
El cambio en la política de Beijing sobre el apoyo a la producción de maíz será una bomba cuyas ondas de expansión ya afectan varios mercados.
El giro de China en su política maicera por anunciado no dejó de ser una bomba cuyas ondas de expansión se sentirán por unos años en muchos mercados agrícolas. Beijing confirmó que a partir de octubre abandonará su estrategia de apoyo a la producción del cereal a través de la compra de maíz a los agricultores a precios por encima del mercado. Esto llevó a una monumental acumulación de stocks que ahora las autoridades piensan volcar al mercado interno y, por qué no, al exterior.
Beijing apunta a que los precios del maíz se alineen con los valores internacionales con una estrategia que apuntará a subsidios específicos de precios sin comprar directamente el cereal a los agricultores.
En China se manejan estimaciones sobre stocks de maíz del orden de 250 millones de toneladas lo que es suficiente para atender el consumo doméstico de un año. El USDA prevé que en la campaña 2015/2016 los stocks finales en China se ubicarán en 111,5 millones de toneladas. No hay información oficial pública en China sobre el volumen exacto de las reservas y sobre la calidad del cereal almacenado, en algunos casos desde hace varios años. Tampoco se conoce cuál será el ritmo de venta de estas existencias.
Desde que comenzaron los rumores sobre el cambio de política se notó una contracción en los compromisos de importación de granos como sorgo y cebada forrajera que eran sustitutos más económicos al maíz doméstico. Y eso se nota en las decisiones de siembra de estos granos en grandes países exportadores como Estados Unidos. El jueves 31 el USDA proyectó que la siembra de sorgo en la campaña 2016/2017 caiga 15% respecto al ciclo anterior mientras en la cebada el descenso sería de 12%.
Desde que comenzaron los rumores sobre el cambio de política se notó una contracción en los compromisos de importación de granos como sorgo y cebada forrajera que eran sustitutos más económicos al maíz doméstico. Y eso se nota en las decisiones de siembra de estos granos en grandes países exportadores como Estados Unidos. El jueves 31 el USDA proyectó que la siembra de sorgo en la campaña 2016/2017 caiga 15% respecto al ciclo anterior mientras en la cebada el descenso sería de 12%.
Los innumerables artículos sobre este giro en China dieron por hecho que los sectores industriales y de biocombustibles y producción de carne serán favorecidos por un maíz más barato. Incluso, se especula con que pueda haber saldos exportables del cereal para países vecinos a China. Una de los potenciales efectos de esta liberación de maíz barato sería en el mercado de raciones. No hay consenso sobre el impacto sobre la demanda de harina de soja aunque este producto cuenta con el beneficio de una menor oferta de otras harinas proteicas.
También es natural la especulación sobre si los productores sembrarán más soja frente a los menores retornos del maíz. Los técnicos del USDA en Beijing estimaron recientemente que la producción de soja en 2016/2017 subiría en 200.000 toneladas hasta 11,2 millones en base a un moderado incremento en el área de la oleaginosa. Si bien consideraron posible que haya productores que pasen de maíz a la soja también resaltaron las restricciones en el incremento de la oferta de la oleaginosa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.