Consumido el primer cuatrimestre del año y cerrada la negociación paritaria con los principales gremios vinculados con la industria pesquera y portuaria, en el puerto de Mar del Plata recobró protagonismo la falta de actividad plena en la flota fresquera de altura.
Para fijar una posición común y, sobre todo, advertir a la comunidad y a la dirigencia política las consecuencias que ello implica en la masa de trabajadores ligados de manera directa e indirecta al movimiento de esta flota, el viernes hubo una reunión en la sede del SUPA que reunión a los principales dirigentes sindicales.
“No podemos sostener este nivel; los compañeros hacen un viaje por mes, el que tiene suerte, dos, pero no se generan espacios para los relevos… así no podemos seguir”, le dijo a este medio un dirigente que participó de la reunión.
Las cifras oficiales que marcan la estadística pesquera continua refutando el panorama crítico que observan los referentes sindicales que siguen el pulso de la industria a pie de muelle. Hasta el 30 de abril se declararon desembarques por 120.294,9 toneladas en el puerto marplatense. Y las cifras todavía no son definitivas.
En el mismo período del año pasado, los desembarques sumaron 127.856 toneladas, lo que representa apenas un 7% por debajo. Cuando se termine de cargar la estadística, seguramente será incluso menos.
“Los números son iguales pero ellos (por los armadores) hacen menos viajes. No mienten en las descargas, declaran lo que efectivamente pescan. Falta todo lo que antes no se declaraba; el pescado en negro”, explicó un dirigente y todos los demás asintieron, según confió otro concurrente a este medio.
En marzo pasado la flota declaró desembarques por encima de las 40 mil toneladas, más de 5 mil toneladas por encima del mismo mes, del año anterior. Lejos del apocalíptico panorama que observan los gremios.
“No mueven los barcos: el pescado está muy lejos, aumentaron el gas oil y dicen que los números no les sirven, que prefieren dejarlos (los barcos) parados a arriesgarse que haya mal tiempo, que pierdan una red, que se les rompa algo…”, agregó.
En la estiba el calamar ayuda a disimular la inactividad en los barcos fresquero. “En la rama del fresco se trabaja al 40 por ciento de otras épocas y sobra gente”, dijeron los dirigentes del sector, que saben que la zafra no dura para siempre.
En las plantas de procesamiento, la falta de pescado fresco ha sido una constante desde principios de año y son pocos los trabajadores que logran ganar por encima del garantizado.
Este lunes a la tarde los mismos dirigentes se verán las caras en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT). La idea al término de la reunión del viernes era elaborar un documento que cuente con el aval de la propia Confederación y luego darlo a conocer a los medios de comunicación, como para propalar el llamado de atención
Habrá que esperar para conocer si ese llamado que harán los gremios también tiene un mensaje codificado para las autoridades nacionales.
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