España: Situación y perspectivas de la innovación varietal en pera

España es uno de los principales productores de fruta dulce de la Unión Europea, destacando cuatro especies: el melocotonero, el manzano, el peral y el cerezo. La superficie ocupada por las especies de fruta dulce en España se encuentra estabilizada en los últimos años torno a las 210.000 hectáreas, por la compensación entre especies en cambio constante tratando de adaptarse a las condiciones edafoclimáticas de las principales zonas de producción. La producción media anual de los tres últimos años (2014-2016), considerando todas las especies de fruta dulce, fue de 2.418.000 toneladas.

Introducción

Tres especies han liderado tradicionalmente la producción de fruta en España: manzana, pera y melocotón. A estas les siguen a notable distancia el ciruelo, el cerezo y el albaricoquero. La evolución de la superficie total cultivada muestra una estabilidad a lo largo de los años, pero las producciones muestran un crecimiento lento y sostenido debido a la mejora de la eficiencia productiva de las plantaciones, por la continuada innovación tecnológica en aspectos tan importantes como la innovación varietal, la protección del cultivo, el riego o la fertilización, entre otras. El mayor cambio experimentado en las dos últimas décadas en lo referido a tecnología de producción ha sido la innovación varietal, que ha sido muy significativa en melocotonero y albaricoquero, importante en manzano, pero apenas significativa en peral. Esta especie ha sido tradicionalmente cultivada en las principales regiones frutícolas de España, cuenta una menor competencia global en comparación con el manzano y con buenas perspectivas de futuro por la disminución constante de las producciones.

En el presente artículo se realiza un análisis de la situación del peral y su evolución en España. Además, se describe la innovación varietal en esta especie destacando aquellas nuevas variedades que se encuentran en experimentación y/o en fase de desarrollo a escala comercial.

Situación y evolución de la producción

La superficie ocupada por las especies de fruta dulce en España fue en el año 2015 de 207.085 hectáreas, situándose el peral en la quinta posición, tal como se observa en la Figura 1, aportando el 10% de la superficie total (20.708 ha), cuando en 1985 ocupaba 36.200 ha, habiéndose reducido por lo tanto casi a la mitad. El peral se encuentra ubicado mayoritariamente en zonas de llanura, principalmente del Valle del Ebro y también en Murcia, Extremadura y Castilla León, en condiciones climáticas caracterizadas por elevadas temperaturas y baja humedad ambiental en el período estival, a las que esta especie presenta una buena adaptación en la mayoría de variedades, excepto Conference. El retroceso de esta especie, contrariamente a lo ocurrido en el manzano, no ha estado vinculado a la falta de adaptación del cultivo a climas cálidos, sino a la mayor problemática del cultivo y a la menor competitividad con respecto a otros países productores de Europa como Bélgica, Países Bajos o Italia. De hecho, se trata de una especie que requiere una mayor tecnificación y una alta especialización en comparación con el manzano, el melocotonero o el cerezo.

Los problemas que afectan al peral abarcan desde la producción al consumo. Así, en la producción, algunas variedades de suma importancia como fue Blanquilla presentan una dificultad de control del vigor y de plagas como la Psyla. Una nueva problemática, y no de importancia menor, es la continua expansión del fuego bacteriano que afecta a todas las zonas productoras de España. Convivir con esta enfermedad supone un riesgo importante para este cultivo e implica un encarecimiento de los costes de producción en tratamientos, inspección, control y erradicación. A ello se añade, como especie, un comportamiento más errático de las producciones, debido a problemas de cuajado, frecuentes en muchas variedades, y vinculados a las condiciones climáticas en el periodo de floración-cuajado. Finalmente, y pensando en el consumidor, se puede afirmar que éste no tiene una experiencia consistente en cuanto a la calidad de la pera en lo referido al sabor y/o estado de madurez (ready to eat, any time, any were), y tampoco es de fácil consumo si se prefiere jugosa, aspectos básicos para atraer nuevos consumidores y/o incrementar el consumo. En contadas ocasiones se comunica en qué estado de madurez y cómo debe consumirse.

El consumo en España fue de 5,4 kg/cápita-año en 2015 y muestra una tendencia decreciente desde 1989, que era de 8,0 kg/cápita-año. Además, cabe mencionar el escaso impacto que han tenido las nuevas variedades, lo que priva al consumidor de innovación en los lineales y, por tanto, de un incentivo y estímulo de compra. Todo lo expuesto anteriormente ha conllevado una reducción progresiva de las superficies de peral, de las producciones y de su consumo, y su sustitución progresiva por otras especies de hueso, en particular el melocotonero y cerezo, mejor adaptadas que el manzano, de más fácil producción y con una importante innovación varietal.

La producción de pera en España, al igual que el manzano, muestra una tendencia decreciente desde finales de los años 90. Ocupa el tercer lugar después del melocotonero y el manzano con 382.000 t anuales. Sin embargo, y a diferencia del manzano, en que se han introducido en las dos últimas décadas más de 40 nuevas variedades/clones de los grupos Gala, Red Delicious, Golden, Fuji, Story o Pink Lady; en peral la composición varietal se basa mayoritariamente en antiguas variedades con más de dos siglos de antigüedad, como es el caso de Blanquilla, Ercolini, Limonera, Williams o Conference. A lo largo de los últimos 31 años (1995-2016) únicamente se ha dado una redistribución de las diferentes variedades cultivadas, caracterizada por el incremento creciente de la variedad Conference para estabilizarse en los últimos años, y el declive continuado de Blanquilla, que ha perdido más de la mitad de la producción desde mediados de los años 90.

También la variedad Limonera (Guyot) ha disminuido su aportación, mientras que se han mantenido Ercolini y Williams/Red Barlett (Figura 2). Otras variedades como Castells, Magallón, Precoz Moretini, Condesa/Alejandrina, Devoe o Flor de Invierno, se incluyen en la Figura 2 en el grupo de ‘Otras’ y aportan un porcentaje importante de la producción. No se trata de variedades globales, su importancia es local, dependiendo de cada zona de producción, y aportan características diferenciales en cuanto a presentación de los frutos, sabor o textura. Citar como ejemplo Castells o Flor de Invierno. Suelen tener una buena valoración en nichos concretos de mercado (por ejemplo Devoe en las islas Canarias, Flor de Invierno en centro y sur de España), para consumidores muy concretos y fidelizados por las mismas y por sus peculiares características.

Innovación varietal

La innovación varietal en España, al igual que en otros países productores, apenas ha existido y han sido contadas las nuevas variedades que han tenido una difusión a escala comercial. Cada país y/o área de producción se ha caracterizado por especializarse en la producción de muy pocas variedades, de importancia considerable y bien adaptadas y conocidas por los consumidores. Por ejemplo, en el caso de Italia la más importante es Abate Fetel, en Bélgica y Holanda lo es Conference que representa la práctica totalidad de la producción, mientras que en Francia lo son Limonera o Guyot y Williams, y en España el abanico es mayor y cuenta con Conference, Blanquilla, Limonera, Ercolini y Williams.

La dificultad de introducir las nuevas variedades en los circuitos comerciales se debe principalmente al perfil del consumidor de pera, no habituado a la innovación y buen conocedor de las variedades tradicionales que aportan muchas de ellas una alta calidad gustativa y una presentación particular de los frutos como es el caso de Blanquilla, Conference, Ercolini, Limonera o Flor de Invierno.

Cualquier innovación varietal requiere importantes esfuerzos y elevados costes de comunicación en toda la cadena de valor, cuyos componentes/eslabones no están habituados a la introducción y al desarrollo de nuevas variedades. De entre las nuevas variedades introducidas a lo largo de las dos últimas décadas en nuestro país destacar solamente Carmen, de recolección estival, ‘Elliot/Selena, de recolección a principios de septiembre y producida tanto en producción integrada como ecológica, y Angelys, de recolección a finales de septiembre. Más recientemente la nueva variedad QTee (Celina) se encuentra en fase de desarrollo creciente en la zona de Lleida.

Los objetivos de la mejora han sido muy numerosos y afectan principalmente al comportamiento agronómico del árbol, a la resistencia frente a enfermedades, a la presentación del fruto y su calidad gustativa. Uno de los objetivos más importantes de creación varietal a escala global ha sido la resistencia/tolerancia al fuego bacteriano que afecta a la mayoría de países productores.

En la actualidad se dispone de más de 25 variedades registradas por diferentes programas de mejora y resistentes/tolerantes a esta enfermedad, procedentes principalmente de Canadá, Estados Unidos y Europa. La mayor labor de selección se ha realizado en la Estación canadiense de Harrow y ha dado lugar a diferentes variedades que constituyen la serie Harrow, disponibles en los principales países productores. Su edición en Europa corresponde al grupo viverístico Star Fruits (Francia) y es en este país donde se han introducido a escala comercial algunas de las mismas.

También en Estados Unidos se seleccionaron hace varias décadas patrones resistentes a la misma enfermedad y que dieron lugar a la serie OHxF, siendo el Farold OHxF87 el de mayor interés en la actualidad. Por supuesto, una producción constante y regular, vigor medio, árbol de fácil conducción y la ampliación de los calendarios de recolección, constituyen los objetivos de la mayoría de programas de mejora en curso.

Con respecto a la presentación de los frutos, el progreso ha sido destacable, disponiéndose variedades tipo Conference pero de epidermis verde, otras con russeting total o parcial, de formas piriformes, ovaladas o esféricas, de coloración roja total o parcial, con sobrecoloración roja (blush) por la insolación o bicolores. Es en el aspecto del color de los frutos y su forma donde la innovación parece dirigirse los últimos años, por el aspecto diferencial que confiere a los frutos, al igual que ocurrió en manzano. Citar entre estas variedades QTee (Celina), procedente de Noruega, y Cheeky, procedente de Suráfrica, ambas en fase de desarrollo a escala global.

Sin embargo, lo más innovador para el futuro, en lo referido a la calidad gustativa y presentación de los frutos, vendrá dado por nuevas variedades que combinan las mejores características de diferentes especies de pera: las europeas (P. communis) y las asiáticas (P. pyrifolia, P. brestchneideri), aportando las primeras el aroma y el sabor y las segundas la textura crujiente, la buena conservación, el largo self-life y aromas particulares como de los frutos tropicales. Plant & Food Research de Nueva Zelanda ha liderado la obtención de estas variedades en un largo proceso iniciado por A. White en 1985 y que ha dado lugar a diferentes variedades que constituyen la serie Piqa. Esta serie la componen diversas variedades como Piqa boo, Piqa reo o Piqa dot, en proceso de desarrollo a escala global por la compañía Prevar. Se trata de variedades totalmente novedosas tanto por su forma como por su color y sabor. Color desde el rojo brillante atractivo al verde, lenticelas no visibles o muy visibles, forma desde fusiforme a priforme o esférica y sabor con aromas de Williams o de frutos tropicales.

Esta actividad de mejora de Plant & Food se amplió en el año 2002 gracias al inicio del programa de mejora IRTA-Plant & Food Research-Fruit Futur, que ha posibilitado la obtención de nuevos híbridos interespecíficos y de nuevas variedades europeas con diferentes presentaciones y sabores, todas ellas adaptadas a climas secos y calurosos propios de las áreas mediterráneas. Diferentes selecciones elite se encuentran en la última fase de selección y estarán disponibles a escala global en los próximos años por el sector productor.

Con respecto a las nuevas variedades en el marco del programa de evaluación del IRTA en Cataluña, en el período 1994-2016 se han evaluado más de 140 nuevas variedades, algunas de las cuales presentan características destacables en cuanto a comportamiento agronómico, aptitud a la conservación, calidad gustativa y resistencia/tolerancia respecto al fuego bacteriano y al moteado. Pero como se acaba de exponer en peral, el problema no es la falta de disponibilidad de nuevas variedades que aporten características agronómicas y de calidad de fruto deseables, sino su posterior desarrollo a escala comercial. En la Figura 3 se expone el calendario de maduración de diversas variedades, tanto tradicionales como nuevas, que cubre un amplio calendario de recolección desde mediados de junio hasta finales de septiembre.