lunes, 30 de julio de 2012

Los avicultores recorrieron Palermo y reclamaron



Avicultores recorrieron la Rural de Palermo junto al diputado nacional, Jorge Chemes (UCR-Entre Ríos), que reclamó un marco de trabajo estable para los productores y presentó un proyecto de ley en este sentido...

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El diputado nacional y productor, Jorge Chemes (UCR-Entre Ríos), visitó la muestra de Palermo 2012 junto a  avicultores integrados,  para pedir mejores condiciones de trabajo para los productores integrados y un marco legal de trabajo.
“El supuesto boom avícola del que se habla no existe para los productores, que no tenemos poder alguno de decisión sobre la crianza, el peso o el precio de los pollos y mucho menos sobre los plazos de pago. Somos eternamente la variable de ajuste de la industria avícola”, destacaron . Están peleando por condiciones de trabajo más justas para los productores integrados de pollo.
“Los productores están en una situación de desventaja enorme respecto a la industria avícola, igual que le pasa a un tambero o a un triguero. No tienen decisión alguna sobre la producción y deben atenerse a todo lo que se decide entre 5 o 6 empresas monopólicas. Y ni siquiera tienen una relación contractual que los proteja, por lo que estamos proponiendo una ley que genere un marco legal de trabajo entre procesadoras y productores”, explicó Chemes, que conoce la problemática de cerca por ser productor en Entre Ríos, adonde la producción avícola es muy importante.
Según relataron los productores, los integrados se encuentran en una situación de precariedad legal ya que ningún contrato escrito los ata a las empresas dueñas de los pollos, con lo cual ante cualquier problema sanitario o laboral las procesadoras nunca responden ni se hacen cargo. Por otro lado, el peso y el rendimiento de los animales y su precio es decidido en forma unilateral por las empresas, y también los plazos de pago y la cantidad de crianzas que se hacen por año. Finalmente, hay un manejo monopólico en muchas regiones, ya que la mayoría no puede cambiar de empresa si está descontento con la que trabaja.
“Se de un caso de un productor bonaerense que le hizo una huelga a una de las grandes procesadoras por malas condiciones de trabajo, pero esa empresa grande habría ido a una de las cámaras del sector y habría amenazado a todo el resto de las empresas con represalias si alguien contrataba al integrado que estaba protestando contra ella. Por supuesto el hombre no consiguió una nueva empresa con la cual trabajar”, relató Chemes.
“A otro productor una de las grandes avícolas de Entre Ríos le mandó una carta amenazándolo con dejarlo sin pollos si se seguía reuniendo con sus colegas en su sociedad rural local para quejarse de los malos tratos de la empresa. Hay compañías avícolas que proceden como una mafia con los productores, y tenemos pruebas para demostrarlo”, acotó Chemes, quien acotó que quiere que las procesadoras sigan siendo rentables pero siempre y cuando “den condiciones de trabajo legales y buenas a los integrados, porque sino la fiesta avícola la viven cinco empresas y el resto se muere de hambre”.
Los productores también relataron que las propias empresas grandes están fomentando la construcción de grandes galpones, creando una sobreoferta artificial de productores integrados que empeora aún más las condiciones de trabajo. “Antes con 20.000 pollos vivías y con 40.000 eras un productor mediano, y ahora con 40.000 apenas podés vivir, por la enorme sobreoferta de hotelería propiedad de empresarios que nada tienen que ver con la actividad y vienen acá tentados con lo que creen que es un gran negocio”, destacaron. “El famoso subsidio del maíz, del que tanto se habló, nunca llegó a nosotros. Todo ese dinero quedó en manos de las empresas”, acotaron.
“Las empresas deciden cuantos pollos te mandan, cuanto rindieron, cuando los retiran, cuanto plazo te los dejan y cuando empieza de nuevo el ciclo, siendo el productor un convidado de piedra a la hora de hacer un manejo productivo. Es una situación tremendamente injusta. Durante años nos pintaron a la avicultura como el negocio exitoso del modelo K, con lo que se justificaba el subsidio y la intervención al maíz. Pero ahora se está cayendo la careta y nos enteramos que los productores le regalamos el maíz cinco años a las procesadoras avícolas para que cinco o seis se hagan millonarios mientras los integrados lo pasan muy mal. De nuevo aparece Moreno y el Gobierno regalando negocios millonarios a las corporaciones”, destacó Chemes.
El Proyecto de Chemes: En este contexto, Chemes presentó un proyecto para generar un marco regulatorio para la relación entre productores y empresas que deje bien asentados los derechos y las obligaciones de cada parte. “No se trata de intervenir, sino de crear un marco estable de trabajo, en un proyecto que tiene buena acogida entre los diputados oficialistas, como el presidente de la Comisión de Agricultura, Luis Basterra, a quien le planteé el tema. Basterra se mostró muy dispuesto a trabajar en este sentido, y dada su excelente relación con los diputados de la Comisión de Agricultura, tengo esperanzas que este proyecto prospere”, destacó Chemes.

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