martes, 30 de abril de 2013


Avicultura : El caso francés, un modelo a tener en cuenta

La implementación de nuevas directivas europeas, la competencia de terceros países, la presión comercial…
Algunos de los retos a los que se enfrenta avicultura española no son exclusivos de nuestro país. La implementación de nuevas directivas europeas, la competencia de terceros países, la presión comercial de la distribución, etc. son algunos de los obstáculos que los avicultores del resto de la UE deben afrontar a diario. Es el caso de Francia, país cuyo Ministro de Agricultura y Alimentación, Stéphane Le Foll, acaba de anunciar un importante plan para el impulso de la avicultura basado en cinco ejes: modernización de las instalaciones, consolidación y apoyo de la industria del matadero y el despiece, refundación de las relaciones comerciales y contractuales con el sector, revalorización del selló de producción Francia y creación de una estrategia sectorial a través de una única intersectorial.
El caso francés, por cercanía, similitudes socioeconómicas del entorno agrario, por hábitos de consumo y modelo de negocio es uno de los ejemplos más útiles que tenemos para anticipar los escenarios a corto y medio plazo de la avicultura en España. En este sentido, es muy revelador que el Plan, entre otros ejes, haga especial hincapié en la sostenibilidad medioambiental y en poner en valor la marca Francia.
Se trata de una propuesta de especial interés y que se podrá tratar el martes 28 de mayo en el transcurso de las Jornadas Profesionales de Avicultura que la Real Escuela de Avicultura ha organizado en León.
En este sentido, la ponencia “La Producción de carne de pollo en Francia”, a cargo de Romaric Chenut y Guillaume Coutelet, investigadores ambos en el Instituto Técnico de Avicultura (ITAVI) de Francia pondrá el foco de atención en la producción francesa y europea de carne de pollo y en su evolución a lo largo de la última década, en la balaza comercial y en la competividad europea en la producción de carne de ave, en la cadena de producción francesa, en las nuevas oportunidades y en los necesarios cambios que, en su opinión, debe afrontar el mercado para mantener la competitividad.
Producir un pollo en Brasil resulta un 48% mas barato que hacerlo en Francia. Este ahorro de costes, también muy notable si la comparación se realiza con España, se debe a muchas razones, pero, fundamenlatmente, las diferencias en la estructura de costes. Costes de todo tipo: laborales, en materias primas, por imposiciones legales, etc. Y es en esta línea de trabajo que el Ministro francés de agricultura quiere, con su plan, denunciar esta competencia desleal entre las autoridades competentes europeas al tiempo de resaltar el origen francés de la carne. No se trata tanto de impulsar medidas proteccionistas como de exigir que la libre competencia europea se realice en igualdad de condiciones para todos los actores.

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