Las pequeñas naves no tripuladas progresan día a día y afirman su importancia como herramienta de precisión que brinda información agronómica valiosa, para el momento de la toma de decisiones más eficientes en el sector agropecuario.
“La tecnología está por delante de cómo pensamos o podemos resolver los problemas», asegura Ricardo Melchiori, responsable del equipo del Proyecto de Agricultura de Precisión del INTA Paraná.
Los drones agrícolas surcan permanentemente los campos de la Estación Experimental Agropecuaria Paraná del INTA y técnicos de la institución interactúan con expertos privados de distintos puntos del país, poniendo a punto los sensores y cámaras montadas en las pequeñas aeronaves, para rescatar información útil que luego se transferirá a los productores.
La importancia de generar vínculos entre públicos y privados.
Para Melchiori la idea de comparar plataformas diferentes, de las más avanzadas, presentes en el mercado, es un logro que puede tener INTA por ser referente en el tema.
“En el INTA Paraná, utilizamos los sensores remotos para caracterizar la topografía, determinar la distribución de malezas en los lotes, desarrollar prescripciones variables en base a índices de vegetación o evaluar la calidad de implantación en distintos cultivos”, sostienen Alejandra Kemerer y Susana Albarenque, integrantes del equipo liderado por Melchiori.
Nicolás Bergmann, de la empresa Taguay quien termina de poner a punto su nave blanca con líneas rojas en las alas y antes de lanzarla a volar sobre los campos experimentales nos dice:“Hace unos años comenzamos a hacer experiencia con el uso de drones en la parte productiva, enfocados en detección de malezas, variabilidad en campo y nos estamos expandiendo a otras áreas como cítricos, caña de azúcar y arroz”.
Erik De Badts, Titular – Aurea Imaging, manifestó que «el dron es una herramienta en una cadena de información que da seguimiento al cultivo. Por un lado tenemos el seguimiento satelital y por otro lado tenemos el muestreo en el campo. En el medio están los drones, que nos permiten la cercanía y la presencia en el campo y por otro lado la visión espacial para poder extrapolar esos datos de campo”.
En esta misma línea de pensamiento, Adrián Cardinali, Gerente de productos de DyE, detalló, “el nuevo dron de la empresa Trimble, apto para el relevamiento aéreo profesional aplicado al agro está programado para volar lo más rápido posible con las peores condiciones climáticas posibles y sacar buenas fotos para armar un mosaico que sirva al productor en su toma decisión”.
Fernando Gómez, de la firma Geosistemas, comenta que “hace más de 25 años que estamos trabajando en el mercado argentino con sensores remotos, análisis de índices verdes, para ver si juntos podemos encontrar protocolos o una utilidad práctica en cuanto a la tecnología dron en Argentina».
Esta investigación, fruto de la integración entre el sector público y privado, es un trabajo en marcha, que preve seguimientos en el cultivo de trigo hasta cosecha y evaluación de la calidad de producto.
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