ventaja competitiva en algunos animales productores de carne, como bovinos, borregos y cerdos. En todas las especies, la sustancia se distribuye ampliamente en los tejidos y la excreción es predominantemente vía la orina como clenbuterol no metabolizado (Kuiper et al., 1998).
Modificaciones en la canal y en la calidad de la carne
Existen estudios que establecen que con la aplicación de clenbuterol se ha logrado aumentar el porcentaje de proteína cárnica y reducir el contenido de grasa cerca de 40%, mediante la estimulación de la síntesis de proteínas (inhibición de proteólisis) y degradación de grasa (lipólisis). A pesar de que las diferencias en el peso vivo no son significativas, el rendimiento de la canal aumenta debido al incremento del tejido magro en la relación magro/grasa, causado por la hipertrofia muscular.
Las principales modificaciones que se manifiestan en la carne de animales tratados con clenbuterol, son: a) la menor terneza debido a la disminución de la grasa intramuscular (marmóreo) resultando en el endurecimiento del músculo; b) el oscurecimiento de la superficie de los cortes (menor cantidad de mioglobina oxigenada) y c) se afecta la capacidad de retención de agua, ya que con la disminución del nivel de glucógeno muscular en animales tratados con clenbuterol, la caída del pH postmortem no alcanza valores tan bajos como en los no tratados, por lo que existe mayor carga neta y por tanto, mayor cantidad de agua inmovilizada (Lueso y Gómez, 1990).
Aplicación de clenbuterol con fines terapéuticos y anabólicos
Los B2-agonistas son sustancias químicas que han sido usadas por más de tres décadas para usos terapéuticos en medicina humana y veterinaria en el tratamiento de bronquitis crónica, enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y asma, ya que relaja las vías respiratorias, expandiéndolas y haciendo más fácil la respiración, así como agente tocolítico en animales e incluso como una droga que mejora el desempeño en atletas (FAO/WHO, 1997).
CUADRO 1. Niveles de clenbuterol reportados en brotes de intoxicación humana.

Existen investigaciones que indican que el uso del clenbuterol, cuando es administrado como fármaco de forma terapéutica y bajo prescripción veterinaria, representa un riesgo mínimo para el consumidor. Sin embargo, su uso ilegal en animales como anabolizante para aumentar la cantidad de músculo puede dar lugar a graves intoxicaciones. En algunos países, el clenbuterol sólo puede ser usado con propósitos terapéuticos para obtener acción broncolítica y tocolítica en bovinos y equinos en dosis de 10-20 µg dos veces al día, lo cual es 5-10 veces menor que la dosis anabólica (Kuiper et al., 1998). Debido a la posible utilización del clenbuterol para fines terapéuticos, con el objetivo de controlar el posible uso indebido de tales anabólicos, la Comisión del Codex Alimentarius recomienda límites máximos residuales (LMR) para bovinos y equinos de 0.2 µg/kg en músculo y grasa, 0.6 µg/kg en hígado y riñones, y 0.05 µg/L para leche de vaca (CAC/MRL, 2012).
En 1988 su uso se generalizó como “agente de repartición” al emplearse como promotor de crecimiento de animales de engorda en dosis anabólicas (muy superiores a las dosis terapéuticas), provocando un incremento significativo en la masa corporal magra y un decremento en la cantidad de grasa corporal, mejor aprovechamiento de los alimentos y por ende un aumento en el crecimiento de los animales, además de modificar las características organolépticas de la carne. El conocimiento de estas “bondades” condujo a que muchos productores las incluyeran, a veces indiscriminadamente, en la dieta de sus animales, impactando negativamente en la salud humana. La administración prolongada de dosis anabólicas promotoras de crecimiento de clenbuterol al ganado, pueden conducir a la acumulación de residuos en el hígado como tejido comestible, lo cual puede inducir a una reacción farmacotoxicológica en los consumidores.
Intoxicación alimentaria debido a residuos de clenbuterol
Aunque los efectos tóxicos de los residuos de clenbuterol se han descrito como leves, la FDA considera inaceptable cualquier efecto indeseable en los humanos. Es posible que las personas tratadas con agentes adrenérgicos o quienes son sensibles a estas drogas, puedan ser afectados más severamente por residuos de clenbuterol que las personas normalmente sanas.
En México, como en muchos países, se prohíbe el uso de clenbuterol como promotor de crecimiento en animales destinados al consumo humano, sin embargo continúan presentándose casos de intoxicación. El uso ilegal del clenbuterol en la producción animal ha causado severos envenenamientos por ingestión de alimentos contaminados y el cuadro de intoxicación normalmente se presenta de una a seis horas posterior a su ingestión.
Se debe considerar además que aunque parte del clenbuterol administrado se excreta o metaboliza, hay una cantidad muy importante que queda retenida en el organismo, sobre todo en la retina (donde se encontrarán las mayores concentraciones), en hígado y en menor cantidad en músculo de los animales tratados. Por tanto el consumo de vísceras procedentes de animales tratados de forma descontrolada con elevadas cantidades de clenbuterol, presentan un mayor riesgo de envenenamiento que la carne. Aunado a esto, investigaciones científicas indican que los métodos de procesamiento térmico dados a la carne comúnmente (cocimiento, horneado, freído y preparación en microondas) no pueden inactivar o remover significativamente la concentración de residuos acumulados en los tejidos de animales expuestos a dosis de clenbuterol, excepto bajo condiciones de procesamiento extremos (Pleadin et al., 2012).
En la década de los 90’s, se reportaron diversos casos de intoxicación ocurridos en Europa que implicaron el consumo de carne e hígado (principalmente) contaminados con residuos de clenbuterol, y aunque cabe señalar que no se reportaron muertes en estos brotes, las personas fueron hospitalizadas con síntomas reversibles como incremento en el ritmo cardiaco, tremores musculares, dolor de cabeza, nausea, fiebre y escalofrío. Los casos registrados de alimentos con presencia de clenbuterol se presentan en el Cuadro 1. Estos casos presentaron concentraciones de clenbuterol superiores al LMR establecido por el Codex Alimentarius.
Existen reportes recientes de varios casos de brotes de intoxicación alimentaria debido a la presencia de residuos de clenbuterol en China, con miles de personas afectadas. Incluso se tiene conocimiento de un caso de fallecimiento en 2006 debido a la ingestión de hígado de porcino con la presencia de este fármaco (Lai et al., 2007).
En México se han dado a conocer casos muy importantes mediáticamente sobre la presencia de clenbuterol en productos cárnicos, sin embargo no existe información sobre la concentración del B-agonista implicada en ellos. Gran parte de los análisis que se llevan a cabo en la inspección gubernamental, se basan únicamente en pruebas cualitativas de inmunoensayo. El alimento que más comúnmente se ha relacionado con los casos de contaminación en México es el hígado de bovino (70%). Los casos sospechosos de intoxicación por clenbuterol requieren de vigilancia médica y es importante que las personas afectadas sean valoradas en cuanto comienzan las manifestaciones ya que aunque generalmente su evolución es benigna, aquellas personas que presenten problemas cardiacos el desenlace pudiera ser fatal.
Situación actual en México
A pesar de que la Secretaría de Salud (SSA) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) han negado que en el país exista un problema generalizado con el uso de clenbuterol y que el consumo de carne es seguro, lo cierto es que la adición de este B-agonista por parte de algunos productores de ganado continúa siendo una realidad, tal como es reportado por diversas fuentes periodísticas (El Universal, 2013; La Jornada, 2013). El requerimiento de carne con menor contenido de grasa, especialmente por consumidores en algunos estados del Centro y Occidente de México, promueve el uso de clenbuterol en algunos centros de producción, de manera que la inclusión continúa. La aplicación de estas sustancias en el ganado de carne resulta en mejores propiedades sensoriales para este mercado, con menores porciones de grasa tanto intramuscular como de cobertura y mayor proporción de tejido muscular.
Dado que la carne y vísceras de bovino son parte de la dieta del mexicano, se han establecido acciones preventivas que intentan desalentar a los productores en el uso de clenbuterol en la engorda de ganado. Sin embargo, de acuerdo a resultados obtenidos recientemente (Morales et al., 2013), es una realidad que el uso ilegal de esta sustancia durante el crecimiento del animal sigue siendo una práctica común por parte de algunos productores. Las muestras analizadas en este trabajo presentaron concentraciones de clenbuterol en hígado de bovino comercializado en la Ciudad de México, desde 3.9 hasta 185.3 µg/kg, que son similares o menores a la mayoría de los valores reportados en algunos casos documentados de envenenamiento alimenticio en varios países, cuyas concentraciones se dan en el Cuadro 1. Los niveles de clenbuterol en algunas muestras de hígado de bovino encontradas en esta investigación alertan de un probable problema de salud pública en la Ciudad de México debido al uso masivo de este B-agonista empleado para engordar ganado.

Acciones implementadas para evitar el uso ilegal de clenbuterol en México.

De acuerdo a la NOM-064-ZOO-2000, está en vigor la prohibición del uso de clenbuterol con fines de promoción de crecimiento en ganado bovino, por lo que su uso es autorizado exclusivamente con fines terapéuticos sólo para animales que no son destinados para el consumo humano y como agente tocolítico para vacas. Por su parte, el artículo 456 de la Ley General de Salud endurece las penas contra el uso de sustancias tóxicas (como el clenbuterol), a fin de desincentivar el uso de éstas y combatir este problema de salud pública. La Ley Federal de Sanidad Animal establece en los artículos 171 al 175, sanciones de 3 a 7 años de prisión y de 10,000 a 50,000 días de salario mínimo vigente de multa para quienes realicen acciones como el ingreso al territorio nacional de productos y animales, almacenamiento, comercialización y suministro de este tipo de productos prohibidos por la Ley, exponiendo la salud de la población con el uso de éstas.
Se han monitoreado rastros Tipo Inspección Federal (TIF) y municipales por parte de personal de Sagarpa y la SSA, con el fin de detectar la existencia de clenbuterol y mantener la carne contaminada alejada de los canales de comercialización. A fin de controlar el uso ilegal de estas sustancias en animales para carne, también se analizan muestras de material biológico (orina, hígado, sangre, músculo) tomados durante la engorda de animales, por parte de personal operativo de ambas Secretarías. Es importante continuar con la vigilancia y control, y sobre todo detectar establecimientos clandestinos, que pudieran estar sacrificando animales con la presencia de esta droga.
Por otra parte, existe el programa de Proveedor Confiable (Libre de clenbuterol) implementado desde 2007 por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agropecuaria (SENASICA), que mediante lineamientos específicos promueven la certificación de los productores para declararlos como hatos libres de clenbuterol y garantizar a los compradores que la carne que consuma esté 100% libre de él. Sin embargo, esta certificación no es obligatoria y por los costos de producción sin clenbuterol los propios productores aseguran que no es una opción completamente factible.
Con estas acciones se ha provocado que algunos productores ganaderos eviten enviar al faenado a animales con residuos del fármaco. Sin embargo, se requiere monitorear periódicamente los lugares de introducción y comercialización de productos cárnicos, con especial atención a los centros de acopio de mayor concentración de estos productos en los estados de la República Mexicana, mediante el muestreo de la carne y vísceras.
Conclusiones
Por el riesgo que conlleva, no sólo en el desprestigio de los deportistas y los industriales, sino en la manifestación de los síntomas propios del B-agonista en toda la población consumidora y que pone en peligro su salud, urge la necesidad de establecer métodos de análisis rápidos y adecuados que permitan asegurar la inocuidad de los alimentos y evitar las consecuencias de salud pública y socioeconómicas que repercuten negativamente en el comercio y sanidad de los animales.
Literatura Citada
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