sábado, 7 de septiembre de 2013

La tentación de poner el carro delante del caballo

Parece que lo único que importa es que llueva y se descuelgue una tormenta de Santa Rosa tardía. Pero mientras la seca ya está instalada en buena parte de las regiones productivas con especial ensañamiento en las provincias del norte y los trigos no dejan de manchonearse y está amenazada la siembra de girasol, maíz y soja ocurrió un hecho inimaginable.

Quién hasta hace muy poco no recibía reclamos, críticas o malas noticias en lugares públicos tuvo que adaptarse a las nuevas condiciones políticas después del resultado de las PASO.
Así Cristina Kirchner no tuvo más remedio que poner su mejor cara de póquer para escuchar: “Las economías regionales necesitan medidas para atemperar el retraso cambiario, y también un sistema de reintegros para que algunas actividades que muestran quebranto vuelvan a ser rentables. Esto también involucra a muchas empresas pymes que se dedican a la exportación”. El portador del mensaje fue Osvaldo Cornide, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) durante la reunión empresaria-sindical mantenida semanas atrás en Río Gallegos. Los redactores de la esquela no fueron otros que los dirigentes de las economías regionales que hicieron un frente común a pesar de atravesar situaciones muy distintas. La crisis que soporta el sector azucarero, con tres ingenios tucumanos en convocatoria de acreedores tiene poco que ver con el buen año de exportaciones de los productores de limón. De todas formas, las economías regionales se encuentran en el ojo de la tormenta por la mayor participación que tienen de la mano de obra -va del 20 al 50% de los costos- y las dificultades que presenta la exportación.
Como en el resto de las actividades económicas, la preocupación de estos dirigentes también pasa por la suba de los costos internos, la fuerte presión tributaria, el déficit en la infraestructura logística y la demora en los reintegros a las exportaciones, a los que hay que sumarles el costo de los fletes.
A diferencia de lo que ocurrió otras veces, hay algunos movimientos en el Gobierno que indican que el mensaje por lo menos fue recibido. “Yo creo que hay un cambio de actitud en el Gobierno por una necesidad política, una urgencia por conseguir votos, de remontar los números que están dando las encuestas. Y también hay una especie de reconocimiento que nuestro reclamo es real”, afirma un experimentado dirigente frutícola.
Lo cierto es que los funcionarios comenzaron a conjugar los verbos competitividad y rentabilidad ya no para festejarlos como logros del épico relato kirchnerista sino para revivirlos. Así es cómo desempolvaron a la Subsecretaría de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, un artefacto creado por el viceministro Axel Kicillof que nunca terminó de arrancar, conformaron comités de competitividad interministerial y pidieron lo que hasta hace poco ninguneaban: estudios sobre la situación de las pequeñas y medianas empresas regionales. Desde las economías regionales de CAME les devolvieron la pelota con un estudio de 20 complejos alimentarios y su impacto en las comunidades.
¿Qué se puede esperar en concreto de todo este movimiento generado dentro del Gobierno ? “En el mejor de los casos anunciarán medidas puntuales como líneas de crédito, alguna baja de los costos laborales o la reducción de aranceles. Pero son parches. Estas medidas no van a devolver la rentabilidad si no cambiamos la macroeconomía. Se necesita un cambio integral que devuelva la confianza para que la economía se vuelva competitiva. El problema es que el Gobierno no está dispuesto a realizarlo, ni antes ni después de octubre”, razona un directivo de CAME cuidadoso de preservar su nombre.
Se presenta entonces, por enésima vez, una pregunta que desafía al sentido común: ¿Va el carro adelante del caballo? ¿La rebaja puntual de algún costo antes que un horizonte de previsibilidad?
La gran pérdida de votos que sufrió el Gobierno debido a las crisis de las economías regionales obligó a reconocer los problemas. Pero la metodología para solucionarlos sigue intacta.

RESUMEN

  • 15% superficie de cebada
    Es la reducción estimada con respecto a la campaña pasada que tuvo problemas sanitarios

LA FRASE

  • “El Gobierno recauda más, pero perdimos la soberanía energética”
    Jorge Chemes / Diputado (UCR – Entre Ríos)

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