Por debajo de los rendimientos asoman otros sentimientos. En el caso del Norte, que lleva dos sequías consecutivas, la preocupación es por la descapitalización de los productores. En otras regiones, en tanto, es por el futuro económico por los costos, en especial los alquileres.
"Hay endeudamiento generalizado y dificultades para financiar el próximo ciclo productivo", expresó Marcelo Zucal, coordinador CREA de la región Chaco Santiagueño. "Los problemas de los agricultores se extienden a sus proveedores, que deben refinanciar la deuda vieja y financiar la nueva siembra en un marco de incertidumbre sobre el resultado final por obtener", añadió.
Rodolfo Tkachuk, coordinador CREA de la región Santa Fe Centro, dijo que, si bien allí los rindes son buenos, las empresas arrastran problemas del último ciclo.
"Las empresas vienen muy golpeadas de la campaña anterior y el deterioro de los resultados económicos se viene agravando fuertemente en los planteos agrícolas que basan su producción en campos alquilados, que son la mayoría de las empresas de la región. Muchos se están encontrando con la imposibilidad de construir un negocio estable y sustentable en el tiempo en este escenario. Además, las políticas internas de trabas comerciales y ausencia de mercados predecibles para maíz y trigo están llevando a una peligrosa pérdida de diversidad y de rotación de cultivos", señaló.
LO QUE VIENE
Respecto del tema alquileres, para Miguel García Fuentes, miembro del CREA Monte Buey Inriville, de cara a la próxima campaña "vendrán días de sinceramiento y reflexión de parte de los productores y los propietarios".
El productor cree que podrían surgir otros "formatos de alquiler" para que la producción continúe adelante.
Según García Fuentes, lo que se vio en los últimos años con los alquileres, con constantes subas, ha llegado "a un punto límite".
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