sábado, 6 de abril de 2013

El mercado hace valer sus tiempos


Finalmente, el esperado derrape de los precios de los granos en Chicago se produjo. A pesar de las complicaciones climáticas en nuestro país, cada vez son menos los que abonan la teoría de una producción sojera argentina que se ubique por debajo de las 48 millones de toneladas y son muchos (aquí y afuera) los que se inclinan por un número superior a las 50 millones. De tal manera, es inevitable que la inminente generalización de la cosecha de soja ejerza presión sobre los precios.
Si bien en esta campaña el ritmo de ventas viene siendo muy inferior al histórico, es muy probable que las necesidades financieras terminen confirmando un volumen de ventas al 30/6 del orden del 50% de la producción. De ser así, en el trimestre abril/junio la presión de cosecha en nuestro país se traduciría en una oferta del orden de las 15 millones de toneladas. Ello coincidiría con la regularización del ritmo de embarques de soja en Brasil (aún persiste el congestionamiento de vapores en sus puertos) y un inicio favorable de las tareas de siembra en los Estados Unidos. En dicho contexto, no hay razón para que la demanda global se muestre agresiva, como tampoco pareciera haberla para que los "fondos" mantengan interés comprador en Chicago. Si la demanda no tracciona y la oferta es coyunturalmente abundante, las cotizaciones de la oleaginosa en Chicago no encuentran argumentos para sostenerse.
Por su parte, el sustento que provenía de la plaza maicera se derrumbó al conocerse el informe trimestral del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) del 28/3. En el mismo se reportó un nivel de stocks de maíz en los Estados Unidos muy superior al esperado, lo que se tradujo en muy fuertes bajas en los precios del forrajero en Chicago. Este último reporte se sumó a las proyecciones realizadas por los técnicos del USDA en Washington el 21 y 22 de febrero. Si las mismas se materializaran, la "contabilización" de ambos eventos genera un escenario muy bajista para los precios de los granos este año.

RECUPERACIÓN

Pero, en nuestra opinión, las cosas no son tan sencillas. En primer lugar, las proyecciones mencionadas trabajan con rindes y consumos de tendencia. En otras palabras, los números muestran una importante recuperación de stocks en los Estados Unidos, tanto en maíz como en soja. Pero, si al mismo balance de oferta y demanda proyectado para el forrajero se le recortan 10 quintales por hectárea, los stocks se mantendrían en el segundo nivel más bajo de la historia. Es decir, con 9200 kilos por hectárea, la situación que generara la explosión de precios del año pasado se repetiría. En soja, la cosa es peor. Si en lugar de obtener los 2980 kg/ha proyectados se obtuvieran 2800, los stocks caerían a niveles nunca vistos . No hay espacio para sorpresas.
Otra cuestión a monitorear se vincula con los precios que hoy muestra Chicago para las posiciones de soja noviembre y maíz diciembre y la señal que los mismos brindan para la futura siembra de maíz y soja en América del Sur.
Es necesario reconocer que la inelasticidad del área en nuestro país no se repite en Brasil. En la Argentina, los alquileres (que se comportan como costos fijos en gran medida) son muy altos y la baja importancia de los costos variables define que la superficie sembrada sea muy inelástica. En el centro/oeste y en el norte de Brasil, en cambio, los costos variables son definitorios. El año pasado, la explosión de Chicago generó un aumento de la superficie sembrada por aquellos pagos de 2,6 millones de hectáreas. Si este año los precios vuelven para atrás, el área sembrada en nuestro vecino país se reducirá y su impacto será mucho mayor que 200 kg/ha menos en los Estados Unidos. Para pensar y para razonar. Para aprender a manejar los "tiempos del mercado".

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