miércoles, 29 de marzo de 2017

Suecia detecta un peligroso pesticida en bayas de Goji holandesas



El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rapid Alert System for Food and Feed, RASFF) ha comunicado la devolución al exportador, por parte de las autoridades de Suecia, de una partida de bayas de goji procedentes de Holanda, según ha podido saber Hortoinfo.

Las bayas de goji contenían restos de Carbofuran o Carbofurano en una proporción de 0,033 miligramos por kilo, cuando su Límite Máximo de Residuos (LMR) es de 0,01 mg/kg, es decir, tres veces más.

Las bayas de goji tenían como destino los mercados Suecia, siendo reexpedidas a origen tras comprobarse la presencia de Carbofuran en la proporción ya citada.

El carbofuran es un insecticida de acción sistémica y por contacto, utilizado para el control de insectos, gusanos y nematodos. Se emplea en tratamientos de suelo, siendo absorbido a través de las raíces y trasferido a toda la planta, actuando durante los primeros estados del cultivo.

El consumo de un mililitro de este producto puede causar la muerte en el ser humano.

En la Unión Europea (UE), por decisión de la Comisión de las Comunidades Europeas adoptada el 13 de junio de 2007, se cancelaron las autorizaciones de los productos que contienen carbofurano, debido a los efectos provocados en la salud humana y el medio ambiente.

En diciembre de 2008 se cumplió el plazo para la retirada total del mercado de los productos a base de este agrotóxico.

El carbofurano está incluido en la Lista Consolidada de Productos Prohibidos o Restringidos por Naciones Unidas y en la lista de plaguicidas y productos químicos peligrosos, objeto de comercio internacional, para la aplicación del Procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo (PIC) del Convenio de Rotterdam, lo que quiere decir que la importación de carbofurano, en su calidad de sustancia peligrosa, está sujeta a consulta previa en cada país, el cual debe decidir si la acepta o la rechaza de acuerdo a sus leyes o normas internas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica al carbofurano en el grupo identificado como 1b, lo que significa “altamente peligroso”. Sin embargo, en el caso de ingestión en forma directa o de residuos existentes en alimentos, es “extremadamente tóxico”.

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