lunes, 29 de abril de 2013

Mejor panorama de trigo de cosecha nueva

 


Según estimaciones del USDA, la disponibilidad de existencias mundiales al 31 de mayo será de 182,3 millones de toneladas, ligeramente por encima de las 181 millones que proyecta el Consejo Internacional de Cereales.

Pese a que la relación de stocks finales frente al consumo mundial supera el 22 por ciento, algo que ocurrió sólo tres veces en la primera década de este siglo, el panorama de abastecimiento luce muy ajustado debido a que una parte considerable de los inventarios se encuentra en países no exportadores. De hecho, se estima que sólo un tercio del cereal está en poder de los exportadores tradicionales. Entre China, India y otros países de Asia se mantienen más de 100 millones de toneladas.

Un caso que va en contra de esta tendencia es Egipto, el mayor importador mundial. Sumergido en una severa crisis económica, este país ha encontrado enormes dificultades para adquirir trigo en el contexto de precios de los primeros meses del año. Según indicaron recientemente fuentes oficiales, la disponibilidad de existencias alcanza apenas para 70 días de consumo, cuando la estrategia de los últimos años había sido la preservación de stocks para al menos seis meses. Algunos traders especulan que este gigante del mercado importador volverá a la escena tan pronto como la semana que viene, encontrándose Estados Unidos en condiciones inmejorables para abastecerlo sin mayores competidores.

Para la próxima campaña, las proyecciones de área sembrada y las primeras evidencias de condición de los cultivos hacen pensar que la cosecha trepará hasta 680 millones de toneladas, aunque la reactivación del consumo limitará el crecimiento de los stocks. En particular, es probable que continúe la tendencia a un mayor uso industrial, fundamentalmente en la Unión Europea. Este redireccionamiento de la demanda podría obedecer a las mayores dificultades que se avizoran para exportar frente a la competencia de los países del Mar Negro.

Las primeras perspectivas hacen pensar que la producción en el Mar Negro podría crecer casi un 30 por ciento, apoyada en la expectativa de una cosecha superior a 50 millones de toneladas en Rusia y de 20 millones de toneladas en Ucrania. La condición de los cultivos es razonablemente buena. A partir de julio comenzará a observarse un aumento considerable de los embarques desde esta región hacia el norte de África, que aguarda una caída de los precios para retomar su política de abastecimiento.

La única excepción en el contexto productivo mayormente optimista es la situación de Estados Unidos. Los cultivos de invierno atraviesan por una instancia complicada como consecuencia de la sequía que azotó las plantas desde el inicio mismo del ciclo, extendiéndose durante los últimos 10 meses. Según datos del USDA, hasta el domingo 21 de abril sólo el 35 por ciento de la superficie gozaba de condiciones buenas o excelentes, mientras que un tercio de la misma se encontraba en situación mala o muy mala. A la misma fecha del año pasado esos guarismos eran de 63 y 10 por ciento, respectivamente.

En el plano local ya se vislumbra una mayor intención de siembra, luego del área anormalmente baja que cubrió el cultivo durante el año pasado. Los organismos y algunos analistas internacionales sostienen que la superficie se ubicará en 4,2 millones de hectáreas, lo que representaría un incremento superior al 25 por ciento en las coberturas. Por su parte, la Bolsa de Cereales trabaja con una estimación de superficie de 3,9 millones de hectáreas.

Durante los últimos días, los negocios por trigo de la cosecha nueva rondaron los u$s 170/ton con entrega en diciembre y enero en los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires, mientras que los futuros del Matba con descarga en Dársena en enero fluctuaron entre u$s 185 y 195 por tonelada. Los volúmenes siguen siendo escasos.

En tanto, en la plaza Rosario se conocieron los primeros acuerdos a través de Rofex, cuyos contratos con entrega en enero se intercambiaron a valores ubicados entre u$s 192 y 193 por tonelada durante la rueda del viernes. Sin embargo, se registraron operaciones por sólo 180 toneladas.

El precio FAS teórico de trigo con proteína 12 por ciento y descarga en diciembre o enero en terminales portuarias del Up River se encontraba al cierre de la semana en u$s 196/ton, lo que implica que el mercado se aproxima a los niveles de paridad. Se llega a este valor partiendo de un FOB apenas superior a u$s 270/ton, tomando gastos de fobbing por u$s 10,4/ton y derechos de exportación por u$s 74,9/ton. El FOB oficial se encuentra en u$s 280/ton, acercándose a la realidad del mercado durante los últimos días.

Cabe destacar que a la misma altura del año pasado los futuros del cereal en Rofex se negociaban por debajo de u$s 165/ton. El crecimiento interanual del 20 por ciento en los precios podría despertar mayor entusiasmo entre los productores, aunque muchos costos han crecido en proporción similar. El atraso del tipo de cambio –puesto que el peso acumula una depreciación del 17 por ciento en los últimos doce meses- complica la ecuación en dólares de cara a la cosecha fina.

En tanto, el mercado disponible continúa sin participación de la exportación, con la excepción de un solo comprador no tradicional que llegó a pagar hasta $ 1.250/ton por lotes con descarga. El mercado a término se mostró muy firme, exhibiendo una suba de u$s 10/ton en los precios de ajuste de la posición mayo. En la rueda del viernes se realizaron negocios a u$s 252/ton en dicho contrato, cifra equivalente a $ 1.310/ton al tipo de cambio garantía. Por su parte, el mercado de Buenos Aires cerró la semana con subas de u$s 11/ton en su posición mayo.

Los molinos de la región pagaron alrededor de $ 1.250/ton por trigo en condiciones Cámara, aunque los precios superaban los $ 1.300/ton por gluten 24. Por trigos de alta calidad se conseguían precios aún mayores.

Al llegar el final del mes de abril y faltando aún un semestre para que se produzca el ingreso de los primeros lotes de la cosecha nueva, se estima que las existencias del cereal a nivel nacional se encuentran en 6 millones de toneladas, considerando embarques ya efectuados por 2,7 millones de toneladas y molienda por 1,8 millones desde el mes de enero.

Dado que el cupo de exportación quedó restringido a tres millones de toneladas, no es mucha la mercadería que resta por exportarse. Es por ello que la carga programada de buques para el período comprendido entre el 25 de abril y el 24 de mayo contempla embarques por sólo 122.000 toneladas en todo el país, de las cuales 53.250 toneladas se despacharán desde puertos de Rosario y San Lorenzo.



Autor: Guillermo Rossi - BCR

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.