sábado, 25 de septiembre de 2010

En el país hay productores que avanzan en mejoras

PUNTA DEL ESTE (De un enviado especial).- Ricardo Giarda es productor lechero de la zona de Sacanta, Córdoba. Allí, antes tenía un planteo 75% a campo y 25% en encierre. Ahora esos porcentajes se invirtieron, a tal punto que llegó a 80% de encierre. Intensificó la producción y la producción individual trepó de 20 litros por vaca/día a 32 litros, en promedio.

Implementó el bienestar animal. En rigor, instaló medias sombras en corrales de espera y alimentación. Ahora su próximo paso es poner ventiladores y aspersores de agua en los corrales de espera. Por excesos de lluvias y altas temperaturas, el verano pasado su producción bajó un 30%. De acuerdo con Giarda, si hubiera tenido ventiladores la pérdida que tuvo se podría haber reducido a la mitad o mucho menos que eso. Para Giarda, de tecnologías para maximizar la producción ahora se avanza hacia aquellas que tienden al confort.

Julio Godoy, asesor y administrador de tambos en la zona de Venado Tuerto, contó que en un establecimiento se invirtieron 350 dólares por vaca para el sistema de encierre a corral [sin techo], se puso piso de cemento en los corrales, suelo cal [mezcla de cal con tierra colorada] y se decidió dar una medida de 60 centímetros frontales por vaca en ordeñe para los comederos. Además, se colocaron abundantes bebederos en los corrales, ventiladores y aspersores en la sala de ordeñe y sombra y agua a la salida de esa sala. "Cuando la vaca comía en el pasto y no tenía confort producía 22 litros; cuando no caminó más y se evitó el barro y el estrés calórico se pasó a 30 litros", indicó. Godoy trabaja fuerte con el personal en esta materia.

En la zona de Villa María, Córdoba, Abel Marinelli y Gerardo Yoma, que tienen un sistema de encierre a corral abierto, también están buscando avanzar con el bienestar animal. Preocupados por el estrés calórico, van a poner media sombra. En la sala de espera apuntan a instalar ventiladores y rociadores de agua. El plan para los próximos años seguirá con terraplenes y piso de cemento. Después irían por el techado.


Genética
Según Fernando Testa, de Reproductores SRL, por el lado de la genética es importante que los animales confinados sobre cemento tengan pezuñas fuertes y talón alto para no ser propensos a lesiones dolorosas en patas. En genética también se puede apuntar a animales más resistentes a mastitis, algo que baja la producción y produce dolor. En cuanto a la reproducción, un animal estresado "apaga" su función reproductiva.

Rubén Gregoret, de Gepsa Feeds, destacó el rol de la nutrición. "Todo lo que hagamos sobre la nutrición para mejorar el bienestar de la vaca lechera en cualquiera de las etapas de su vida productiva repercute en mejoras de eficiencia productiva. Estrategias de alimentación que apunten a formular dietas por aminoácidos, estabilizar el ambiente ruminal, mejorar el acceso a comederos o potenciar el crecimiento de las terneras de reposición redundarán en un beneficio tanto sobre el bienestar animal como económico.

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