viernes, 27 de diciembre de 2013

2013: revisando los resultados de las predicciones


Antes de mirar hacia el año 2014, FoodNavigator revisó la exactitud de sus pronósticos 2013 en diversas materias.
1. Colaborar para innovar:
El año pasado, se predijo que la idea de realizar los procesos de I+D de manera abierta se extendería desde empresas pioneras, como Unilever y General Mills hacia otras del sector. Un claro ejemplo de esto fue el lanzamiento de la plataforma abierta de innovación de Doehler que se enfocó en tres objetivos específicos: la elaboración del colorante azul a partir de una fuente distinta de la espirulina, la disminución de manera natural del azúcar, de las calorías en los alimentos y el uso de ingredientes naturales para extender la vida útil de los alimentos. Otras empresas que lanzaron sus plataformas de innovación en 2013 fueron Hershey y Tate & Lyle.
Respecto de la incorporación de empresas medianas a este sistema de innovación abierta, en enero de 2013, se lanzó Allfoodexperts.com, plataforma enfocada específicamente a PYMEs e investigadores freelance en temas de I+D. Desde su lanzamiento, el número de iniciativas relacionadas a la investigación y nuevos desarrollos en alimentos se vio considerablemente multiplicada.
2. Foco en la ética:
En 2013, ocurrieron importantes cambios en temas relacionados con la sustentabilidad de los procesos, incluyendo algunos que pretenden transformar la industria de los alimentos.
Dos de las iniciativas más relevantes ocurrieron en el rubro del aceite de palma. El fondo de inversión noruego más grande a nivel mundial puso fin a sus lazos con las empresas que obtenían aceite de manera no sustentable. Por otra parte, Wilmar International, que controla el 45 % del mercado mundial de la venta de este aceite, implementó estándares de sustentabilidad a lo largo de toda su cadena productiva. La medida adoptada por Wilmar apuesta a transformar una industria que actualmente posee mala reputación. Esta iniciativa se ha extendido hacia otras empresas del rubro.
Las empresas también se están preocupando de obtener sus materias primas de manera sustentable mediante la implementación de compromisos que involucran todas las etapas de la cadena de abastecimiento, desde los derechos de los trabajadores hasta los impactos ambientales. Este tipo de acuerdos ha sido implementado en gran medida por la presión ejercida por ONG tales como Oxfam quienes en su reporte “Más allá de las marcas” clasifican a las empresas de acuerdo a los esfuerzos realizados para mejorar la sustentabilidad de sus procesos.
3. Aumento en el precio de los alimentos:
La predicción de este año se basó en un reporte del Banco Mundial que indicaba que el alza en el precio de los alimentos se convertiría en la “nueva norma”, a menos que hubiera un cambio significativo. Sin embargo, en general los precios no siguieron aumentando debido a un aumento global de los stocks de cereales. En octubre, el Índice de Precios de los Alimentos (Food Price Index) aumentó por primera vez en cinco meses en 1,3%, lo que fue un 5,3% menor al valor alcanzado el año anterior en la misma fecha.
La población mundial sigue creciendo y los hábitos de consumo apuntan hacia patrones alimenticios ricos en energía, tales como la proteína de origen animal. El director de la FAO, José Graziano da Silva, en octubre pasado, instó a los países a tomar ventaja de las condiciones de calma en los mercados mundiales y prepararse para una posible alza en los precios.
4. Impuestos a los alimentos y aplicación de subsidios:
Al igual que en años anteriores, los impuestos han demostrado ser notoriamente impopulares entre fabricantes de alimentos, consumidores y políticos. A pesar de esto, continúan siendo objeto de estudio, sobre todo cuando se analizan en conjunto con la aplicación de subsidios a alimentos saludables tales como frutas y verduras.
Mientras que nuevas investigaciones respaldan la efectividad de los impuestos para disminuir el consumo de los alimentos menos saludables, la mayoría de los países europeos no demuestran tener una voluntad política suficiente como para concretar este tipo de iniciativas a través de una política pública.
En cambio, cada vez se presta mayor interés a intervenciones económicas que promuevan una alimentación más saludable. Hasta el momento, las investigaciones realizadas sugieren que la subvención a este tipo de alimentos es de gran ayuda.
5. Ingredientes simples:
Esta tendencia no va a ninguna parte. Aún existe un debate respecto sobre qué es lo que realmente buscan los consumidores. Para los fabricantes de alimentos, los términos “etiqueta limpia” y “natural” siguen generando un interés positivo entre los consumidores.
Una estrategia reciente es la publicación de notas que orientan sobre los colorantes que contienen los alimentos para aclarar la diferencia entre los aditivos colorantes y los extractos alimenticios con propiedades de coloración.
En junio pasado, el director de innovación de Datamonitor, Tom Vierhile indicó que en general se está dejando de usar la palabra natural en los envases ya que este término comienza a ser considerado por los consumidores como blando y sin sentido. Sin embargo, en lugar de “natural”, los consumidores están prefiriendo alimentos con etiquetas que contengan palabras y frases tales como: “libres de”, “sin gluten”, “mínimamente procesado”, “simple” y “orgánico”.

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