viernes, 10 de diciembre de 2010

Buscan ampliar las zonas de producción de la legumbre

 

Con investigación y extensión, apuntan a la difusión del cultivo en las distintas regiones agrícolas


LOS CHAÑARITOS, Córdoba (De un enviado especial).- En la Argentina, el mejoramiento genético de garbanzo se inició en la cátedra de mejoramiento genético vegetal de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, en la década de1970.

Esa investigación estuvo enfocada a la exploración de la variabilidad genética local, la introducción de líneas de bancos de germoplasma de Icarda (un banco de germoplasma de Siria), la comprensión de las fases de la floración, el uso de la técnica de hibridación, la determinación de la proporción genética de cada carácter componente del rendimiento y la cuantificación de las asociaciones entre los caracteres ente otros aspectos, según comentó a RMN Julia Carreras, profesora asociada de mejoramiento genético vegetal de esa casa de estudios.
En este contexto, surgió Chañaritos S-156, el primer cultivar de garbanzo inscripto. Chañaritos S-156 es una creación del criadero Alpha Sumaj, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias, de la Universidad Nacional de Córdoba, cuyos obtentores son Elvio Biderbost y Julia Carreras.

Luego, al equipo de la Universidad Nacional de Córdoba se sumaron investigadores de la Universidad de Salta y el INTA Salta. Así, en forma conjunta, las tres instituciones desarrollaron el segundo cultivar de garbanzo, denominado Norteño. "Con la interacción se logra que los productores posean semilla identificada nominada de cada uno de los cultivares", dijo Carreras. Hoy, además, hay productores aportando a la mejora del garbanzo.
Según Carreras, hoy en materia de investigación hay ensayos de evaluaciones de líneas tipo kabuli, tipo Desi y líneas con tolerancia a enfermedades fúngicas.

"El rendimiento de garbanzo a nivel mundial es de 800 kilos por hectárea. Los productores de Córdoba, con semilla identificada nominada y con el paquete tecnológico incorporado al sistema, logran 2000 kilos por hectárea en siembra directa y en secano, el que puede ser superado ajustando los elementos de manejo", contó Carreras. "Existe en la Argentina la posibilidad de ampliar la zona de cultivo", añadió.

El productor Alberto Marchionni, titular de la firma Alberto L. Marchionni SA, está trabajando en el mejoramiento genético del cultivo de garbanzo. "Hemos importado 40 líneas y las estamos seleccionando en dos ambientes, en Hughes, Santa Fe y en Mar del Plata", dijo Marchionni. "Además de estas líneas, estamos trabajando con variedades que se cultivan tradicionalmente en la Argentina (Norteño, Chañarito, Blanco Sinaloa, Sauco, etcétera). Con las mismas estamos evaluando diferentes densidades y fechas de siembra, tratando de ubicar cada variedad en el mejor ambiente para la zona en cuestión", señaló.



En el sur bonaerense
Entre otras regiones, se está buscando impulsar la producción de garbanzo en el sur bonaerense. Un informe realizado por Adrián Poletti, de la consultora Incrementar, da cuenta de experiencias en esa región.

"Las pruebas del cultivo se iniciaron hace tres años gracias a la inquietud de un productor de la zona de La Dulce, partido de Necochea. Su interés principal estuvo en iniciar un proceso de por lo menos tres años de pruebas sobre legumbres de grano de ciclo invierno primaveral. De todos los cultivos ensayados, el garbanzo fue el que mostró mejor adaptación a la zona y logró la mejor combinación entre cantidades producidas, calidades logradas y estabilidad de rendimiento a lo largo de estas tres campañas, con producciones que rondan los 20 a 25 quintales según sea la variedad y ambiente", comentó Poletti.

Según el consultor, las dos variedades que se están evaluando son Chañarito y Norteño. "La primera, de ciclo levemente más largo, con buen potencial de rendimiento y resistencia a heladas", comentó.

Entre otros atributos, la segunda variedad tiene mayor potencial de calidad y un ciclo levemente más corto, según el consultor.

Para Poletti, el cultivo de garbanzo es el que tiene el mayor potencial para ser introducido en forma más o menos rápida en la rotación de la zona. "La Argentina tiene potencial para estar situado entre los primeros cinco exportadores mundiales y la zona del sur bonaerense puede jugar un papel muy importante en concretar dicho objetivo", finalizó.

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