La semana pasada, en una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Energía de la Cámara de Diputados, realizada para tratar el proyecto del Poder Ejecutivo sobre la reforma tributaria para el biodiésel, al diputado Martín Lousteau pareció traicionarlo algún recuerdo de la 125, la resolución que en 2008, como ministro […]
La semana pasada, en una reunión conjunta de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Energía de la Cámara de Diputados, realizada para tratar el proyecto del Poder Ejecutivo sobre la reforma tributaria para el biodiésel, al diputado Martín Lousteau pareció traicionarlo algún recuerdo de la 125, la resolución que en 2008, como ministro de Economía, lo enfrentó con el campo.
Esta vez Lousteau no atacó a la soja, pero fue particularmente crítico con el bioetanol de maíz. En rigor, al hablar de la sustentabilidad de los biocombustibles, el ex ministro de Cristina Kirchner distinguió como sustentables al biodiésel (en el país su principal materia prima es el aceite de soja) y al bioetanol de caña de azúcar.
Sin embargo, no le extendió el certificado al bioetanol de maíz, que se está desarrollando también en el país. Al trascender esa postura, productores de maíz quedaron sorprendidos por la crítica. Vale recordar que en Estados Unidos se destinan más de 100 millones de toneladas de maíz, equivalentes a casi 4 veces la cosecha argentina, para producir etanol con el fin de cortar las naftas . . .
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