jueves, 25 de abril de 2013


Ahora, las miradas están sobre EE.UU.

La siembra de maíz en los Estados Unidos ya comenzó. El dato del USDA indica que al domingo pasado se llevaba implantado el 2% de una previsión cercana a los 40 millones de hectáreas. Lo interesante de todo esto es que las lluvias están demorando las siembras actuales, si se tiene en cuenta que el año pasado a esta altura ya se llevaba implantado el 16 por ciento.
Así las cosas, las expectativas van comenzando a tomar forma. Sobre todo cuando ya llovió mucho y el pronóstico para los próximos 5 días muestra altas probabilidades de superar los 100 mm en importantes zonas productivas estadounidenses. Además, las temperaturas tampoco ayudan, con el consiguiente retraso en la germinación y en la emergencia.
En ese contexto, no son pocos los que se apuran a estimar que podría haber un “cambio” de área desde el forrajero hacia la soja. Sin embargo, bueno es recordar que en la campaña 2009/2010 también a esta fecha se había sembrado solo el 2% y que el rendimiento final se ubicó en 10.332 kilos por hectárea. Esa temporada se logró la mayor cosecha de la historia de los Estados Unidos, con más de 330 millones de toneladas.
Por otro lado, resulta interesante prestar atención a otras cuestiones no menos importantes. Desde principios del presente mes y hasta mediados de esta semana, las cotizaciones del petróleo mostraron caídas en sus cotizaciones, que rondaron el 14%. En el caso del oro, los recortes fueron mayores aún, superando el 18% en relativamente pocos días. Claramente, las vicisitudes por las que atraviesa la crisis económica/financiera no son del todo precisas, lo cual genera incertidumbre en las decisiones de los fondos de inversión.
Además, los granos en particular comienzan a transitar uno de los últimos obstáculos del año en materia de oferta, que es la producción estadounidense, con un arranque que por lo menos la hace interesante para aquellos que no tienen problemas cardíacos. En ese contexto pareciera que todo puede ocurrir. Sin embargo, es importante identificar los potenciales riesgos. Y para eso cabe decir que si observamos los valores del maíz, la soja y el trigo de 2010 y los comparamos con los actuales, existe una enorme diferencia.
El hecho de realizar esta comparación no es un dato menor, si entendemos que la fuerte suba de las cotizaciones durante 2011 y 2012 provino de dos categóricos fracasos productivos: el primero en América del Sur y el segundo en los Estados Unidos. Este último, de proporciones históricas.

Oferta de América del Sur

Ahora bien, respecto de Sudamérica, los casi 149 millones de toneladas de soja estimados por el USDA o las 144 millones previstos por Oil World son a todas luces cosechas récord en la región. Algo parecido podríamos decir del maíz. Con una producción estimada que supera los 112 millones de toneladas. No hay registros históricos de una cosecha semejante.
Si las siembras en EE.UU. mejoran y después llueve bien, estaríamos compensando lo ocurrido en los años comentados. Para tener un idea de valores previo a estos fracasos, durante abril de 2010 el precio de la soja en el Mercado a Término de Buenos Aires para la cosecha 2011 era de US$ 223 por tonelada, mientras que hoy la posición mayo 2014 se ubica en US$ 307. En el caso del maíz, el valor era de US$ 115 para mayo 2011 y hoy es de US$ 162 para el mismo mes, pero de 2014. Finalmente, el trigo para enero 2011 tenía un precio de US$ 144, en tanto que hoy se ubica en torno de los 188 dólares.
Si bien hay cuestiones que no pueden compararse entre ambos años, el potencial de bajas no puede descartarse. Por tal razón resulta primordial aprovechar las chances que el mercado nos pueda dar. Sin dudas, el momento climático crítico en los Estados Unidos puede ser unas de las únicas oportunidades que tengamos a lo largo de este año.

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