viernes, 27 de febrero de 2015

El colesterol ya no es un problema para la salud


La nueva tendencia médica indica que el consumo de alimentos como manteca o huevo frito no es perjudicial
Ya se puede comer manteca otra vez. La advertencia contra los alimentos altos en colesterol ya no forma parte de las recomendaciones dietéticas de las autoridades de Estados Unidos, lo que marca un cambio enorme en su política nutricional.
Hasta ahora, la Guía Alimentaria para Estadounidenses recomendaba que el consumo de colesterol se limitara a menos de 300 miligramos por día. Es la cantidad que contienen 100 gramos de manteca, dos huevos pequeños o 300 gramos de carne.
Los expertos médicos solían pensar que comer demasiado colesterol elevaba el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, al contribuir a la acumulación de placa en las arterias.
Pero la versión 2015 de esta guía ya no estipula un límite máximo de consumo de colesterol “porque la evidencia disponible muestra que no hay una relación apreciable entre el consumo del colesterol dietético y el colesterol en suero” (conocidos coloquialmente como “el bueno” y “el malo”), escribió en un comunicado el Departamento de Agricultura estadounidense.
El borrador del informe, publicado en línea en el sitio web health.gov, añadió que “el colesterol no es un nutriente cuyo sobreconsumo sea una preocupación”.
Los cambios recomendados fueron compilados por 14 expertos reconocidos en nutrición, medicina y salud pública.
Pero estos lineamientos dietéticos no se volverán oficiales inmediatamente. El equipo de expertos abrió un período de 45 días de conversaciones al cabo de los cuales sus conclusiones serán discutidas en un encuentro público el 24 de marzo.
“Existe una polémica sobre todo en lo que respecta al consumo de huevos, que tienen niveles muy altos de colesterol pero están llenos de nutrientes beneficiosos”, dijo Suzanne Steinbaum, cardióloga preventiva del hospital Lenox Hill de Nueva York.
El comité “claramente está intentando disipar la idea de que el colesterol importa”.


Medio siglo de debate
La idea de que el colesterol representa un peligro en la dieta se remonta a 1961, cuando la Asociación Estadounidense del Corazón advirtió sobre los riesgos de consumir alimentos con cantidades elevadas de colesterol como huevos e hígado.
La advertencia contra el colesterol se incluyó en la primera versión de las “metas dietarias” gubernamentales de 1977 y así ha permanecido hasta entonces. De hecho, hasta el año pasado se advertía que existía una relación clara entre el consumo de colesterol y sus efectos en los niveles de colesterol en sangre.
Pero la cuestión es que ya en 1955 existían estudios que reflejaban que estos dos aspectos eran completamente independientes entre sí y que el consumo de esos alimentos no afectaba el nivel de colesterol malo en la sangre.


Las grasas saturadas
Si bien los alimentos ricos en colesterol tienen ahora pase libre, no sucede lo mismo con las grasas saturadas que lo acompañan. De hecho, los expertos recomiendan a los estadounidenses que coman menos que antes.
Ahora, las calorías que provienen de las grasas saturadas no deberían superar el 8% del consumo calórico diario de una persona. En 2010, este porcentaje era de 10%.
Para una persona promedio que consume cerca de 2.000 calorías diariamente, estos nuevos lineamientos significan que el límite máximo de grasas saturadas se alcanza tras unas cucharadas de manteca, una docena de huevos (dado que los huevos son naturalmente bajos en grasas saturadas) e incluso un churrasco de 200 gramos. “La grasa saturada sigue siendo un nutriente cuyo sobreconsumo es preocupante, en particular en quienes son mayores de 50”, indica el informe.
Los cambios recomendados muestran “buenos progresos en el campo de la ciencia de la nutrición”, dijo Rebecca Solomon, directora de la clínica de nutrición del hospital Mount Sinai Beth Israel en Nueva York.
“Hemos sabido desde hace años que los niveles de colesterol tienen mucho que ver con la genética y el consumo de grasas saturadas, y no por el consumo del colesterol en la dieta. Estoy feliz de saber que esta posición ha evolucionado”, agregó Solomon.


Por la positiva
En términos generales, el borrador de lineamientos dietéticos insta a los estadounidenses a comer más frutas y verduras. También se recomiendan dietas vegetarianas y la Mediterránea como opciones saludables.
“Una dieta alta en alimentos de origen vegetal, tales como verduras, frutas, granos, legumbres, nueces y semillas, y baja en calorías provenientes de alimentos de origen animal, es más saludable y tiene menos impacto medioambiental”, señala el informe.
Los grupos de cuidado del medio ambiente aplaudieron esta mención a la sustentabilidad. Por ejemplo Kari Hamerschlag, ejecutiva de Friends of the Earth, dijo que son “un gran paso adelante en la salud planetaria y humana”.

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