jueves, 25 de abril de 2013


Perdidos en Tokio, Caracas y en Julio A. Roca 651

Como se sabe, el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, maneja desde hace años la política agropecuaria a su antojo y discreción. Por su despacho desfilan con frecuencia dispar las distintas cadenas agroalimentarias para recibir como en misa, aunque con un vocabulario prostibulario, la doctrina que dicta sin pausas. El más famoso de estos encuentros “cara a cara” es sin dudas la “escuelita” de los viernes, donde se encarga de los frigoríficos y las carnicerías.
La novedad de estos días la presenciaron unos quince exportadores de granos que observaron como del púlpito no caía esta vez un sermón sino un pedido de ayuda. “Señores, hay que sembrar trigo, les pido que generen ideas para aumentar la superficie sembrada”. Y sin poder traicionar su genio, a continuación dejó flotando una amenaza “se pueden pegar una sorpresa con la cebada”.
Moreno no necesitó explicitar que la autorización de hace quince días para exportar 5 millones de toneladas de trigo de la próxima campaña no había causado ninguna euforia sembradora. Los exportadores comenzaron a balbucear promesas de llevarle para la próxima reunión márgenes brutos del cultivo y alguna iniciativa en retribución ante tanta deferencia. Hasta hubo quién cruzó la raya de la zona de confort y se animó a preguntar si no convenía bajar las retenciones del trigo. Recibió un silencio indiferente como si los oídos de Moreno actuaran con un reflejo condicionado que insonoriza a las palabras molestas.
Lo cierto es que, a pocas semanas del inicio de la siembra de trigo, cae sobre las espaldas de los exportadores de granos la extraña responsabilidad por salir de las cifras del descenso. Las 3,6 millones de hectáreas sembradas de la última campaña son las más bajas de los últimos 110 años. ¿Para qué existe un Ministerio de Agricultura, un INTA, o entidades como Argentrigo si no se las convoca para estas circunstancias? De más está decir lo perdidos que estaban los operadores al salir de la sede de la Secretaría de Comercio Interior, en Julio A. Roca 651.
Aunque seguramente más desorientados se deben encontrar los productores que evalúan sembrar algún lote de trigo sabiendo como se toman las decisiones.
O, en otro orden, los empresarios que invirtieron en plantas de biocombustibles a los que le subieron las retenciones móviles, del 19,11 al 20,74%, en momentos que las exportaciones cayeron un 65% en el primer trimestre de este año en comparación con 2012,
Medidas que son difíciles de entender porque castigan a un sector que hasta hace poco era de los mimados por este gobierno. Por lo que es necesario entender que la volatilidad de las políticas aplicadas al campo no es un accidente sino una parte constitutiva de la actual gestión.
Una lástima, viendo las causas por las que en la otra punta del planeta deambulaba perdida por Japón la delegación argentina que asistió a la Asamblea de la Organización Mundial de Agricultores (OMA). Amén del mareo provocado por la diferencia horaria, los representantes de la Sociedad Rural Argentina, asistió su presidente Luis Miguel Etchevehere, Aacrea y Aapresid quedaron con la boca abierta por las posibilidades de incrementar las exportaciones a este mercado de alto poder adquisitivo. Si de algo tienen pánico los japoneses es a quedarse sin la provisión de alimentos y de generar una dependencia con otros países en esta cuestión estratégica. El arroz tiene un arancel del 700%. Pero se especula que la muralla a la entrada de alimentos comenzaría a tener filtraciones de prosperar la negociación del tratado de libre comercio del Pacífico.
Y ya que de perdidos se trata esta columna, es imposible no mencionar a los productores venezolanos y el rol que jugó la falta de alimentos en la última elección. Venezuela importa el 70% de los alimentos que consume su población. ” La situación de la caída de la producción es muy clara. Basta con ver cómo los rebaños y los cultivos no son ni la sombra de 15 años atrás. Chávez comenzó una guerra psicológica y real contra la producción con dos claros objetivos: la lucha del campesino contra el terrateniente y acabar con la producción de tal manera que todo el pueblo dependa del estado para su alimentación”, afirma el ganadero venezolano Jesús Reggeti.
Ya lo dijo Trotsky: “El viejo principio, el que no trabaje no comerá, ha sido reemplazado por uno nuevo: el que no obedezca no comerá”

Resumen

  • 36
    quintales de soja

    Es el rinde promedio por hectárea de sojas de primera en la zona núcleo, según la BCR

La frase


  • “Lo que vemos en la gestión nacional es una enorme incompetencia”
    José de la Sota
    Gobernador de Córdoba

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