jueves, 26 de julio de 2012

La ruta migratoria del langostino patagónico



Un grupo de investigadores del INIDEP presentó en un informe técnico la ruta migratoria del langostino patagónico, fruto de 10 años de investigación realizada sobre las concentraciones del marisco accesible y vulnerable a las artes de pesca comercial dentro del Golfo San Jorge.
Preparado por Ana Marta Roux, Juan de la Garza, Raúl Pinero y Daniel Bertuche, del Proyecto Pesquería de Crustáceos, Dirección de Pesquerías Pelágicas y Medio Ambiente del INIDEP, el Informe 07/12 al cual tuvo acceso REVISTA PUERTO presenta los resultados de las experiencias de marcado, liberación y recaptura de ejemplares de langostino patagónico realizadas por los investigadores, describiendo los patrones de movimiento y la distancia recorrida total y diaria.
“Se consideraron 205 ejemplares recapturados y reportados. Estos fueron analizados discriminando por área de marcado y liberación (norte y sur del Golfo San Jorge) y por mes y año de marcado”, señala el documento. Los ejemplares fueron transportados en baldes de 20 litros con agua de mar hacia la planta de procesamiento. Las marcas colocadas no interfirieron en el normal movimiento de los langostinos.
“Se estimó la distancia recorrida por cada ejemplar recapturado, asumiendo un desplazamiento en línea recta, tomando la posición de liberación y la de recaptura”, informó el IT. El mayor número de recapturas reportadas se logró en el cuadrante 4665.4. En este cuadrante habitualmente trabaja la flota durante varias semanas todos los años y es compartido por las jurisdicciones de Santa Cruz y Nación .
Para comparar las distancias recorridas diferenciadas por el sexo de los ejemplares, además de las áreas y el mes de liberación, se realizaron análisis de varianzas. Se obtuvieron las tasas de migración de acuerdo al cuadrado estadístico de la recaptura. Para conocer el patrón de migración del langostino patagónico se utilizó el método de interpolación radial de distribución con una función de núcleo multicuadrático.
“Los resultados indican que los langostinos marcados han estado libres por una media de 67,08 días y han recorrido un promedio de 44,31 millas náuticas con una velocidad promedio de 0,65mn/día. Los valores mínimos y máximos de días en libertad son 0 y 222 días, con distancias recorridas desde 1,01 mn a 190 mn.
Las hembras de langostino han recorrido un promedio 51,5 mn, mientras que los machos viajaron 31 mn”, detalla el Informe Técnico.
Los investigadores describieron los modelos de migración de los langostinos marcados en el sur y en el norte del Golfo San Jorge separadamente ya que presentaron distintos patrones de desplazamiento espacial.
La principal ruta de migración de los langostinos del sur del Golfo tiene un componente norte-noreste, mientras que los langostinos marcados en el norte del Golfo presentan primero un rumbo este-sureste y después este se modifica hacia el norte. “Ambos grupos se desplazan hacia el oeste al comienzo de la estación reproductora acercándose a
la costa”, especifica el documento.
Pero los resultados de la experiencia de marcado obligaron al equipo de científicos a plantear varias hipótesis sobre los desplazamientos de los langostinos. Una fracción de la biomasa de langostino, ya reclutada al arte de pesca comercial, localizada en el sur del Golfo San Jorge, migra al principio del año, conforme va creciendo, en la dirección norte-noreste.
Los investigadores intentaron explicar por qué, dado que en el sur del golfo san Jorge se localizan concentraciones de
langostino durante todo el año ¿estos individuos no migran o tienen otro patrón de desplazamiento?
Una de las hipótesis a comprobar es que otra fracción de la biomasa de langostino migra hacia el este del golfo durante los meses de invierno, con estadía en aguas de jurisdicción nacional al sur de la longitud 46ºS hasta alcanzar la talla y la temporada de reproducción, momento en el cual las concentraciones de langostino buscan las áreas de mayor producción biológica que se generan en los frentes oceánicos del sur del golfo; para reproducirse en el Bajo Mazarredo y/o en la zona conocida como “La Pared”.
“Hasta el momento no se han obtenido resultados positivos de recaptura en esa área principalmente porque la flota pesquera no trabaja usualmente en esa zona, y/o cuando el resto de los langostinos migran, los barcos no se encuentran pescando en esa región”, explicaron los investigadores en el Informe.
La segunda hipótesis se centra en la estadía de otra proporción de la biomasa durante el invierno y primavera en el Bajo Mazarredo, que por estar constituidas por ejemplares juveniles que nacieron al final de la temporada reproductiva y no alcanzaron la talla de migración, la cual sería aproximadamente de 25 mm de largo de caparazón, antes de la primavera tardía y/o verano permaneciendo en la zona, no migrando junto a la fracción de mayor talla.
El conocimiento de los patrones de migración ayuda a los investigadores a comprender la dinámica poblacional del langostino con lo que se puede desarrollar medidas de manejo orientadas en preservar el recurso y maximizar su explotación sin llegar a las sobrepescas de reclutamiento o del crecimiento.

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