La líder socialista chilena Michelle Bachelet fue elegida por segunda vez presidenta de Chile con un 62,5 por ciento de los votos, confirmó el Servicio Electoral, luego de ser contados un 96 por ciento de los sufragios.
“Es un triunfo arrollador”, dijo el presidente del Senado, el demócrata cristiano Jorge Pizarro, aliado de la ex directora de ONU-Mujer, quien asumirá el poder en marzo de 2014.
En el oficialismo, la derrota de su candidata, la ex ministra Evelyn Matthei, fue lamentada y aceptada. “Hay que saber perder, queremos desearle lo mejor del mundo a Bachelet y ponernos a su disposición”, dijo la senadora Lily Pérez, de Renovación Nacional.
“Está claro, ella ganó y la felicito”, agregó la derrotada Evelyn Matthei, quien en días previos había dicho que confiaba en los “milagros”, aludiendo su lejana opción de triunfar en los comicios.
Bachelet, quien contará con mayoría absoluta en ambas cámaras del Congreso tras el triunfo legislativo opositor de noviembre, encaró las elecciones prometiendo reformas sociales y constitucionales.
Ellas incluyen cambiar la Constitución heredada de la dictadura, otorgar educación gratuita en la educación superior, establecer un sistema estatal de administración de las pensiones y subir los impuestos, entre otros compromisos.
“Lo importante de ser presidenta es la responsabilidad que tengo con el país, eso es muy grande”, dijo en ese marco Bachelet al emitir su sufragio en La Reina, una comuna acomodada de la capital.
En ese contexto, miles de personas comenzaron a congregarse frente al Hotel San Francisco de la capital, sede del comando de Michelle Bachelet.
Chile, tras años de estabilidad desde el retorno a la democracia en 1990, encaró una ola de protestas desde las movilizaciones de 2011, cuyo origen es la desigual distribución del ingreso en el país.
Bachelet, con un amplio apoyo social, logró reunir tras sí a una alianza política que integran desde demócrata cristianos hasta líderes estudiantiles, como la actual diputada electa, Camila Vallejo.
Asimismo, Bachelet, una pediatra de 62 años, que se convirtió en la primera mujer chilena en alcanzar la presidencia del país en 2006, resultó la primera mandataria reelegida después de más de 60 años.
La jornada electoral, que tuvo una duración de 10 horas y un clima caluroso, estuvo marcada por una baja afluencia de votantes.
Según una proyección del Observatorio Electoral de la Universidad Diego Portales, un 37,33% de la población habría acudido a votar, un porcentaje menor a la participación oficial del 56% en primera vuelta.
En contraste, se pudo observar una alta afluencia de público en barrios comerciales, a diez días de que se celebre la Navidad.
En el barrio Meiggs, un sector popular donde se pueden encontrar artículos a bajo precio, las personas se atropellaban para comprar regalos o decoración navideña, ajenas al curso del proceso electoral.
“Hoy día no fui a votar, porque ya fui una vez ya. ¿Para qué voy a votar dos veces, si sé que va a quedar la Michelle? (…) No valía la pena”, explicó a la AFP Gustavo Huerta, de 60 años, mientras hacía sus compras.
Frente a este escenario, se intensificaron los llamados a votar.
“Mi llamado esencial es a participar, a expresar su opinión en el voto y de esa manera hacer los cambios que Chile requiere. Desde el escepticismo no se producen los cambios que necesitamos”, dijo Bachelet, tras votar en un colegio del oriente de Santiago, vestida con una chaqueta celeste y pantalón negro.
“Hoy es un día muy importante, estamos muy optimistas. Pido a la gente que salga a votar, es muy importante que las personas que quieren un buen país vayan a votar”, afirmó Matthei, quien votó luego de incidentes que dejaron cuatro detenidos por intentar agredir y escupir al excandidato presidencial de derecha Pablo Longueira, que había sufragado minutos antes.
“Que el voto sea voluntario no significa que no sea un compromiso. Si un chileno no quiere votar está demostrando una falta de cariño con su país”, dijo de su lado el presidente Sebastián Piñera.
Una única encuesta conocida a mediados de semana reveló que Bachelet ganaría con un 63,7% de los votos ante Matthei, quien obtendría un 33,7%, según el sondeo de la Universidad de Santiago y la encuestadora Ipsos.
Bachelet propone un ambicioso plan de reformas, a partir de una reforma tributaria, educación universitaria gratuita y una nueva Constitución. Matthei aboga por la continuidad de las políticas derechistas del gobierno de Piñera.
Más allá de sus propuestas, su disputa es inédita y dramática, por la historia trágica que envuelve a sus dos familias.
Es la primera vez que en América Latina se confrontan en un balotaje dos mujeres, que además comparten un pasado común.
Bachelet y Matthei son hijas de generales de la Fuerza Aérea que fueron muy amigos y cuando niñas compartieron juegos, pero el golpe de Estado de Augusto Pinochet, en 1973, determinó la vida de ambas.
Mientras el general Alberto Bachelet fue arrestado y torturado hasta la muerte por mantenerse leal al gobierno de Salvador Allende, Fernando Matthei conformó la junta militar del régimen.
La nueva presidenta de Chile asumirá el cargo el 11 de marzo de 2014 y gobernará hasta 2018. Recibirá una economía en desaceleración, tras un crecimiento este año de 4,2%.
Una menor inversión minera por una caída internacional en el precio de las materias primas impactarán sobre el principal productor mundial de cobre.
A nivel social, deberá hacer frente a una serie de demandas sociales, encabezada por los estudiantes, que ya anticiparon que protagonizarán en 2014 movilizaciones en reclamo de educación pública, gratuita y de calidad.
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