Juan Luis Ucelli, asesor de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), remarcó que la actividad “hace agua” en índices productivos y recomendó aprovechar la buena rentabilidad -bajos costos y altos precios de venta- para corregirlo antes que llegue la crisis global. También dijo que, en góndola, la carne porcina debiera competir con el pollo y no con la vaca.
Lejos de la crisis que atraviesan los principales productores del mundo, en Argentina la actividad porcina cuenta con importantes ventajas comparativas que le aportan al sector un nivel de rentabilidad superior. Sin embargo, desde la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP) invitan a aprovechar el momento para corregir las falencias técnicas que aún persisten y mantienen a los productores locales por debajo de los niveles de eficiencia que tienen los países de punta.
En su comentario semanal, el asesor de la entidad Juan Luis Ucelli plantea que los problemas de la economía global continúa ocasionando quebrantos en la mayoría de los países. Y aclara que “Argentina es uno de los pocos que escapan a esta situación, pero habría que ser prevenidos y saber que dentro de la globalización en la cual estamos inmersos, en algún momento esas repercusiones pueden llegar a nosotros”.
El texto, que lleva el título “Desfasados”, compara la situación con los vecinos inmediatos: Brasil y Chile, dos importantes productores. En el primero, “el capón se comercializa a U$D 0.91 el kg.” y a U$D 1.34 en el trasandino, mientras “en nuestro país la cotización es cercana a U$D 1.50 por kg.”.
Hasta aquí no parece haber datos alarmantes y, sin embargo, el técnico plantea que esa diferencia a favor de los argentinos “no es para preocuparse, es simplemente para ocuparse”.
—¿Qué riesgo representa para los productores argentinos estar cobrando mucho más que los vecinos?
—Argentina tiene un costo de producción muy bajo y quizás el mas bajo del mundo, debido totalmente a las retenciones aplicadas a los cereales, base de la alimentación de los cerdos. Pero en el resto hacemos “agua”. Somos ineficientes en la Conversión Alimenticia, obtenemos de 500 a 1000 kg. menos por madre que los países eficientes, tenemos mano de obra cara y un sistema de fletes demasiado complicado en el país que también encarece el costo.
Es bueno ganar plata, lo malo es ganar mucha plata y “mal acostumbrarse” y pensar que siempre será así. El mensaje que quise dar apunta a que, ganando plata, hagamos todo lo necesario para ser eficientes y bajar aún mas los costos y no depender de las variables mundiales, como la actual, que afectaría la rentabilidad. Es mucho mejor ganar menos plata, pero durante un período mas largo. El ejemplo bíblico de los 7 años de vacas gordas y los 7 de flacas es lo que puede pasar.
Hoy el cerdo se esta vendiendo $8.80, pero tranquilamente se podría vender a $7.50 y seguiría siendo un “excelente negocio”. Eso si pasaríamos a competir con la carne aviar al momento del precio al público y no con la vacuna como sucede ahora. También es verdad que no damos a basto en la producción con una demanda creciente y la única forma es aumentar la producción. Lo importante es aumentar la producción con eficiencia y no aumentar los errores.
—¿Cuales son las principales falencias a mejorar para hacer más eficiente el proceso productivo?
—Tenemos una conversión alimenticia superior al 3.3:1 (para hacer 100 kg. de cerdo se necesitan 330 kg. de alimentos) y los mas eficientes llegan a 2.7:1. Estamos produciendo 1900 kg. de capones por cerda y por año y ya hay quien producen 3.100 kg. Se habla de inversiones superiores a U$D6.000 por madre instalada y en Brasil a igual condición no superan los U$D4.000. Necesitamos profesionalizar mas la mano de obra y ser mas eficientes con todos los items mencionados.
—¿Por qué el cerdo compite en precio con la carne vacuna y no con el pollo, siendo que en conversión y giro de capital se parece más al segundo?
—En este punto hay un factor que no podemos manejar y es el de la comercialización, el cual se queda siempre con la mayor rentabilidad. A la carne vacuna y el pollo se le agrega una rentabilidad antes del consumidor entre el 15% y el 30% por ser “masiva”; la del cerdo comienza con el 30% y puede llegar al 100%. En la medida que tengamos mas cantidad y ofrezcamos mas al consumidor este porcentaje bajará. A salida de fábrica estamos un 25% mas barato que la carne vacuna y al publico la diferencia baja al 5%.
—¿Cómo podría repercutir la crisis de los países productores en el nuestro si no dependemos de mercados externos para la venta?
—No dependemos de mercados externos para la venta, pero sí del mercado interno por las importaciones. Y estamos en la globalización, guste o no, y cualquier cambio en el mundo puede tener consecuencias en el nuestro. Es importante decir que tanto en Brasil como en Chile pierden plata produciendo cerdos y lo mismo pasa en muchos lugares del mundo.
Precios promedio al consumidor en Junio. Fuente: AAPP
Pechito c/ manta Bondiola Carre c/hueso Carre s/hueso Matambre Solomillo Paleta Jamón /chuleta Jamón pulpa
Nacional $ 39,24 $ 45,99 $ 38,05 $ 51,43 $ 52,33 $ 53,50 $ 27,40 $ 34,77 $ 36,07
Santa Fe Supermercados $ 38,70 $ 47,30 $ 39,48 $ 62,90 $ 56,68 $ 46,90 $ 36,90 $ 37,40
Santa Fe Carnicerías $ 34,90 $ 39,47 $ 30,30 $ 38,70 $ 48,73 $ 41,70 $ 23,60 $ 23,75 $ 33,35
¿Abuso? La venta al público recarga entre 30% y 100% al precio de compra. “En la medida que tengamos más cantidad y ofrezcamos más al consumidor este porcentaje bajará”, dijo el referente. Foto: Archivo
En góndola, los precios podrían ser menores
El Ingeniero Zootecnista Fernando Monod Nuñez, Responsable de Estadísticas de la AAPP, menciona en su relevamiento mensual de precios al consumidor de carne porcina fresca que Junio se destacó por una escasa variabilidad de precios con referencia al mes anterior; muchos comercios inclusive mantuvieron el mismo precio que Mayo.
El único aumento que se podría considerar como diferencial fue el solomillo, que registró un aumento de tan solo $0.60 con referencia al registro más elevado que tiene la entidad, correspondiente al mes de abril.
Como se viene dando desde que se inició el informe -en el mes de enero- los precios más altos en la mayoría de los cortes se dan en supermercados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “El hecho que siga existiendo una brecha entre precios máximos y mínimos cercana al 100% nos da de pensar que los valores máximos podrían llegar a bajarse en un amplio porcentaje obteniendo el vendedor -y como es lógico- su consabida ganancia”.
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