lunes, 18 de abril de 2016

Inspectores a reglamento en Mar del Plata


El viernes decidieron en asamblea trabajar solo de 8 a 16, de lunes a viernes. Reclaman por el aumento salarial prometido por las autoridades de la Subsecretaría de Pesca y que todavía no se cristalizó. Autorizan a Prefectura para el despacho a pesca y fiscalizar artes de pesca.
Los inspectores de Pesca de la Delegación Mar del Plata decidieron trabajar a reglamento desde el viernes pasado y la flota pesquera que opera desde la terminal marítima debe acudir a la Prefectura para solicitar el despacho a la pesca y que le fiscalicen las artes de pesca.
La medida genera que el cuerpo de 60 inspectores, desplegados en 15 por turno, que cubrían las 24 horas, de lunes a lunes, ahora funcionen solo de lunes a viernes en el horario de 8 a 16.
Por contrato los inspectores están categorizados como empleados administrativos. De ahí que a modo de protesta, solo cumplan horario como empleados de oficina.
Los inspectores que percibían un sueldo de entre nueve mil y diez mil pesos, reclamaron a las autoridades que exigían controles exhaustivos un aumento salarial. El acuerdo al que arribaron con el Director de Fiscalización, Juan Manuel Bosch, fue el aumento de una suma fija de diez mil pesos.
La promesa de ajustar los sueldos a la nueva realidad de la administración pesquera ocurrió en febrero, oportunidad en que el funcionario acompañó a Tomás Gerpe y Ricardo Negri en su visita al INIDEP, donde anunciaron la puesta en marcha de la investigación pesquera.
Aquella vez hubo una reunión con los inspectores en la propia Delegación, a metros de la Terminal 2, donde los funcionarios bajaron línea de la nueva política en materia de controles y fiscalizaciones, y les garantizaron que la suma fija se incorporaría luego a los básicos.
Pero a casi dos meses de aquella visita, los buques del INIDEP están donde estuvieron siempre, amarrados en la Base Naval, y el salario de los inspectores sigue hundido. “Los inspectores de Aduana o Afip están cerca de los 30 mil pesos y nosotros andamos por los 10 mil”, argumentan los inspectores.
El anuncio del quite de colaboración y el trabajo a reglamento es la respuesta a la falta de cumplimiento de la promesa que en abril el aumento salarial se vería cristalizado en el cajero. Sobre todo porque nadie de la Subsecretaria se comunicó con los Delegados para, al menos, explicar la ausencia del aumento.
Mientras buscan la manera de normalizar la actividad, desde la Dirección de Coordinación Pesquera autorizaron de manera excepcional a las empresas armadoras a presentar una declaración jurada firmada por el capitán ante la Prefectura en que podrán solicitarle el despacho a pesca y que fiscalicen las artes de pesca.
Los barcos que ingresaron en las últimas horas debieron entregar el parte de pesca en el domicilio de Cristina Barrenechea, integrante de la Fundación Pensar y que oficia como nexo de la Delegación y la Subsecretaría.
Más allá de las buenas intenciones de Prefectura y los armadores, la situación es anómala desde donde se la mire en varios eslabones de control y fiscalización. Pierde relevancia el certificado de primera captura y vuelve a poner bajo sospecha la calidad de información que aportan los armadores.

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